El calendario, un carísimo peaje para este Sevilla campeón

Los futbolistas del Sevilla ya se encuentran en unas merecidas vacaciones que se prolongarán durante apenas dos semanas. Monchi, el ejecutor de todo, no para: ya trabaja en la configuración de un equipo que intentará sea aún mejor que el actual, sin prisa pero sin pausa porque le quedan alrededor de seis semanas de mercado, hasta el 4 de octubre y porque dispone en realidad de bastante trabajo acumulado. "Al Sevilla le esperan", dijo el director deportivo justo antes de la final ante el Inter.

Julen Lopetegui, al que no le gusta dejar lugar a la improvisación ni a los errores, sí que le da vueltas junto a sus preparadores físicos al estado de los futbolistas para una temporada, la próxima, que será tanto o más rara en muchos sentidos que la actual. Sin apenas tiempo para descansar (tuvieron también seis días de asueto después del final de Liga) y con dos periodos extraños que han dividido la temporada 19-20 en un antes y después del confinamiento, parece una incógnita saber cómo de forma llegarán los jugadores al reinicio de la competición, para lo que queda apenas un mes.

Dos semanas tendrá Julen para preparar la primera y gran cita del año en el Sevilla: la Supercopa de Europa, que se celebrará en Budapest ante el PSG o el Bayern de Múnich. El 24 de septiembre, si la pandemia lo permite, debe jugarse el encuentro entre el campeón de la Champions y el de la Europa League, lo que retrasaría, aunque sólo unas horas, el estreno sevillista en LaLiga española.

El campeonato liguero comienza el 12-S pero los de Nervión, tras haber terminado de competir el 21 de agosto, lo harán dos semanas más tarde. El Sevilla intentó retrasar esa incorporación al torneo de la regularidad al menos unos días pero no lo ha conseguido, así que en principio deberá debutar en Liga el 27 de septiembre, con dos jornadas ya disputadas y, por tanto, cero puntos. En el Sánchez Pizjuán ya hay quien bromeaba con la posición de 'colista' que quizá ocupen los blanquirrojos en la que para el resto se habrá convertido ya en la tercera jornada de Liga. Son, en este caso más testimonial que otra cosa, los caros peajes que debe cumplir el campeón.