Sinsabor en el cierre del mercado con la llegada de Nano

EI Levante no apuró mucho el último día de mercado para cerrar su plantilla. Tras saberse que Erick Cabaco era el elegido para la defensa (llega cedido del Nacional de Montevideo tras jugar también a préstamo la pasada campaña en el Nancy francés que terminó perdiendo la categoría en la Ligue 1), trascendió que el acuerdo con Nano Mesa era total y que el jugador estaba ya por Valencia a mediodía pasando revisión médica. De esto hablamos a mitad mañana. Es verdad que luego tardó en hacerse oficial hasta casi las 22:00 pero fue más por tema papeleo que por la posibilidad de que se cerrará algún fichaje más.

Con Nano, el Levante dio por cerrada una plantilla a la que, sobre el papel y con números en la mano, le sigue faltando gol y que tras la lesión de Roger ha confiado su delantera a Alex Alegría (3 goles en Primera), Emmanuel Boateng (apuesta del fútbol portugués) y el propio Nano (un gol con el Eibar).

Los últimos días fueron claves. La dirección deportiva granota veía como se iban esfumando todas las primeras opciones que manejaban y tuvieron que recurrir a un descarte del Eibar, que ya estaba casi poniendo rumbo a Tenerife para jugar en Segunda División, donde sí marcó 14 goles en la que fue su mejor temporada. Mientras, el Alavés anunciaba a Bojan y a Munir; el Leganés a Amrabat y José Naranjo (por el que pujaron fuerte no hace mucho los granotas); o Las Palmas a Remy (francés del Chelsea). Y en Orriols finalmente el sentimiento, al menos del levantinismo (viendo las rr.ss.) era de decepción y desencanto.