Zion Williamson vuelve a rugir

La temporada no va a ser fácil, al menos en estas primeras semanas, para Memphis Grizzlies, uno de los equipos más atractivos y competitivos de las dos últimas fases regulares. Y uno azotado ahora mismo por los problemas. El más mediático, esa sanción de 25 partidos a Ja Morant (le quedan 24 por cumplir, ahora). Pero otro trascendental, muy importante, las bajas de Steven Adams, que no jugará en toda la temporada, y Brandon Clarke, que todavía no ha regresado y que en principio tiene para rato tras su lesión del tendón de Aquiles en marzo. Además, Santi Aldama no pudo jugar por un esguince de tobillo, y los de Tennessee estuvieron a merced de los Pelicans (104-111). Nunca muy descolgados, tampoco con sensación de poder dar la vuelta al partido.

Todo lo emocionante que tenía que pasar, pasó antes de empezar. La entrada en pista con Derrick Rose (el viejo ídolo de los Tigers de Memphis) al frente de la carga, la presentación a cargo de Tony Allen y Zach Randolph, los padrinos del Grit and Grind. Después… la dura realidad. Nadie que no sea Desmond Bane (5/10 para 31 puntos) anota por fuera con fluidez. Nadie que no sea Xavier Tillman (12 y 17 puntos) coge rebotes a buen ritmo. Marcus Smart hizo lo que pudo, pero ahora mismo estos no son los Grizzlies rápidos y físicos de hace unos meses. Jaren Jackson Jr está incómodo sin un pívot grande (Adams) a su lado, y sufrió contra el corpachón de Jonas Valanciunas, el ancla de unos Pelicans superiores, que mandaron siempre y que remataron con un estirón definitivo (de 81-90 a 81-97) para evitar sustos. CJ McCollum anotó 6 triples y 24 puntos, Brandon Ingram acabó con 19 y 6 asistencias y la noticia, claro, estuvo en el regreso de Zion Williamson. Algo oxidado, todavía no en plenitud, el ala-pívot tardó mucho en arrancar, empezó a producir tarde pero firmó un último cuarto de 12 puntos y 5/7 en tiros para 23 puntos y 7 rebotes en total. Solo verle en pista de nuevo ya es muy prometedor.

Los Timberwolves, con sus males de siempre

Partido de teóricas clases medias en Toronto, donde la del Este (los Raptors) se impuso a la del Oeste (los Timberwolves): 97-94 en un estreno decepcionante de los Wolves, sobre todo porque repitieron los errores que ya les lastraron la temporada pasada. Muchos tiros liberados que se fueron al limbo, pérdidas perfectamente evitables, malas decisiones… sin el pegamento que aporta Jaden McDaniels, a los Wolves no les bastó dominar el rebote (47-62) porque se quedaron en un 34% en tiros con solo ocho triples convertidos y 14 pérdidas. Towns acabó con 19 puntos en 25 tiros (2/10 en triples) y Anthony Edwards con 26 en 27… Mala cosa para un equipo otra vez decepcionante en lo colectivo y que va a estar esta temporada presionado por la necesidad de dar un paso adelante real, tangible. No lo dará si comete tantos errores como en Toronto, donde la cosa tiene tintes de maldición para ellos: 19 derrotas seguidas, cada visita desde que ganaron en 2004 con Kevin Garnett y Latrell Sprewell como líderes.

Para los Raptors, un buen inicio de la era Rajakovic. Victoria, que era lo importante, buenas sensaciones defensivas y, sin grandes alardes, conexión colectiva en ataque. Scottie Barnes acabó con 17 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 5 tapones, Anunoby con 20 puntos y 4 triples, Siakam con 15+7+6 y Dennis Schröder, el MVP del Mundial, debutó con su nuevo equipo con 22 puntos, 7 asistencias y buena dirección en los momentos trascendentales del último cuarto.

Desastre de los Bulls… y de los Blazers

No se puede esperar mucho de los Blazers este año, pero incluso así el estreno fue un muy mal día para los de Oregón. Derrota sin opciones (123-111 con maquillaje final: 99-73 al final del tercer cuarto) en L.A., en casa de unos Clippers que son cosa seria con Paul George (27 puntos, 6 asistencias) y Kawhi Leonard (23+6) en pista. Sin forzar, lideraron a un equipo que tiene claro su formato, con Zubac como ancla (20 puntos, 12 rebotes), Westbrook como generador (11+5+13 asistencias) y Hyland poniendo la dinamita desde el banquillo (17 puntos en 22 minutos). Más que suficiente para aplastar a un rival descosido, fiado a un Scoot Henderson que no anotó en un primer tiempo nervioso. El número 3 del último draft encestó por primera vez a la sexta y acabó con 11 puntos y 4 asistencias. Debut para olvidar de un base llamado a ser una estrella y al que tampoco ayudó el pésimo nivel de unos Blazers en los que decepcionaron los que tienen que aportar solidez, Jerami Grant y un Deandre Ayton a bajísimo nivel (4 puntos). Así, las derrotas se van apilar a un ritmo altísimo y, lo que es mucho peor, las sensaciones van a ser muy negativas. Pero es solo un partido: veremos.

Los Kings (114-130) galoparon en su ritmo de la pasada temporada y sacaron de la pista a unos Jazz que pueden estancarse un poco después de un brillante primer año de reconstrucción. Harrison Barnes anotó sus ocho primeros tiros y llegó al descanso con 27 puntos. Acabó con 33 al frente de una maquinaria ya conocida: 22+12+5 de Sabonis, 15 de Keegan Murray, 18 de Fox… Vezenkov tuvo 16 minutos y los aprovechó: 8 puntos y 2 rebotes.

Una de las noticias del segundo día de competición estuvo en Chicago, donde los Thunder arrasaron (104-124) a los Bulls, que se llevaron un 0-12 cuando estaban a tiro de un punto en el tercer cuarto y ya no levantaron cabeza. Por un lado, el partido demostró que la temporada puede hacerse muy larga para unos Bulls empeñados en exprimir un proyecto que ya parece haber tocado techo. Hubo, de hecho, reunión de la plantilla sin el entrenador, algo nada habitual después de lo que fue solo el primer partido del curso para un equipo que veremos qué forma tiene en la segunda mitad de la temporada, después del cierre del mercado invernal. En el otro lado de la moneda, los Thunder demostraron que pisan fuerte con un quinteto que puede ser uno de los mejores, a medio plazo, de la NBA: Shai Gilgeous-Alexander (31 puntos, 10 asistencias), Giddey (16+6), Dort, Jalen Williams (16) y Chet Holmgren (11+4+3), que hizo su debut en partido oficial después de perderse al completo su primera temporada por una lesión en un pie. Los de OKC apuntan alto, los Bulls no apuntan a ninguna parte.

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