NBA | BUCKS 129 - LAKERS 133

Una noche de puro orgullo ‘laker’

Con un Anthony Davis colosal, los Lakers logran su mejor victoria de la temporada. LeBron adelanta a Magic Johnson en el histórico de asistencias.

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Esto : esta victoria sí es realmente impresionante, estos Lakers sí pueden sacar pecho y presumir, por fin, en el inicio de su durísima gira por el Este: 129-133 en Milwaukee, en el cubil de Giannis Antetokounmpo y contra unos Bucks que tuvieron en pista a Khris Middleton por primera vez esta temporada. Un equipo de elite enfrente y un órdago a grande en una noche en la que el ambiente pareció de playoffs en Wisconsin. Ahí, donde hace unas semanas parecía imposible ni siquiera que se mantuvieran vivos en la pista, los Lakers ganaron y convencieron. Están 9-12, 7-2 en los últimos nueve partidos que incluyen esa noche en la que los Pacers les remontaron 17 puntos en el último cuarto. Tienen el play in ya a un partido y medio, y el cuarto puesto del Oeste a tres.

Parecía imposible ver algo así esta temporada. Las cuentas en los Lakers, de todas formas, pasan por los traspasos. A medida que se acerca el ecuador de diciembre, uno de los nuevos puntos en los que desde la gerencia se ha puesto una marca con rotulador rojo, las estrellas presionan de la manera más efectiva: en la pista. Los rumores, seguramente por eso, han vuelto a coger temperatura: es difícil navegar noches de declaraciones altisonantes y artículos conflictivos en un equipo ultra mediático como los Lakers. Pero es todavía más difícil no hacer todo lo que esté en la mano por dar el mejor equipo posible a esta versión de LeBron James y, sobre todo, Anthony Davis. Básicamente porque cuando los dos hicieron click hace solo dos años, el equipo fue campeón. Competir de verdad, al menos y sin pensar en tanto, está al alcance de la mano. Pero hay que levantar el teléfono.

LeBron James adelanta a Magic Johnson

Fue una noche feliz para el big three, y se pueden contar con los dedos de una mano las veces que se ha podido escribir semejante cosa desde el inicio de la temporada 2021-22. LeBron James anotó 28 puntos, capturó 8 rebotes y repartió 11 asistencias sin pérdidas. Fue decisivo en los momentos calientes, le duró la gasolina hasta los minutos finales, navegó un problema de tobillo (algo a seguir en los próximos días) en el último cuarto y superó a Magic Johnson, nada memos, en el histórico de asistencias: ahora es sexto con 10.144. Y esta temporada puede adelantar también a Mark Jackson y Steve Nash y situarse cuarto. Es la temporada, claro, en la que si todo sigue un curso normal dejará atrás a Kareem Abdul-Jabbar (en febrero, en torno a su media actual de unos 26 puntos por noche) y se convertirá en el máximo anotador de la historia. De momento, ya tiene más puntos que Michael Jordan y más asistencias que Magic.

Russell Westbrook, del que se ha dejado de hablar como por arte de magia y en su caso no puede haber mejor señal, jugó otra vez a un gran nivel desde el banquillo, metiendo al equipo energía y generación de juego: ocho asistencias al descanso y otras once en total, como LeBron, y los dos además sin pérdidas. Westbrook salió como un obús al segundo cuarto y terminó el partido en 15+7+11. Parecía imposible escribir esto hace no mucho, pero los Lakers pueden plantearse legítimamente si la mejor operación posible pasa por quedarse a Westbrook como sexto hombre y buscar un refuerzo de perfil más bajo con un paquete centrado en Beverley, Nunn y una de las dos primeras rondas que pueden traspasar.

Y, con todo lo que se puede decir de la gigantesca figura de LeBron y la tremenda rehabilitación de Westbrook, la noche perteneció a Anthony Davis. El mejor jugador en una pista en la que estaba Antetokounmpo, y colosal ya desde hace muchos partidos, se dio un festín en ataque y defensa en un trance en el que toda la NBA tenía puesta la vista: 44 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones, 18/27 en tiros. Un recordatorio de que cuando la saluda acompaña, es absoluta elite. En los últimos ocho partidos promedia 32,9 puntos, 15,4 rebotes, 2,9 tapones y un 63% en tiros. Establecido como pívot puro sin los debates de otras veces, ganó el partido con puntos, rebotes, tapones y mucha presencia (por fin) en ataque en los minutos de la verdad. A un nivel colosal, el regreso a su mejor versión puede ser, por ahora, la gran obra de Darvin Ham, un entrenador que se enfrentaba a su jefe hasta el pasado verano, Mike Budenholzer.

El regreso de Middleton (17 puntos, 7 asistencia) quedó en un segundo plano aunque es una historia mayor dentro de la trama de la temporada. Giannis sumó 40 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias y Jrue Holiday 28+6+9 con seis triples. Los Bucks lo intentaron todo para no perder, pero perdieron. Y no hay cosa mejor que se pueda decir de estos Lakers. Después de llevarse su tope de puntos del curso al descanso (58-66), los locales cargaron con todo y a triple limpio en el tercer cuarto. Y los Lakers aguantaron, igualaron la apuesta y finalmente ganaron. Sin bajones, sin crisis, sin dudas en el clutch time. Un equipo en el que sí merece la pena invertir, que ha decidido apretar a sus despachos donde realmente es más eficaz hacerlo: en la pista. Y a ver qué pasa.

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