GIRO DE ITALIA | ETAPA 6

Las lágrimas de Simon Clarke en Nápoles

El australiano, junto a De Marchi, fue cazado por el pelotón a 300 metros de la línea de meta. De haber ganado, habría conseguido victorias en las tres grandes.

Nápoles
Giro d'Italia

A veces es duro hacer segundo en una carrera, independientemente del desarrollo de los acontecimientos. Pero quedarse a 300 metros de la gloria cuando sabes que eres más rápido que tu rival en la fuga, debe ser una sensación frustrante. Simon Clarke lo experimentó en esta sexta etapa del Giro de Italia que concluyó en Nápoles, donde al australiano le faltó un suspiro, junto a Alessandro de Marchi, para conseguir lo que habría sido un momento histórico en su carrera: conseguir victorias de etapa en las tres grandes vueltas.

“Lo dimos todo. Necesitábamos diez segundos más y lo teníamos”, explicó el australiano después de cruzar meta, recuperando el aliento. Segundos después no podía contener las lágrimas ante la oportunidad perdida. El consuelo de sus compañeros del Israel Premier Tech no servía, tampoco el de un De Marchi al que Clarke quiso quitar cualquier responsabilidad por lo sucedido, ya que el italiano no le relevó en la recta de meta, consciente de que era más lento al esprint que Clarke.

“Es el juego al que ha jugado, pero le tengo que dar las gracias porque de no ser por él no habría estado tan cerca de la victoria. Nos conocemos muy bien el uno al otro. He sido segundo, tercero y cuarto en otras etapas. La victoria habría sido alucinante para nosotros, pero no pudo ser”, explicó el de Melbourne, que finalmente recuperó mínimamente el optimismo: “Tuve una oportunidad en la fuga de la etapa cuatro, hoy de nuevo, quizás mañana otra vez… Hay que escoger el día correcto”. Está haciendo méritos.

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