Soler se lleva el premio gordo

Hace poco menos de un año, el Jumbo-Visma lograba un podio histórico en la Vuelta a España. Lo era por sus tres protagonistas, todos del mismo equipo: Sepp Kuss, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic. Y lo era porque gracias a esa victoria, la escuadra holandesa conseguía un pleno en las tres grandes con tres corredores diferentes, los mismos protagonistas: Roglic, en el Giro; Vingegaard, en el Tour, y Kuss, en la ronda española. ¡Qué lejos ha quedado aquel esplendor! El Visma, esta temporada, acumula desgracia tras desgracia. Y la racha parece infinita. Wout van Aert, uno de los ciclistas más importantes de esta edición, ganador de tres etapas y líder de las clasificaciones de la regularidad y la montaña, tuvo que abandonar tras sufrir una caída en el descenso de la Collada Llomena cuando iba en la fuga de cabeza. Van Aert ya sufrió una dura lesión en primavera que le obligó a renunciar a las grandes clásicas y al Giro. Ahora peligra el Mundial. El cenizo es imparable. Podrían hacer una plegaria a la Virgen de Covadonga.

Uno de aquellos integrantes del podio, Primoz Roglic, ha vuelto este año en las filas de otro equipo, el Red Bull. Algo se le quedó contagiado, porque también ha sufrido caídas en la Itzulia y en el Tour de Francia, pero en la Vuelta, aunque no ha llegado en su mejor momento, está reencontrando al campeón que siempre ha sido. Este martes, en los míticos Lagos, la misma cima que dominó en 2021 camino de su tercer título en la Vuelta, pegó otro mordisco a Ben O’Connor para colocarse a solo cinco segundos del maillot rojo. No alcanzó la prenda, pero ya es el líder virtual de esta Vuelta. El jefe siempre lo había sido.

Y eso que no fue su mejor etapa, ni mucho menos. Roglic ya tuvo que estar muy atento en el puerto anterior, la Llomena, cuando Enric Mas, primero, y Mikel Landa, después, intentaron un ataque lejano, a casi 60 kilómetros, en un claro órdago. No respondió O’Connor, así que tuvo que hacerlo el esloveno, que no era el líder, pero sí el patrón. Landa anunciaba así otro día de ‘Landismo’. Y lo ratificó cuando volvió a atacar en las primeras rampas de los Lagos de Covadonga. Un poco antes de la Huesera, la zona más dura, Mas hizo lo propio, pero a ritmo, hasta alcanzar al vasco. Detrás, O’Connor hacía aguas, en otro día de agonía. Roglic se mantuvo a rueda del balear, no tenía su mejor día, pero aguantó el tirón hasta la meta. Al contrario que Landa, que se descolgó. El dúo más fuerte de esta Vuelta avanzó junto a Richard Carapaz y David Gaudu, mientras que el maillot rojo se esforzaba en una cronoescalada individual que salvó por un suspiro. Un día más de líder. Le quedan pocos.

Mientras que en el grupo de los gallos se resolvía la Vuelta, nada menos, la fuga buscaba la victoria tras plantarse en las faldas de los Lagos, ya sin Van Aert, con más de seis minutos de ventaja. Como en las últimas jornadas, el UAE Team metió a varios corredores, en busca de la etapa. Esta vez fue el turno de Marc Soler, Jay Vine e Isaac del Toro, todos ellos repetidores en estas lides, sobre todo los dos primeros. El español ha sido protagonista en numerosas fugas, pero nunca terminaba de rematar. Hasta la fecha llevaba coleccionados tres terceros puestos. Pero quien sigue, lo consigue. Sus buenas piernas, y su espíritu combativo, merecían un premio a la insistencia. Y lo obtuvo en el mejor escenario: los Lagos de Covadonga. Un premio gordo para Soler.

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