BARCELONA

Vidal, 105 toques, se multiplica; Arthur (63) se evapora

El chileno, que fue el único que se salvó en el centro del campo ante los naufragios del brasileño y Busquets, apunta a titular en Manchester.

Algo ha pasado con Arthur desde su lesión contra el Real Madrid en Copa. El brasileño, la sensación de la gira por Estados Unidos y el jugador bisagra sobre el que el Barça, se reordenó tras un principio de temporada irregular y parece evaporarse por momentos. Contra el Villarreal volvió a ser el futbolista que menos apareció del centro del campo azulgrana. Sólo 63 toques de balón, apenas 55 pases buenos. Un jugador celebrado por su capacidad para marcar el ritmo de los partidos que no fue capaz de organizar al Barça ni con 0-2, cuando el Villarreal ya parecía entregado y a pies de los azulgrana.

Pero no. Arthur no fue capaz de marcar el paso. Escondido, sin aparecer para mandar en el juego, y sin despliegue físico para defender, los 73 minutos que estuvo en el campo se antojaron demasiados. De Arthur, además, empieza a sorprender su poca capacidad para mezclar juego. Le gusta conservar la pelota pero nunca mezcla fútbol. En todo el partido, apenas dio un pase largo por 11 de Busquets y cinco de Vidal, por ejemplo.

Al chileno hay que ir. Porque mientras Arthur se diluye y a Busquets le cuesta cada vez más jugar tres partidos a la semana (sus pérdidas de balón ayer y los síntomas de fatiga que ofrece cuando encadena partidos deberían hacer reflexionar a los técnicos y al mismo jugador sobre la conveniencia de jugar tanto), Vidal apareció por todos lados. El chileno fue el jugador que más toques de balón dio (105), el que más pases buenos dio (84), el jugador con más anticipaciones (4) y uno de los cuatro con más recuperaciones (5). Fue el mejor del centro del campo y su quinta amarilla le convierte en favoritísimo para ser titular en Manchester. Precisamente para partidos como el de Old Trafford fichó por el Barça.

Pese a que Arthur gozó desde el principio con el favor general y su estilo de toque y apoyo que tanto recuerda en apariencia al de Xavi encandiló a la crítica, lo cierto es que la temporada se le está haciendo larga. Vidal, mirado con recelo como en su día Paulinho por la grada y los expertos, se ha desvelado como algo más que un jugador de rompe y rasga. No sólo quita. También da y en La Cerámica, por ejemplo, apenas perdió cuatro balones, sólo uno más que Arthur o Busquets jugando 17 minutos más por poner un ejemplo. Está claro que Vidal, que algo de esto debía sospechar cuando se creía merecedor de más minutos y tuvo aquellos feos desplantes a principio de temporada, especialmente en Wembley, se está ganando el respeto de todos donde hay que hacerlo: en el terreno de juego.

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