TOUR DE FRANCIA | ETAPA 10

Pello Bilbao: “Va por ti, Gino”

El corredor del Bahrain detiene una sequía de victorias en el Tour para España que duró cinco años. “Gracias a Gino por darme esta inspiración”, dijo Pello emocionado.

Issoire
Jesús Rubio

Emocionado, con los ojos vidriosos tras cruzar la meta recordando a su compañero y amigo Gino Mader, fallecido el pasado mes de junio, Pello Bilbao (33 años) se impuso en Issoire, poniendo fin a una sequía de cinco años sin victorias españolas en el Tour de Francia. Es su segundo éxito del año, después de su victoria en enero en el Tour Down Under, y el primero en la carrera francesa. “Soñar y creer, seguir y no desistir, no rendirse, darle leña” (Amestu ta Sinistu eutsi, ez etsi sakatu, estutu jo ta ke egurre!), el lema que aparece en su bici en este Tour. El vasco del Bahrain atendió a los medios desplazados tras subir al podio, donde miró al cielo en repetidas ocasiones.

¿Cómo se siente tras esta victoria?

La clave era controlar las emociones. Las últimas tres semanas fueron muy intensas. El inicio de la carrera en el País Vasco fue muy emocionante, y en algunos momentos siento que me dejé llevar y perdí el control, dejé de correr como siempre corro. Esta vez, en cambio, tenía las ideas muy claras y tuve la capacidad de tomar las decisiones correctas en los momentos correctos. Sin cooperación en el grupo hubiera sido imposible. Los corredores que llegaron conmigo también querían la victoria, pero era el más rápido al sprint. Creí en mis posibilidades. y anulé los ataques de O’Connor y Zimmermann. Eso me permitió llegar al sprint con opciones de victoria y darlo todo.

Se sitúa quinto en la general, ¿es ahora uno de sus objetivos?

La prioridad era luchar por la victoria de etapa. No pensaba en la general, si bien di un buen paso en ella. Por qué no seguir luchando, ya que estoy en buena forma. Ayer gasté mucho, por lo que espero recuperar para ser competitivo también en las próximas etapas.

¿Cómo le afectó el calor?

Fue un día muy duro. Tuve suerte porque, después del día de descanso, llegas recuperado y completamente hidratado. Yo suelo sufrir mucho con el calor. Sin embargo, pude descansar bastante y eso me ayudó mucho. Además, el equipo estaba muy bien organizado para apoyarnos con agua, hielo… y el calor no fue un problema para mí.

Rompe una sequía de cinco años sin triunfos españoles, ¿qué le dice ese dato?

Era extraño que ciclistas españoles no hubieran ganado en cinco años. El nivel en España es muy alto, y muchos corredores están muy concentrados en el Tour. Es una prioridad para nosotros. Han sido cinco años muy largos. Estos días sentía una cierta presión, porque veía que todo el mundo creía que yo era uno de los que podía ganar… y al final les he dado la razón.

Pello Bilbao, en el esprint de Issore

¿Mentalmente se vieron preparados para competir en este Tour de Francia?

Fue duro recuperarse de la muerte de Gino. Cuando nos retiramos de la carrera de Suiza, los directores vieron lo afectábamos que estábamos todos. Nos ofrecieron ayuda psicológica. Para mí, la mejor ayuda fue irme a casa, estar con mi familia, especialmente con mi hija Martina. Ella me dio esa tranquilidad y me ayudó a dejar atrás esas emociones tan duras. Así me empecé a sentir mejor sobre la bicicleta, y recuperé las ganas de afrontar el Tour. Al final, fue posible llegar al Tour en buena condición física. Gino me dio las razones para querer hacerlo, para querer ganar, para concentrarme, para hacer mis mejores entrenamientos posibles y llegar en las mejores condiciones a este Tour. Fue una inspiración. Me quito un gran peso de encima: lo quería hacer sí o sí por él. Hubiera sido muy especial hacerlo en casa (País Vasco), pero ha sido aquí. Lo he disfrutado y he sacado todas las emociones que tenía dentro. Va por él.

¿Ha cambiado su percepción del riesgo?

En los primeros días, especialmente entrenando, me daba mucho miedo ir rápido en las bajadas. Pero, en todo caso, fui a ver la etapa de San Sebastián… y estaba con los directores, planeamos lanzarme bajando Jaizkibel… y probé la carretera un par de veces. Ahí vi que sí, que quería asumir el riesgo. Aquel día, me concentré en el momento, en marcar la diferencia allí. Y sí, pasé miedo. Pero no puedes vivir con ese miedo, porque sobre la bici vas rápido, te pasan los coches rozando… Había mil motivos para arriesgarse: por Gino, por mi familia…

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