La camaleónica Barbieri

Hablar de Rachele Barbieri (Pavullo nel Frignano, 25 años) es hablar de velocidad. La italiana es una de esas corredoras casi en peligro de extinción, sobre todo en el pelotón femenino, que compagina el ciclismo en pista con el de carretera, con méritos más que respetables sobre asfalto: plata nacional en ruta, bronce europeo, segunda en una etapa del Giro Donne... Pero es en los velódromos donde la corredora del Liv Racing Xstra, equipo con el que dio el salto al World Tour en la última temporada, ha brillado más, con un oro mundial (scratch, 2017) y dos europeos (ómnium y madison, 2022).

Y es en esos escenarios donde Rachele se encuentra inmersa ahora, en plena competición, con motivo de la segunda edición de la UCI Track Champions League, donde el próximo sábado afrontará la segunda ronda del programa en Berlín (arrancó 8ª de la general de resistencia en Mallorca). “Estoy muy muy emocionada, sobre todo por saber que se está intentando relanzar tanto este deporte (modalidad de pista), que tendrá tantísimos espectadores... Muchísimos amigos me seguirán desde casa, como en un Europeo, Mundial o Juegos Olímpicos. Estoy muy contenta, aunque será exigente”, explicó emocionada Barbieri al hablar con AS sobre lo que representa para ella una Liga de Campeones con doble función: “Primero de todo, el objetivo será divertirme y dar espectáculo. Después, obvio, soy muy competitiva y quiero conseguir el mejor resultado. Pelear por la victoria será difícil porque no llego a esta Champions League al 100%, pero me permitirá llegar en una mejor condición a la carretera después del invierno”.

Y esa próxima temporada en carretera, en condiciones óptimas, pasa por dos grandes escenarios, pero sobre todo, un Tour de Francia que en 2023 alcanzará una nueva dimensión con la incorporación del Tourmalet. “El próximo año pienso correr el Tour de Francia. Todavía tengo que discutir mi calendario con el equipo, porque el Europeo de pista (8 al 12 de febrero) puede cambiar mi planificación. Será exigente compaginarlo, pero sobre todo quiero estar en el Giro y el Tour”, explicó la italiana sobre su futuro calendario en un ciclismo femenino que, en palabras de Rachele, sigue progresando a pasos agigantados: “Está creciendo tantísimo el ciclismo femenino... Para nosotras es una gran satisfacción, el ver tanto retorno mediático, tantos patrocinadores, tanta visibilidad... Creo que todavía tiene la necesidad de seguir creciendo y no quedarse aquí, pero es muy bonito saber que se están viendo nuestros valores, nuestra importancia”.

Por último, y no por ello menos importante, asoma en el horizonte de 2024 los que serían sus segundos Juegos Olímpicos, donde estaría en el mismo escenario donde atendió a este medio en los prolegómenos de la Champions League, el Vélodrome National de Saint Quentin en Yvelines (París), cita sumamente especial para Barbieri (lleva tatuados los aros olímpicos): “Sueño mucho con estar en los Juegos de París. Fue muy bonito estar aquí en los Mundiales (en el Vélodrome National) y ver estas gradas llenas de gente. Es verdaderamente emocionante porque te hace soñar con lo que podrá ser esto en las olimpiadas de 2024, pero espero no soñar más en el futuro y vivirlo de verdad”. Con su prometedor potencial, a buen seguro que estará en París.