La dura resistencia del Eneicat: “Horas sin dormir, más canas…”

En 2024, el ciclismo femenino vivirá una época de cambios, otra más, en la era reciente. La UCI creará para 2025 la categoría Pro Tour, al igual que en el masculino, la considerada segunda categoría tras los World Tour (quince actualmente). En esa categoría continental actual hay alrededor de 60 equipos. Las condiciones cambiarán, con unas exigencias que muchos equipos asumen que no podrán cumplir, y cerca de diez equipos sí están cerrando los flecos, a través de sus asesores, para estar en esa categoría Pro Tour, que contará, salvo novedad de última hora, con dos equipos españoles: el Laboral Kutxa (que tiene ambición de ascender al World Tour, donde solo está el Movistar de España, en 2026, y el Eneicat-CMTeam, equipo leonés fundado en 2019 con Eneritz Iturriaga (43 años) al frente. La vasca, laureada corredora a principios de siglo, está al mando.

A estos cambios de la UCI se adelantó la RFEC el pasado invierno, y numerosos son los equipos que se echaron a un lado, o volvieron al campo amateur, mientras que el Eneicat resistió tras un periodo complicado. “Soy muy sincera y estuvimos en peligro. Las exigencias se triplicaron. Horas sin dormir, más canas, mucho trabajo… pero al final lo conseguimos y me quedo con todo el aprendizaje, porque tan solo tenemos cinco años de historia”, dice la exciclista. Hubo contactos y largas conversaciones con el Burgos BH para ir de la mano, potenciando un equipo que tenga sangre leonesa y burgalesa, pero no fructificó. Pudieron resistir gracias al apoyo y aporte colombiano (por eso el nombre CM Team).

“En ningún momento llegamos a pensar en cambiar la nación de la licencia del equipo”, añade la múltiple campeona de España, cuyo grueso del equipo está formado por corredoras españolas y colombianas. Algunas dejándose ver, como Claudia San Justo, que subió al podio como la más combativa en la Laguna Negra. “En España no es fácil seguir adelante con un equipo femenino. Muchas veces se dice de apoyar al ciclismo femenino, pero faltan muchos recursos todavía. Parece que no se cree que las chicas puedan andar tanto, y estáis viendo las medias (de km) que hacen. Llegará el momento que algún día alguien apuesta por nosotros (el Eneicat)”, explica la directora vasca, una de las pocas mujeres que son las máximas dirigentes de los equipos.

El Eneicat sigue una estrategia que en los últimos tiempos se ha visto a seguir a distintos equipos masculinos: correr en distintos puntos del planeta en búsqueda de los famosos puntos UCI. Por ello, esta temporada tienen victorias en países como Guatemala o El Salvador. Esto también está motivado por tener un patrocinador en América. “Ahora, para convencer a una corredora para que se dedique al ciclismo, no es tan difícil porque tienen su salario, seguridad social… es un trabajo, ya se acabaron las tonterías. En España algo estamos haciendo mal, visto está que hay solo ocho españolas en La Vuelta. Se ha visto un bajonazo. Esta semana vimos el otro día, en una escapada de diecinueve, a doce holandesas. Nosotras, dentro de nuestra humildad, seguiremos trabajando poco a poco”, concluye Iturriaga, que salvó al equipo y nunca se dará por vencida. La resistencia por bandera.

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