Una oda a la revolución

Boston Celtics, el campeón de la NBA, marcha con un brillante 26-10, solo un poquito peor que el 28-8 de hace un año a estas alturas, cuando marchó sin demasiada oposición rumbo al primer puesto de la liga y, con él, al factor cancha en todas las eliminatorias de playoffs. Ahora, sin embargo, solo tiene el tercer mejor balance de la NBA y tiene difícil ya, con casi media temporada consumida, alcanzar a los dos equipos que se disparan en cabeza, uno al frente de cada Conferencia: Cleveland Cavaliers (31-4) en el Este y Oklahoma City Thunder (30-5) en el Oeste. Los dos, además, se enfrentan esta noche (01:00, hora española) en la pista de los Cavs.

Así que no, al frente de la liga no está el campeón, ni el finalista, esos Mavericks que están pasándolas canutas por culpa de unas lesiones que no dan tregua. Ni siquiera los nuevos súper Knicks (Brunson, Towns, Anunoby, Bridges...) o los Nuggets de Nikola Jokic, el penúltimo campeón y el vigente MVP. No, ahora mandan Thunder y Cavaliers, dos franquicias que van a jugar esta noche uno de los mejores partidos de regular season de la historia de la NBA. Combinan un 87,1% de triunfos. Solo está por encima el 88,6% de un Warriors-Spurs del curso 2015-16, cuando los de Stephen Curry firmaron la mejor temporada de siempre (73-9). Por detrás, el 72-10 de los Bulls de Michael Jordan (1995-96). Son los únicos equipos que han llegado a 70 triunfos. Tanto Cavs como Thunder están en ritmo de llegar a esa cifra: 71 y 70, respectivamente.

Los Cavs llegan a este duelo con cinco partidos y medio de ventaja sobre los Celtics. Han ganado los últimos diez que han jugado, todos por al menos diez puntos, y tiene el mejor ataque de la NBA: 121, 3 de rating ofensivo, cerca del mejor de la historia que establecieron (123,2) los Celtics de la pasada temporada. Los Thunder han ganado 15 partidos seguidos, la mejor racha de su historia, con el asterisco de que perdieron por el camino la final de la NBA Cup, que no cuenta para la clasificación liguera. Si se aparta ese, no pierden desde el 2 de diciembre y acaban de abrumar a unos Celtics (105-92) a los que dejaron en 27 puntos en la segunda parte.

No es casualidad. Operan con una defensa histórica: 102,7 de rating defensivo, la misma diferencia sobre el segundo (Orlando Magic, 106,4) que entre este y el séptimo. Y son, un dato verdaderamente iluminador, el equipo que más pérdidas provoca y el que menos comete. Por partido, fuerzan 6,9 más de las que suman. El récord histórico en la NBA es 5,1 (Denver Nuggets 1987-88), un 36% menos.

Y eso a pesar de las ausencias de especialistas como Alex Caruso y Chet Holmgren, un jugador de 22 años llamado a ser una gran estrella y que solo ha jugado 10 partidos esta temporada. Está lesionado desde el 11 de noviembre y apura los plazos para su vuelta a las pistas. Con él, y con Caruso, la defensa de los Thunder será todavía más temible. El ataque, mientras, gira en torno al canadiense Shai Gilgeous-Alexander, ahora mismo el gran favorito para ganar el MVP: 31,3 puntos, 5,6 rebotes y 6,1 asistencias. En la actual racha de quince victorias, más de 33 puntos por noche.

Los Thunder son el equipo más joven de la NBA (24,1 años de media) y el que más rondas (diez primeras, trece segundas) tiene para traspasar. Cifras de franquicia en reconstrucción aplicadas a un bloque infernal que busca venganza después de perder en las pasadas semifinales del Oeste, a pesar de tener factor cancha, contra los Mavericks de Luka Doncic.

Todavía no han caído (11-0) contra equipos del Este, pero es que los Cavs no han fallado, tampoco, contra nadie del Oeste, y son una oda al baloncesto de ataque. Y moderno: tiran más de 40 triples por partido con el mejor porcentaje de la NBA (40,4%). Un equipo lanzado por el llamado core 4: Donovan Mitchell, Darius Garland, Evan Mobley y Jarrett Allen. Solo cuatro superaron sus 31 victorias en los primeros 35 partidos. Cuatro de leyenda: los Warriors 2015-16 (33-2), los Sixers 1966-67, los Lakers 1971-72 y los Bulls 1995-96 (los tres 32-3).

Esa versión de los Lakers de los setenta, la de Jerry West y Wilt Chamberlain, tiene el récord de victorias consecutivas (33) y la mejor diferencia de puntos de siempre (+12,28 de media). Cavs (+11,83) y Thunder (+12,14) van en ritmo de acabar entre los seis mejores datos de la historia de la regular season.

Esta noche: el mejor ataque de la NBA contra la mejor defensa. Dos equipos que parecen imparables, en una racha combinada de 25 victorias seguidas y con un 61-9 de balance total. La primera vez toda la historia que se enfrentan dos equipos con al menos 30 triunfos en los primeros 35 partidos de una temporada. La primera vez que lo hacen, también, uno en racha de 15 victoria y otro que lleva diez consecutivas. Pero alguien tiene que perder esta noche, veremos si el ataque o la defensa. La fuerza imparable o el objeto inamovible.

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