A solo seis puntos del descenso, pero pensando en el playoff

Rubén Albés se confesó “creyente” en la previa de la visita del Racing de Santander a El Molinón. Manifestó, como sus jugadores lo vienen haciendo también, su fe y confianza en que el Sporting pueda remontar todavía la distancia que le separa del objetivo, que no era otro al principio que meterse en el playoff de ascenso. Y renovó esos votos incluso tras el empate ante el equipo cántabro. “Espero que estemos más cerca de la zona de playoff que la semana pasada y espero que podamos acercarnos más en las próximas semanas”, declaró el técnico gallego después del partido. La realidad es que su equipo sigue cayendo poco a poco y de forma peligrosa en la clasificación.

A falta del Burgos-Albacete para completar la jornada, intrascendente para alterar la posición actual de los rojiblancos, el Sporting ha perdido un puesto en la tabla clasificatoria y, lo que es más preocupante, ya solo tiene a seis puntos el primer puesto de descenso. El triunfo del Eldense sobre el Zaragoza de Ramírez en La Romareda ha acercado la zona de peligro, aunque la distancia respecto la última plaza del playoff, que marca el Oviedo, se haya reducido en un punto; a diez respecto al eterno rival oviedista.

Los números del Sporting son para preocupar a cualquiera. Solo ha ganado un partido en los últimos tres meses y ha sumado 11 de los 39 puntos disputados. Ahora bien, si se quiere mirar por el lado optimista, el equipo gijonés acumula ahora cinco jornadas sin perder, aunque con cinco empates, a solo dos del ‘rey del empate’ en la categoría que es el Málaga (15).

Según Albés, su Sporting alcanza “un buen nivel de fútbol, pero no nos da para ganar”, admite. Tan contradictorio como cuando dice ver al equipo “muy competitivo y capaz de puntuar contra cualquiera, pero sin ser capaz de ganar”. El entrenador sportinguista ha renunciado a su idea inicial de juego que llevó al equipo a la zona alta, ha cambiado varias veces de sistema y sigue buscando soluciones para los males del equipo, que se centran fundamentalmente en la falta de acierto ante la portería contraria y en errores puntuales en defensa que le cuestan puntos.

Hay quien sostiene que Rubén Albés no está contento con Orlegi Sports, que se ha sentido frustrado y decepcionado con el proyecto que tiene en sus manos, por lo visto, alejado del que Alejandro Irarragorri le presentó en Washington, donde se alcanzó el acuerdo para el desembarco del gallego en Gijón. Él, sin embargo, se encargó de desmentir esa circunstancia el pasado viernes.

“Confío en el grupo. Si la pregunta es si me he sentido engañado, la respuesta es no. Toda la idea con la que llegué por parte del Grupo Orlegi se está dando. Luego hay cosas que hemos sido capaces de hacer y otras que no”, dijo Albés en la sala de prensa de Mareo. A estas alturas y con la trayectoria del equipo, el entrenador del Sporting solo puede estar agradecido al club que le mantiene su confianza después de una racha peor incluso que la que se llevó por delante a Abelardo Fernández. Cierto es que la tensa relación del gijonés con Irarragorri fue la causa principal de aquella destitución, circunstancia que no se da en estos momentos.

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