TENERIFE

Luis César: "Queremos ganar y también gustar"

El entrenador gallego espera despedirse del Tenerife con una alegría. Se marcha satisfecho "por no llegar a la última jornada con la soga al cuello".

JUAN GARCIA CRUZDIARIO AS

Acaba el corto, pero positivo periplo de Luis César Sampedro en el Tenerife. Fue contratado por cuatro partidos con el objetivo de no caer en descenso y lo evitó a falta de un partido. "Venía con la seguridad de salvarnos en tres jornadas. No lo había dicho públicamente, pero sí lo digo ahora. No quería llegar con la soga al cuello a la última jornada. Y he tenido suerte, con jugadores implicados y receptivos", dijo el gallego en la previa del partido contra el Real Zaragoza.

"Quería que me sobrase una semana para no vivir un calvario y así ha sido" repitió el técnico quien se mostró contento por "haber formado parte de este club. He venido a echar una mano. A trabajar. Pero el mérito es de todos. Con tres partidos, no se salva a un equipo, sino con la regularidad durante el resto del campeonato".

Luis César aseguró que cuando aceptó el reto de venir a la Isla, "creía en que íbamos a salvarnos. Si no, no hubiese venido. Si hubiésemos bajado, lo habría descendido yo. Sería el culpable. Las decisiones pueden salir bien o mal, al cincuenta por ciento", explicó. "Me gusta cómo se vive el fútbol aquí: campo y afición. El Tenerife es un grande, un transatlántico en la categoría", comentó.

Avisó el entrenador que el once del domingo será muy diferente al de Lugo y anunció que podría darle minutos a algún canterano. "Habrá un poco de todo. Una de las opciones sería ver a chicos del filial, aunque no diré nombres. Veremos algún jugador que no han sido asiduos en los últimos onces. En esta situación, también valoraremos otras situaciones", contó.

Imagina Sampedro que será "un encuentro diferente a los anteriores. Los tres últimos habían sido finales. Pero es importante porque queremos terminar la temporada ganando, pero el sufrimiento y la tensión se han reducido. No así las ganas de ganar y gustar si es posible a nuestra gente".

"Posiblemente veamos un Tenerife más alegre porque todo está en la cabeza. Jugar con preocupaciones es difícil. La cabeza es nuestro peor enemigo por nuestros pensamientos. Eso pasa en el ser humano y en los jugadores. Las expectativas son para que el equipo sea valiente, osado y no tenga miedo al error. Sabemos que las consecuencias no serán trágicas para nuestro futuro inmediato", comentó.

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