El triunfo de Francia es también el éxito de Deschamps. El técnico apostó por un equipo jovencísimo, el segundo más joven del Mundial tras Nigeria. Sus 25,5 años de media suponen que sea el campeón del mundo más joven desde 1970 y supera a los dos últimos ganadores (España en 2010 con 25,9) y Alemania en (2014 con 25,7) en cuanto a precocidad se refiere.