Chris Froome quiere demostrar durante el próximo Tour de Francia que ya está recuperado por completo de la dura caída que sufrió el año pasado antes de la crono del Dauphiné y que le impidió competir en la Grande Boucle.

La revista Men's Health ha recopilado a través de un reportaje cómo ha sido la recuperación de Froome tras su grave caída que le hizo ingresar en la UCI. "Realmente la recuperación ha sido progresiva, porque no sabíamos cuánto podría durar. Hicimos diferentes planes al principio, pero los fuimos revisando continuamente", manifestó Tim Kerrison, su entrenador.

Siete semanas después Froome ya iba por delante de los tiempos previstos en la recuperación y en el mes de agosto empezó a hacer sesiones de fisioterapia durante tres o cuatro horas por la tarde y a rodar con la bicicleta utilizando solo su pierna izquierda.

A finales de agosto y 10 semanas después del accidente Froome ya salió a rodar y a finales de septiembre ya robada por las carreteras cercanas a Mónaco. En octubre el británico participó junto a sus compañeros del Ineos en en el Criterium del Tour de Francia en Japón antes de someterse en el mes de noviembre a una nueva operación para retirarle las placas que le pusieron en la cadera y en el codo.

Fue la última operación antes de la puesta a punto definitiva para Froome, que en el mes de enero se concentró con sus compañeros del Ineos y en febrero se puso de nuevo un dorsal en el UAE Tour aunque con discretos resultados.

Froome cogió impulso de las palabras que le dijo el médico tras salir de la UCI, que le confesó que podría recuperarse al 100%. "Eso era lo que quería escuchar. A partir de ahí pensé que todo iría a mejor". Y durante el parón por la cuarentena Froome no ha dejado de entrenar en busca de su quinto Tour de Francia para entrar en el Olimpo de la ronda gala antes de afrontar su nueva aventura con el Israel Start-Up en 2021.