Roglic, Kuss y el Angliru en 2020: “Sin él hubiese perdido más tiempo”
En la edición de hace tres años, una de las más apretadas de los últimos tiempos, el estadounidense tiró del esloveno para reducir la renta de Carapaz.
Lo sucedido este miércoles en el Angliru, con Roglic y Vingegaard (este último sin relevar al esloveno) dejando atrás a su compañero y líder de La Vuelta, Sepp Kuss, está generando división de opiniones en el entorno de la carrera. Desde el equipo, incluido el propio Kuss, apuestan por la ley del más fuerte para dirimir el ganador de la carrera, una vez que tienen bien encaminado estar los tres en el podio de Madrid. Con Roglic y Vingegaard se contaba en la previa de la carrera como dos de los candidatos (tal vez los máximos) candidatos al triunfo final. La sorpresa fue Kuss, que tras su escapada y posterior victoria en Javalambre, en la sexta etapa, se vistió de rojo y con un buen colchón. Ahora afronta la 18ª, todavía al frente, pero con una ventaja mínima, de ocho segundos, sobre Vingegaard y 1:08 sobre Roglic tras ceder parte del colchón que tenía en el Angliru.
El de Durango, que “sueña con ganar La Vuelta”, tal como dijo en AS, es uno de los mejores gregarios del pelotón y en esta Vuelta tiene ante sí “tal vez la única oportunidad de ganar una grande” como destacó tras el Angliru. Esa pequeña fricción en el Angliru (”libertad total”) fue distinta a la última vez que se ascendió el coloso asturiano. Fue en 2020, en una Vuelta otoñal por la pandemia. La etapa se celebró el 1 de noviembre, y la victoria fue para el británico Hugh Carthy.
Roglic sufrió ante Carapaz, su gran rival, y Kuss tiró de su compañero en los kilómetros finales. “Lo siento por Kuss, porque él podría haber ganado la etapa. Quiero darle las gracias por su apoyo en el tramo final. Sin él hubiese perdido más tiempo”, dijo Primoz en aquel momento tras la etapa. Finalmente, perdió diez segundos con Carapaz, y aunque el ecuatoriano le arrebató el maillot rojo ese día, el esloveno lo recuperó en la jornada siguiente en la contrarreloj. Finalmente, y tras sufrir en La Covatilla en la antesala de Madrid, conquistó La Vuelta por tan solo 24 segundos. Un día, el del Angliru, en el que Kuss fue clave para su líder.