Iván Romeo: “En España hay mucho talento”

“Yo también tengo la incógnita de qué tipo de corredor seré”. Eran las palabras que Iván Romeo (21 años) trasladó a AS durante el pasado AlUla Tour, a finales del pasado enero, cuando el gigante vallisoletano (1,93 m) todavía no se imaginaba lo que estaba por llegar. La duda, al margen de la progresión que siga experimentando, quedó resuelta esta misma semana en Zúrich, escenario en el que el corredor del Movistar, donde tiene contrato hasta 2025, se proclamó campeón del mundo contrarreloj en categoría sub-23. Será un gran especialista en la batalla contra el tiempo, pero Iván no se cierra puertas a aspirar a cotas más altas, con la constancia y el trabajo diario por bandera.

—Campeón del mundo contrarreloj, que se dice pronto. ¿Le sorprendió?

—Un poco sí, un poco no. Sabía que estaba muy preparado para la crono, que llegaba en el mejor momento de mi vida en cuanto a rendimiento. Entonces tenía mucha confianza. Pero bueno, es un Mundial, están los mejores y es muy difícil que salga todo como tú quieres. Gracias al trabajo y al esfuerzo que hicimos en esta preparación salió todo a pedir de boca.

—¿Qué se siente al llevar un maillot arcoíris?

—Durante la crono me centraba en seguir el plan a pie de la letra y no salirme de ahí, porque si no lo puedes pagar al final. Yo iba siguiendo el mejor de los planes que teníamos y aun así sentía que tenía más. Me lo guardé para esos últimos 10 kilómetros llanos del final, que sabía que iban a ser muy duros, ahí ya sí que di todo lo que tenía y por suerte pude hacer ahí un gran parcial, que fue lo que terminó decidiendo la crono.

—En el AlUla Tour dijo en AS que todavía no sabía qué tipo de corredor sería. Lo que queda claro es que será un gran contrarrelojista.

—Espero que siempre tenga margen y poder ir hacia arriba. Si no, al final la crono me encanta y siempre la he preparado con mucho mimo. No es casualidad, es mucho trabajo. Espero poder seguir trabajando bien, dar pasos hacia adelante y dentro de unos años poder estar compitiendo y quién sabe si disputando la crono con los mayores.

—¿Qué carrera ha soñado ganar algún día?

—No tengo una carrera concreta, pero si tuviera que decir una seguramente sería un campeonato del mundo. Creo que es como la carrera individual más grande que hay, ya sea de crono o de ruta. Es algo que queda para la historia así que si tuviera que quedarme con un sueño sería ese.

—Ya acumula experiencia en la élite del ciclismo de la mano del equipo Movistar. ¿Qué ha sido lo más difícil del salto de categoría desde sub-23?

—Es un ciclismo más táctico y también influye mucho más la resistencia al final. Hay que hacer esfuerzos en la tercera, cuarta, quinta, sexta hora de carrera y eso es lo que cuesta, a lo que realmente cuesta adaptarse. Por eso es difícil ver a gente joven ahí, aunque cada vez hay más. Remarcaría eso, la repetición de esfuerzos y el rendir con fatiga es lo más complicado.

—Hablando de una joven generación, la próxima que viene en España con usted, Pablo Torres o Adrià Pericas es de lo más ilusionante. ¿Qué perspectiva de futuro tiene?

—Creo que hay mucho talento. Nosotros tenemos un equipazo, los sub-23, con Pablo, conmigo, con Arrieta… pero los júniors ahora con Adrià seguirán para arriba, así que hay que centrarse en eso y cada día ser un poquito mejor.

—Todavía tiene contrato para 2025 con Movistar, estructura en la que el talento joven está poniendo rumbo a otros equipos. ¿Tiene intención de escuchar ofertas o apuesta por continuar?

—Es algo en lo que ahora mismo no pienso si te digo la verdad, estoy concentrado en la carrera del viernes (fondo sub-23), y espero poder hacer muy buena carrera. Creo que ahí tiene que estar mi foco. Yo mi trabajo lo hago en las carreteras y lo demás se lo dejo a mi representante. Cada uno que haga lo suyo.

—Como usted decía, con ese buen grupo que tiene España para afrontar el fondo sub-23, las expectativas serán altas. ¿Qué objetivo se marcan?

—Sí, desde luego. Obviamente, tenemos expectativas muy altas. Tenemos un grupo fuerte y muy completo y que creo que puede optar a cosas grandes. Hay que ver cómo queremos plantear la carrera, va a ser una locura seguro, así que intentaremos estar lo más preparados posibles.

—Dentro de esa locura y de lo impredecible que es un Mundial, ¿será Pablo Torres el referente del equipo?

—Será una de las bazas que juguemos, pero creo que si algo tenemos en el equipo es un nivel medio muy alto, entonces tenemos que aprovechar también esa posible superioridad que podemos tener en algún momento de la carrera y jugar varias bazas. Hay corredores que a nivel individual a lo mejor están un poco por encima, pero tenemos que saber jugar de una forma táctica y con el objetivo claro.

—¿Cómo ve a los rivales?

—Jan Christen, Morgado, Blackmore, que viene de ganar el Tour del Porvenir y otras carreras en el máximo nivel. En general, hay un nivel altísimo, creo que eso es evidente. Pienso que estamos ahí, que estamos en ese nivel y tenemos que creérnoslo e ir a por otra medalla o quién sabe si a por otro maillot. No me cabe duda de que será uno de los Mundiales de más nivel de los últimos años. De la crono seguro, porque me acuerdo que vi el dato de que a nivel estadístico era el Mundial sub-23 con más nivel de siempre, así que muy contento de haberlo ganado. Para la ruta creo que será más de lo mismo.

—Pasando a un plano más personal. ¿Cómo se inició en este deporte y de dónde viene su afición por el ciclismo?

—Mi familia siempre ha sido amante del deporte, ya no solo del ciclismo, del deporte en general. Siempre hemos sido unos locos de esto, siempre hemos sido de vacaciones a ver la Vuelta, incluso a ver el Tour y poco a poco le cogimos mucho amor a este deporte y a esta forma de vida, que es muy sacrificada, pero que también es muy agradecida cuando salen las cosas bien. Tengo una familia que me apoya muchísimo, mi hermano es ciclista, tengo una grupeta increíble también, entonces creo que entre todos nos apoyamos a que sea más fácil lo que es difícil.

—Al margen de todos los sacrificios, ¿cómo ocupa su tiempo libre fuera de competición?

—Me gusta mucho estar con la familia, es lo que más me gusta, estar con mi hermano pequeño que juega al baloncesto y me encanta. Ver la NBA es uno de los hobbies que tengo, veo mucho baloncesto, me gusta bajar a jugar con él a las canastas al lado de casa, es de lo que más disfruto. Por lo demás, nada del otro mundo, soy un tío muy normal en ese sentido.

—Con ese 1,93 de estatura, pudo haberse dedicado al baloncesto perfectamente.

—Me gustaba mucho, jugué un tiempo, pero bueno, al final tiramos por la bici que parecía que teníamos más futuro (risas).

—Con el poco calendario que queda, ¿qué le pide ya a la temporada 2025?

—Mirarme al espejo y decir: ‘hemos hecho bien las cosas’. Creo que eso es a lo que hay que apuntar, porque muchas veces te marcas un objetivo u otro y al final todo eso llega solo cuando haces bien las cosas con constancia.

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