Pogacar: “Hubo mucha tensión”
El esloveno, involucrado en una montonera en el tramo final, quedó cortado, pero al ser zona de seguridad, todos los afectados tuvieron el mismo tiempo que el ganador.
“Será una jornada de salir con el cuchillo entre los dientes. Habrá lucha por meter el codo desde la salida neutralizada”, coincidían varios directores deportivos ayer, en Roskilde, antes de la etapa. Desde el control de firmas se respiraba tensión, con calma tensa en los corredores... bueno, en la mayoría, porque Tadej Pogacar bajó del autobús del UAE con tranquilidad, saludando a los aficionados que le reclamaban en una valla cercana e incluso dialogando con miembros del staff de equipo de cosas ajenas a la carrera.
Eso habla también de la convicción que tiene, tanto en su nivel como en el de su equipo, pero se llevó un pequeño susto. En el tramo final, ya dentro de los tres kilómetros antes de meta con los tiempos neutralizados en etapas llanas, hubo una montonera en la que el esloveno se vio afectado, aunque sin llegar a tocar el suelo. “No fue una etapa loca finalmente, pero hubo mucha tensión en todo momento. No me caí, y espero que todos los que lo hicieron estén bien y puedan tomar hoy la salida”, dijo tras la ceremonia del podio, un protocolo que se conoce con creces.
Lleva 43 etapas en el Tour de Francia, y en 34 de ellas ha llevado un maillot distintivo (79%). La mayoría de veces de amarillo y otras, como en este caso, de blanco al ser el líder de los jóvenes y tercero en la general total. Eso sí, no tiene por delante a ninguno de sus rivales por acabar en lo más alto en el podio de París. Es el favorito por excelencia, y uno de los dos junto a Jakobsen, triunfador este sábado, que llegaban a este Tour con diez triunfos en la presente campaña.
Otros corredores sí se fueron al suelo como el caso del veterano Rigoberto Urán, segundo en el Tour de Francia 2017. “¿Veis que tenga alguna herida? Pues ya está, eso es buena señal”, comentaba tras concluir la etapa el risueño colombiano. El grueso del equipo de Movistar entró en meta a bloque, con el susto en el cuerpo, pero sin daños que lamentar. Precisamente el hasta ayer líder, Lampaert, fue uno de los que se vio afectado en el temido puente Gran Belt, aunque sin mayores consecuencias. Una jornada en rojo salvada, porque los 176 corredores llegaron a meta.