Roglic empieza avasallando

El primer cara a cara de las grandes estrellas del ciclismo actual, al margen de Pogacar, tuvo un guion muy esperado. Roglic corre en Euskadi emparentado con las manecillas del reloj. Su nombre es imbatible en las cronos de la Itzulia, que acaba de cumplir cien años. En subida, con perfil tendido, bajando, con adoquines, sin ellos... no hay quien le haga sombra. Eibar 2017, Lodosa 2018, Bilbao 2021, Hondarribia 2022... e Irún 2024. Es un verdadero caníbal peleando en esta especialidad del ciclismo más individual, cuando uno explora sus límites sin pensar en los demás hasta que cruza la meta. Invirtió en la etapa que descorchaba la carrera vasca, por Irún, 12 minutos y 34 segundos, y eso que se equivocó buscando la meta en el trazado final y perdió un tiempo muy valioso al tener que rectificar. Fue una maniobra extraña, ya que había reconocido el terreno con anterioridad. Se fue por el camino equivocado justo tras adelantar al polaco Owsian, que había salido dos minutos antes. Cuando atravesó la meta mejoró el tiempo que marcaba Ayuso, el mejor hasta entonces. En el podio no le cabía la sonrisa en la cara al líder del Bora y regaló a la entregada afición irundarra todos los ramos de flores que fue acaparando.

Primoz ya ha estrenado palmarés con el Bora. Aventajó a Evenepoel y Vingegaard en 11 y 15 segundos, respectivamente. Entre el esloveno, el belga y el danés, primero, cuarto y quinto, se colaron el australiano Vine (UAE) y otro danés, Skjelmose (Lidl-Trek), a 7 y 10 segundos, respectivamente, de Roglic. El esloveno, que ha cambiado de equipo y se hace raro verlo con otros colores, necesita alicientes para elevar su autoestima en esta nueva etapa. Cumplió los pronósticos y se anudó el estreno de la ronda vasca, una pelea muy técnica sobre 10 kilómetros con salida en la calle Luis Mariano, en una zona empedrada que hace botar a la bici; un único pico a los cuatro kilómetros, Olaberria, de tercera, con 1,7 km de recorrido y rampas al 5,2 por ciento de desnivel; y una cuesta final corta al 10 por ciento. La llegada a la plaza del ayuntamiento, con mucha gente aprovechando el día festivo en Euskadi, fue muy celebrada.

En el paso intermedio por Olaberria, Roglic era ya el mejor, con 6:55, un segundo mejor que Hayter, 5 que Vine, y 8 que Vaulequin. Evenepoel cedía 9 en ese punto intermedio. Este también se cayó en la segunda curva, por ir muy a cuchillo desde las primeras pedaladas. Dio un manotazo en el suelo de rabia y se incorporó rápido. Se dejó siete segundos. Muchos participantes trazaron esos primeros giros subiéndose a la pequeña acera. El esloveno lució uno de esos cascos futuristas, casi de astronauta o de Guerra de las Galaxias, que hoy se despide de las carreras profesionales, ya que ese tipo de modelos serán eliminado del catálogo. Entiende la UCI que el accesorio va en contra del reglamento.

Los favoritos podían elegir y adelantaron mucho su concurso en la crono. Roglic inició el recorrido a las 14:30, Vingegaard, dos minutos después y Evenepoel lo hizo a las 14:57, el 48 de los participantes y cuando se puso en marcha aún quedaban 120. Acertaron en la elección, desde luego, porque les acompañó el sol y la previsión de lluvia y fuerte viento a primera hora de la tarde se cumplieron fielmente. Arrieta, por ejemplo, salió en los últimos turnos, a a las 17:00 acompañado por una fuerte granizada y se resbaló en la misma curva que Vingegaard. Luego trató de coger ritmo, e puso a 48 kilómetros por hora, pero el daño ya lo llevaba. No se lució el vigente campeón, con una estrategia algo conservadora similar a la de la Tirreno Adriático, sin arriesgar demasiado, conocedor de que aún quedan cinco jornadas para dilucidar al vencedor. Los 15 segundos de distancia le permiten estar muy cerca de la cabeza y mantener su favoritismo en la carrera, en la defensa del reinado de 2023.

Tras la exhibición, Roglic, triple ganador del a Vuelta y doble de la Itzulia e inédito desde la París-Niza, se sentó cómodamente a las tres menos cuarto en un sillón a ver el desenlace de la crono y sonreía en cada plano que le lanzaba la cámara. Esperó pacientemente casi tres horas y se fue al podio a vestir de amarillo. Sexto, a 16 segundos del esloveno, acabó Vauquelin, la misma distancia que Ayuso (UAE), primer gran tiempo en meta y líder de una participación española irregular, con Pello Bilbao (Bahrain), Carlos Rodríguez (Ineos) y Mikel Landa (Soudal Quick Step), a 25, 37 y 55 segundos de Roglic. Pidcock tuvo que ser hospitalizado en los ejercicios para reconocer la crono, por un golpe de viento, así que es la primera baja de la Itzulia’24. se confirmó la ausencia de los Yates, Simon, en preocupante baja forma con los colores del Jayco, y Adam ha dejado su plaza a un Jay Vine que ha brillado en este estreno.

Roglic seguro que aseveró en meta: si ponéis más cronos en las próximas ediciones, aquí me vais a tener, seguro. La segunda etapa, este martes, llevará a los corredores desde Irún a la localidad francesa de Cambo-les-Baines a través de 160 km rompepiernas aunque con solo un alto puntuable, el de Saint-Ignace, de tercera, en el km 20 del recorrido. La jornada se presume más para aventureros, clasicómanos o esprinters que para los favoritos a pesar de sus dos últimos km en ligera subida.

CLASIFICACIÓN ETAPA Y GENERAL

1. Primoz Roglic (ESL/Bora-Hansgrohe) 12:34.

2. Jay Vine (AUS/UAE Team Emirates) a 7

3. Mattias Skjelmose (DIN/Lidl-Trek) a 10

4. Remco Evenepoel (BEL/Soudal Quick-Step) a 11

5. Jonas Vingegaard (DIN/Team Visma Lease a Bike) a 15

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