Pasaporte para continuar en Primera

El Ono Estadi se prepara para vivir una gran noche de fútbol. Tintes de finalísima se le otorga en la isla a este partido por parte del equipo de Manzano. Habrá 18.000 bocinas (como suenen todas a la vez reventarán tímpanos) y un extraordinario ambiente en la grada, a pesar del inconcebible horario que hará que la gente llegue a su casa ya en viernes. Y es lógico. El botín que está en juego es enorme. El Mallorca saldrá al campo con entre tres y seis puntos de ventaja sobre el descenso, dependiendo de lo que hagan dos horas antes el Recreativo y el Espanyol. Si son tres, más presión. Si son seis, presión, pero menos. Si son seis y el Mallorca gana al Valladolid, la salvación estará casi firmada para los bermellones.

Convencidos.

Pero no lo tendrá nada fácil el equipo balear. Llegan a Palma, en el día en vuelo chárter, los de Mendilibar con ganas de poner el sello de la permanencia en su pasaporte. Cuarenta puntos a siete jornadas para el final es disfrutar de un privilegio, que una vez superados los enfrentamientos con los grandes, les puede permitir sellar un tranquilo final de Liga o incluso luchar por una brillante clasificación a poco que se pongan favorables las cosas.

Y parte de ese posible premio pasa por ganar esta noche en la casa de Manzano, Aduriz, Suárez o Ramis, todos ellos ex blanquivioletas. Anda un poco atascado de cara al gol el conjunto pucelano, ya que lleva tres partidos sin marcar. Y en el recuerdo, el partido del año pasado en el que el Valladolid iba ganando 0-2 al descanso y acabó perdiendo 4-2.