Marc Soler: “Llevaba todo el año peleando por ello”

Por la mañana, bajo el sol de Irún, y poco antes de arrancar la etapa, Matxin hablaba con AS: “Hoy es día para la fuga”, destacaba el mánager general del UAE con convicción. Poco más de cuatro horas después, uno de sus corredores, Marc Soler, alzaba los brazos en la Gran Vía de Bilbao. El primer triunfo de etapa español en una gran vuelta desde que Ion Izagirre lo lograra en la sexta jornada de La Vuelta 2020.

Tras 121 etapas, una eternidad, a la 122 se rompió la sequía. Lo hizo un Marc Soler que se impone en la carrera por segunda vez (también se impuso en 2020). Tras siete años en el Movistar, este año llegó al UAE, saliendo de su “zona de confort”. Este miércoles logró su primer triunfo tras el cambio de equipo, la sexta de su carrera. “Llevaba todo el año peleando por ello y después de una fuga tan grande, y de mucho nivel, es ilusionante”, revelaba en meta, exhausto tras llegar con una escasa renta de cuatro segundos sobre sus perseguidores: “Solo pude disfrutar los últimos 300 metros, porque no me lo creía”. Las sensaciones no eran las mejores para el catalán, que en la jornada anterior, con final en Laguardia, cedió catorce minutos con Roglic.

La baza del UAE para la general es Joao Almeida, aunque Soler fichó por el equipo de los Emiratos tras una llamada de Matxin, que le convenció: “Me dejó todo claro. Quería que fuese un gran apoyo para Tadej y tener mis oportunidades en pruebas de una semana, pero las cosas no me estaban saliendo (en el Tour llegó fuera de control en la 16ª etapa). Esta victoria me reconforta”. Se la dedicó a su mujer, Judit, y a su hijo, que nació este mismo verano. Como curiosidad, el del UAE recibió un bidón del Movistar en el tramo final, cuando más lo necesitaba para el último arreón: “En el primer paso del Vivero no teníamos coche, pedí agua y se acercaron ellos, con Pablo Lastras. Les doy las gracias”, concluía. El contador de etapas sin triunfo español en grandes vueltas se pone a cero.