ESPANYOL

Ángel Gómez: “El Espanyol es por naturaleza algo autodestructivo”

El exdirector deportivo perico repasa, al hilo de la salida de Óscar Perarnau, su etapa, admite que lo pasó “muy, muy mal” con su destitución y anhela estabilidad.

Andreu DalmauEFE

Apenas dos días después de la salida del Espanyol de Óscar Perarnau, que venía desempeñando el cargo de secretario técnico seis meses después de haber sido relevado como director general deportivo, es Ángel Gómez, director deportivo perico en 2016, precisamente la época en que Perarnau había dejado el club, quien se ha animado a ordenar sus pensamientos sobre su etapa en un hilo de tuits en los que también da con una de las posibles claves de la continua reestructuración a la que se somete el club.

“Lo pasé muy, muy mal por las formas en que me echaron, pero es fútbol”, asume Gómez, quien afirma que aún desconoce “el porqué de su salida”, aunque se siente “orgulloso” por haber dado la cara en el tramo final de una temporada, la 2015-16, en que “parecía que nos íbamos a Segunda”. “Casi todos pedían el cese de Galca, pero consideré que con él y los jugadores que teníamos, y dando un paso al frente, nos salvaríamos y así no se hipotecaba la siguiente temporada”, razona.

Recuerda el exdirector deportivo que en verano de 2016 “se hicieron muchísimas operaciones”. Y lamenta: “He tenido que aguantar de todo, de poca planificación (cuando teníamos todo planificado desde el momento que nos salvamos contra el Sevilla), a negociar contratos muy elevados, cuando esa función no me correspondía, y así un largo etcétera”.

Cuando mejor estábamos me tocó salir”, remarca Gómez, quien se mostró feliz con el regreso a Europa y ahora sufre “como el que más” al ver al Espanyol en la cola de LaLiga. “Me sabe mal que yo haya sido el primero de otros tantos que no hayan podido acabar su proyecto. Y deseo que el club encuentre por fin su rumbo”, reflexiona. Y sentencia: “Siempre he creído que es un club algo autodestructivo, por naturaleza, y por ello se necesita gente dentro de buena madera. Capaz. Honrado. Y sin mala fe”.

Del futuro inmediato del equipo perico, indica Gómez: “Quedan 11 jornadas. O mejor dicho, queda una, ante el Alavés. Después ya veremos. El equipo se debe salvar, se puede salvar. Y cuando eso pase... Ojalá que todo cambie y la estabilidad sea la bandera de mi estimado club”, concluye, no sin antes advertir de que con estas palabras no pretende postularse “porque es imposible que eso suceda”.

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