CLEVELAND CAVALIERS

Tristan Thompson vuelve a los Cavaliers

El que fuera campeón de la NBA en 2016 con los Cavaliers ficha por el equipo de Ohio para aportar liderazgo y veteranía a una franquicia que quiere dar otro paso hacia delante.

JOHN G. MABANGLO/POOLEFE

Tristan Thompson sigue en la rueda. Es así desde que llegó a la NBA en 2011 (cuarto puesto de la primera ronda del draft) y no parece que su final se de dentro de poco. Lo podía parecer después de pasar sin equipo casi todo el curso pasado, antes de que llegaran los playoffs y los Lakers le rescataran de las catacumbas para darle un puesto en la plantilla, algo habitual en franquicias que buscar el anillo y refuerzan su plantilla antes de la fase final. Disputó apenas 6 partidos con 1,8 puntos y 1,7 rebotes de promedio, algo que parece que ha sido suficiente para que su cara vuelva a ser conocida y consiga un nuevo contrato. Será con los Cavaliers, camiseta que vistió en sus nueve primeras temporadas en la NBA. Una cara conocida para un equipo que intenta emerger.

Con 32 años (nació un 13 de marzo de 1991) y 2,06 cm de altura, Thompson (natural de Ontario, Canadá) no ha tenido la carrera que se vislumbraba en la Universidad de Texas ni la que va siempre acorde a un número 4 del draft. Pero ha cumplido con su rol, uno que puede ser muy útil si se utiliza de forma correcta. Correcto en el rebote y muy bueno en la finalización rápida cerca del aro, posee un potente salto vertical y cumple en el plano defensiva en situaciones concretas. Tras pasar por los Cavaliers, Tristan jugó en los Celtics durante una temporada antes de pasar por tres equipos diferentes durante la 2021-22: Kings, Pacers y Bulls. Se convirtió en carne de traspaso y, finalmente, se quedó sin equipo. Hasta ahora.

Thompson no es sólo exjugador de los Cavs, también perteneció a la franquicia en su etapa más gloriosa. De 2015 a 2018, los de Ohio protagonizaron junto a los Warriors una rivalidad histórica que abarcó cuatro Finales consecutivas con los mismos equipos involucrados. La entidad de Golden State, la última gran dinastía que ha tenido la NBA, venció en tres de esas ocasiones. Pero en 2016, LeBron lideró a su equipo de siempre al anillo prometido, remontando junto a Kyrie Irving un 3-1 a la conglomeración de estrellas que habían logrado 73 victorias en regular season, récord de siempre. Thompson promedió 10,3 puntos y 10,1 rebotes en dicha serie disputando algo más de 32 minutos de juego, convirtiéndose en una pieza fundamental en el esquema de Tyronn Lue y participando en una de las Finales más impresionantes de siempre.

El nuevo jugador de los Cavs, también una antigua referencia del equipo, llega a un proyecto en el que tendrá que aportar experiencia y veteranía. Los de Ohio pisaron por primera vez en el siglo XXI los playoffs sin LeBron la temporada pasada, un gran hito que no se confirmó luego en playoffs, cuando cayeron en primera ronda ante los Knicks (4-1) y no pasaron de ronda. Thompson cumplirá la función que Kevin Love (con el que también estuvo en el anillo de 2016) había ejercido hasta que se fue a mitad del último curso camino de los Heat. E intentará que la química funcione con Donovan Mitchell, Evan Mobley, Darius Garland y compañía. El que no sabemos si estará será Ricky Rubio, que ha hecho un parón por problemas de salud mental y no acudió al Mundial con España. Más allá de cómo se resuelva esa situación, siempre compleja, Thompson vuelve a Cleveland, Ohio. Al sitio en el que triunfó.

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