Shahla Yasini, la primera mujer surfista de Irán

En las áridas costas del sur de Irán, en la provincia de Sistan y Baluchestán, Shahla Yasini está cambiando el panorama de un deporte poco conocido en su país: el surf. Pese a las dificultades, esta mujer proveniente de una comunidad de bajos recursos se ha convertido en la primera surfista del país, inspirando a otros, especialmente a mujeres, a tomar las olas y desafiar las convenciones.

Irán es conocido por sus montañas y su cultura milenaria, pero pocos saben que sus costas, bañadas por el golfo de Omán y el océano Índico, también ofrecen oportunidades para el surf. Sin embargo, hasta hace poco, este deporte era prácticamente desconocido en la región. Todo cambió cuando en 2013, la surfista irlandesa Easkey Britton introdujo el surf en la pequeña localidad costera de Ramin, en el sureste de Irán. Britton, junto a su proyecto “Waves of Freedom”, buscaba empoderar a las mujeres a través del deporte, y fue allí donde conoció a Yasini.

Shahla Yasini, quien ya era buceadora y socorrista, fue una de las primeras en recibir las lecciones de Britton. Con el tiempo, Yasini no solo dominó las olas, sino que también fundó un club de surf, convirtiéndose en la referencia para la creciente comunidad surfista de la región. Aunque apasionante, su camino no ha sido fácil. Las mujeres en Irán enfrentan restricciones que limitan su participación en deportes, y el surf no es la excepción. Una de las principales barreras para Yasini fue encontrar un traje adecuado que cumpliera con las normas de vestimenta del país, que requieren una cobertura total del cuerpo.

A pesar de estos desafíos, Yasini ha sido clave en la expansión del surf en Irán. Su historia llamó la atención internacional, y en 2018 fue destacada por medios como Vogue Arabia en titulares que la describían como “la surfista con hiyab que está revolucionando Irán”. Esta visibilidad ha ayudado a que el gobierno iraní vea el surf como una oportunidad política, promoviendo la actividad mientras mantiene las estrictas normas religiosas y sociales.

El surf ha traído beneficios a la región de Ramin, no solo en términos de turismo, sino también como una forma de empoderamiento personal, especialmente para las mujeres. Según Yasini, el surf es una manera de conectarse con la naturaleza y disfrutar de la libertad, incluso dentro de las restricciones. Para muchas mujeres iraníes, la posibilidad de practicar este deporte mientras mantienen su fe y sus creencias culturales es algo revolucionario.

Hoy en día, más jóvenes de todo Irán viajan a Ramin para probar el surf, y Yasini sigue liderando este movimiento. Lo que comenzó como una curiosidad ha crecido hasta convertirse en un símbolo de resistencia y libertad, mostrando que, a pesar de las barreras, el surf puede ser una plataforma para la igualdad y el cambio social en uno de los países más restrictivos para las mujeres.

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