ACB | BILBAO-MURCIA

Ponsarnau: “Yo voy a aplaudir a Hakanson”

El escolta sueco regresa a Miribilla con el Murcia, adonde se fue tras pagar la cláusula de rescisión. Hlinason, feliz por ser el mejor ‘matador’ de la ACB con Poirier.

Pepe TorresEFE

Caben pocas dudas en el debate de si el baloncesto y el fútbol manejan los mismos códigos o diferentes. El Bilbao Basket suele ser un club en el que se promociona a muchos jugadores y cuando estos dan la espantada a otras entidades son recibidos con aplausos en Miribilla. Ocurrió con Sulejmanovic cuando hizo las maletas hacia el opulento Tenerife y volverá a pasar este año cuando regrese con el más humilde Zaragoza. El estreno con el Andorra fue un recital de afecto hacia todos los ex que hay en el conjunto del Principado. Sólo se concentran los pitos con Sito Alonso, porque no acaba de manejar bien su discurso muchas veces retórico. Hakanson ha sido un ídolo para la afición bilbaína y, de forma inesperada, se marchó en verano al Murcia abonando la cláusula de rescisión cercana a los 20.000 euros. Una entidad con más poderío económico, “que ha dado un salto” según Ponsarnau para acercarse a los ocho mejores presupuestos, pero que tampoco es un club de Euroliga, hacia donde parecía enfilar el año pasado Ludde tras una racha de partidos mágicos.

No cayó bien esa decisión en la capital vizcaína. Pero es seguro que el domingo por la mañana será ovacionado. El propio técnico lo tiene claro: “El público es amo de sus decisiones. Yo lo que voy a hacer es aplaudirle como agradecimiento a lo que aportó. Considera que tuvo la oportunidad de dar un paso adelante en su carrera y se marchó, pero en el tiempo que estuvo aquí, defendió esta camiseta con profesionalidad, nos ayudó a competir e hizo buen trabajo la temporada pasada. Tanto que tuvo la oportunidad que buscaba de dar un paso adelante en su carrera. Agradecimiento, a seguir y a que no le salgan bien las cosas en este partido”. El técnico de Tàrrega considera que la defensa sobre el escolta sueco, capaz de generarse y anotar tiros de tres en el uno contra uno, puede ser determinante, como en el final del partido del miércoles con el Obradoiro ante Jordan Howard.

En el vestuario del Surne aún resuenan las acciones extrañas que se vieron en el Fontes do Sar el miércoles. Por ejemplo, la técnica al banquillo del Obradoiro y a Andersson cuando un ayudante de Moncho Fernández retuvo un balón para que no lo sacaran en contraataque. Se tropezó porque había poco espacio y muchos pies en el banquillo se fue al suelo, sin soltar la bola. Blazevic se encaró con Andersson cuando este le trataba de arrebatar el balón. Con una acción así, si ya hay un aviso previo, se castiga con técnica. “Los entrenadores podemos intervenir y es una idea muy bonita este tipo de salidas. Pero, al final, salimos perjudicados, porque no pudimos poner el balón el juego y se repartió una técnica por bando”, protesta Ponsarnau. Aunque Rojas está fuera, considera que sigue siendo un bloque “muy duro”. Lo importante es que hace tres días se rompió la racha que ya pesaba de 12 partidos sin ganar a domicilio. “El equipo dio la talla y borró la sensación de debilidad mental que ofreció durante ocho minutos en el derbi de Vitoria. Somos un equipo en construcción, no sólido, y cada partido es una muy buena experiencia para seguir creciendo. Desde las victorias se hace un poco más feliz”, subrayó.

El UCAM lleva un 3-0, marcha invicto, algo de lo que solo pueden presumir Real Madrd y Girona. “Es un equipo muy exigente que ha cambiado muchísimo, para mí a mejor en todas las líneas. Ha mejorado su potencialidad defensiva y ofensiva. Está compensado entre jugadores a gran nivel defensivo y ofensivo, aunque no son mancos en la otra parte de la pista. Es un equipo muy largo, compensado y con equilibrio. Claramente tiene un potencial físico de los de arriba. Se ha acercado mucho y para mí va a ser mejor que alguno de los ocho primeros de la temporada pasada. Lo que ha demostrado en estos tres partidos es que tiene mucha fuerza y a 40 minutos es difícil ganarle. Granada casi lo hace a 40, pero a 50, perdió, tiene la potencialidad física de los de arriba”, remarca Ponsarnau, quien sigue preocupado por las lagunas del Bilbao Basket en el rebote.

Killeya-Jones permanece en reposo por sus molestias en la espalda, aunque mantiene la esperanza de jugar ante el Murcia. Andersson aún tiene secuelas de una gastroenteritis y el enorme esfuerzo de Santiago. Y Renfroe está ya bien. Como Hlinason, que batió en Vitoria ante el Baskonia su récord de asistencias en la ACB: 5. “Normalmente soy el que coge el balón y acaba. Si puedo mover la bola, distribuirla, y que el equipo sea mejor, incidiré en ello”. Es segundo en la tabla de matadores de la ACB, empatado con Poirier: 2,7 por partido. “Quiero seguir de esta forma para ser importante en este equipo y en la ACB. Si hay algún problema con los ganchos, el mate es canasta seguro, al cien por cien”, indica el islandés, quien elogia el partido de De Ridder en Galicia: “Es muy joven y tiene mucho talento para mejorar y ayudarnos este año”.

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