Las cifras contra el calor: 200 bidones al día, 80 kg de hielo…

Segunda quincena de agosto, sur de España… o lo que es lo mismo, días con alrededor de 40 grados, a veces incluso más, durante las etapas de La Vuelta. No es nada nuevo, aunque parte de la Prensa desplazada no recuerda una edición tan calurosa, pero los equipos tienen que reinventarse para que los corredores lo lleven de la mejor manera posible y, sobre todo, que no se deshidraten sobre la bicicleta. Juan Carlos Escámez, en el Movistar desde 2011, es uno de los rostros más conocidos más allá de los propios corredores. Inseparable de Valverde en su etapa como corredor, cuenta a AS cómo se prepara el equipo para una jornada así.

“Antes de arrancar, por la mañana, hemos rellenado 200 bidones. Gastamos ente 70 y 80 kg de hielo y preparamos unas medias rellenas de frío que se ponen los corredores en el cuello. Cada uno gasta de media entre 12 y 15. Luego, además del coche 1 y el coche 2, tenemos 11 puntos distintos de avituallamiento”, explica Escámez en cifras. Además, en días como ayer, se activa el protocolo de altas temperaturas, teniendo más permisividad para avituallar.

“Das un bidón y le dura al corredor frío unos cinco minutos. Hay que intentar refrigerar el motor porque, si no, se achicharran los cuerpos. En cuanto alimentación, la mayoría líquido (hidrazero, rica en minerales) y geles, y también pasteles de arroz. Hay que procurar que el ciclista evite la deshidratación, bajarles las temperaturas, porque dentro del pelotón llegan a 43 o 44 grados. Son días en los que hay que luchar contra la fatiga y el desvanecimiento”, concluyó el alicantino.

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