CICLISMO

Froome: “Quintana y Contador, los que más me hicieron sufrir”

El británico, cuádruple ganador del Tour y que espera volver a Francia en 2024 tras su ausencia este año, es parte importante de los Critériums del Tour en Asia.

Singapur
A.S.O./Thomas MaheuxA.S.O/ThomasMaheux

Cuando se habla de Chris Froome, uno de los corredores más grandes de siempre, como su palmarés indica, hay que marcar dos partes distanciadas en el tiempo, con junio de 2019 como fecha clave. Antes de ese mes, el británico nacido en África maravilló: cuatro éxitos en el Tour (a uno del récord de pentacampeones), dos en La Vuelta (una carrera que quiso mucho y no paró hasta ganarla, aunque conquistó una desde un hospital tras la sanción de Juanjo Cobo) y un Giro con un ataque a 80 km de meta, de esos que no se olvidan. Después del citado mes, Froome es otro. Un accidente mientras reconocía una crono del Dauphiné le cambió para siempre. Meses en cama, rehabilitación y dudas sobre su futuro e incluso su vida. Tras todo aquello, pudo volver a la competición, aunque nunca regresó a su nivel estelar, y es que el ciclismo también cambió desde entonces.

“Y sigo sin acordarme de lo que sucedió. No me acuerdo de nada, solo que Poels estaba a mi lado tratando de ayudarme”, dice Froome en el Critérium de Singapur, en un ambiente tranquilo, para promover el ciclismo, siendo una figura importante para ASO en este tipo de pruebas. Es y seguirá siendo una celebridad, aunque ya no gane, y a sus 38 años no se rinde. Este verano, su equipo, el Israel, le dejó fuera del Tour, a pesar de que el británico se veía “listo para ir”, y ahora su reto es volver en 2024. Ha hecho cambios en su forma de ir sobre la bicicleta que cree que le pueden dar el impulso que le falta: “Antes, tras dos o tres horas sobre la bici, me empezaba a doler la parte inferior, y pensaba que era por la edad. Sin embargo, comencé a hacerme preguntas sobre mi posición en la bicicleta, y comparé con otra que tenía de mi época en el Sky, con una de las antiguas. Noté la diferencia”. Y esa diferencia no es otra que la variación de “sobre 3 centímetros” en las barras de la bicicleta, lo que provocaba su dolor.

29/10/2023 - Singapore Criterium - RaceSWP-2321A.S.O./Thomas Maheux

“Tras aquello, he hecho grandes cambios y creo que me ayudarán a rendir mejor. Cuando llegué al Israel (2021) estaba muy enfocado en hacer trabajo de rehabilitación, y cambié de bici sin reparar mucho en ello, no era mi prioridad. Ahora sí estoy contento de haberme dado cuenta de ello. Es algo positivo para mí, porque me da confianza y puede ser importante en el reto de volver a un nivel alto”, explica el británico en un ambiente distendido, con detalles mientras observa al fondo Marina Bay y los lujos de Singapur. Y, con todo lo vivido, ¿le sigue mereciendo la pena seguir al más alto nivel? “¡Claro! Para mí es simple: me encanta correr, amo montar en bicicleta. Sueño con ganar, y disfruté muchísimo cuando lo hacía. Y, sin ganar, también sigo disfrutando”, cuenta con entusiasmo. Para su retirada quedan, mínimo, dos temporadas. Tiene contrato con el Israel hasta 2025 y afirma que lo va a cumplir.

Sus hijos tienen 5 y 7 años, y no tienen recuerdos de su padre ganando (su última conquista fue el Giro de 2018), pero quiere transmitirles en su mensaje con su forma de vida tras el accidente: “Perseverancia, trabajo duro y dedicación”. En el panorama ciclista actual, y en el Tour en particular, la rivalidad Vingegaard-Pogacar es la mayor que existe. El británico habla sobre sus grandes rivales en su extensa y laureada carrera: “Uf, esto es divertido. No he tenido uno en concreto, hubo gente diferente y en distintas situaciones. Nairo Quintana en el Tour fue uno de ellos. En La Vuelta, al igual con Alberto Contador. Fueron los que más me hicieron sufrir. También Romain Bardet fue un duro oponente”. En 2017, Froome hizo el doblete triunfador Tour-Vuelta, algo que nadie más ha hecho desde que la ronda española pasó a disputarse a final de temporada, allá por 1995. “¡Y eso que me llevó varios intentos hasta conseguirlo! Seguro que no pasará mucho tiempo hasta que alguien lo consiga, porque Vingegaard estuvo muy cerca de hacerlo”, explica Froome, que llegó a correr con los mejores “a los 24 años”, algo casi impensable ahora.

Chris Froome firma autógrafos en el Critérium de Singapur.A.S.O./Thomas MaheuxA.S.O/ThomasMaheux

“Nuestro deporte cambió mucho en los últimos cinco o diez años. Hay muchas personas en todo el mundo recopilando datos de rendimientos, carreras… a chicos muy jóvenes, de 14 o 15 años. Estuve con los grandes profesionales a partir de los 24 años, y pasé 3 o 4 temporadas cometiendo errores y aprendiendo. Ahora, a los 15 años, tienen método de entrenamiento, nutrición. Todo es mucho más precoz. Si no has ganado a los 24, quizás ya no puedes estar entre los mejores, a no ser que vengas de otros deportes, como Roglic. Nunca pensé que podríamos ver a un ganador del Tour en sus primeras décadas de vida, pero quién sabe, tal vez alguno lo hace pronto con 18 o 19 años”, desgrana un veterano como Chris, que tiene el Tour 2024 como reto. No el ganarlo, sino de competir. “Además, las etapas finales son cerca de mi casa, donde entreno”, dice el residente en Mónaco, que después de su carrera deportiva quiere seguir promoviendo el ciclismo en África, gravel, mountain bike… “Pero todo eso se verá después”. Aún queda Froome, al menos hasta 2025.

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