Los números que desnudan a la portería de la UD
Los insulares solo han conseguido dejar la portería a cero en ocho ocasiones en lo que va de temporada, mostrando una fuerte fragilidad en la retaguardia.
Si hay algo en lo que suelen coincidir la mayoría de técnicos de los equipos de la Segunda División es que para poder conseguir resultados positivos y lograr los objetivos marcados a principio de temporada es crucial echar el cerrojo en defensa y encajar el mínimo número de goles posible. Sin embargo, esta circunstancia no se ha dado en demasiadas ocasiones a favor de la UD, siendo esta una de sus grandes debilidades.
En una temporada atípica, en la que dos porteros se han intercambiado el papel de fijo en la posición, la UD no ha logrado con ninguno de ellos la seguridad y los resultados esperados.
Para empezar, fue el meta valenciano Josep Martínez el que partió al inicio de temporada con la vitola de guardameta titular, tras la lesión de larga duración de Raúl Fernández y su buen hacer durante los últimos partidos del curso pasado, desbancando a un Nauzet Pérez que no realizó buenas actuaciones y abandonó la entidad amarilla en verano por la puerta de atrás.
De esta forma comenzó la liga disputando 14 encuentros en la primera vuelta, pero solo en cuatro de ellos, que con los del Tenerife (J4 0-0), Sporting (J6 1-0), Ponferradina (J9 0-2) y Lugo (J10 0-2) consiguió mantener su meta a cero, con algunas actuaciones más que discutibles. Tal fue así que, tras una extraña lesión en el tobillo contra el Alcorcón, que le hizo abandonar el terreno de juego en el descanso, y una posterior convocatoria con la selección sub 21, ofreció una oportunidad de oro a un Álvaro Vallés, que se ha mantenido como el guardameta titular de Pepe Mel hasta la fecha.
El portero andaluz en su periplo durante estos meses ha logrado exactamente la misma marca que su compañero: cuatro partidos dejando su marco a cero. Estos partidos fueron los siguientes: Deportivo (J11. 3-0), Extremadura (J18 0-1), Fuenlabrada (J22 0-0) y Tenerife (J25 0-0).
Si bien es cierto que estas cifras no se pueden achacar solo a la labor del portero, ya que la actitud defensiva la marca desde el delantero, como primer defensor, hasta la pareja de centrales, se puede afirmar que el cambio en esta posición tan específica no ha arrojado un cambio sustancial con la modificación de cromos planteada por el técnico madrileño de la UD.