Thunder, Mavericks y un “nos vemos en dos semanas”

Los Thunder no sólo acabaron en la primera posición de la Conferencia Oeste sino que desean refrendar esa demostrada valía más allá. Para haber atravesado rápidamente el desierto de la Liga tras las trágicas rupturas con, por orden, Harden, Durant y Westbrook está nada mal. De hecho han subido como un cohete a lo alto de esa hipotética lista de equipos con más futuro de cara a los próximos años.

La franquicia de Oklahoma City puede dar por buena la agresiva estrategia de Sam Presti, su mánager general, durante los últimos tiempos. Aprendió de los mejores, al menos en este siglo: San Antonio Spurs. El directivo ha exprimido la vía de los picks del draft hasta la extenuación (tienen 36 elecciones hasta 2030 y eso que han rebajado el total que tenían hace unos meses), en una línea que a él sí le ha salido todo lo bien que no a otro Sam, Hinkie, en los Sixers de Filadelfia. Talento por hacer y que cultivar en casa. Incluso teniendo que esperar un año de más a Chet Holmgren (número dos de 2022) tras su lesión de Lisfranc sufrida en el pie derecho. A fuego lento. ¿Y dónde están ahora? En la segunda ronda de los playoffs y haciendo historia: son el equipo más joven de la historia en haber conseguido ese pase.

Los Thunder son la expectativa. Nadie sabe si con estos mimbres, teniendo al tranquilo Shai al mando de las operaciones y con un novato en estas lides como Daigneault en el banco, van a ir más allá. Las dudas sólo llegan por la inexperiencia, nada más puede bajarles del pedestal en el que están subidos. En un Oeste malvado, con la competencia más alta que nunca, ellos han sido los más entonados.

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Los Mavericks son ahora la piedra de toque con la que medir esas fuerzas. A ella llegan con la confianza de continuar en una línea alcista desde los traspasos del pasado mes de febrero, en el cierre del mercado, pero también con la pena de perder a un pívot tan válido como Maxi Kleber. El alemán, que no volverá a jugar esta temporada, aporta algo distinto a Gafford y Lively en esa posición: capacidad para sacar fuera a su defensor y amenazar desde el perímetro.

El acercamiento de los de Jason Kidd a este encuentro recuerda al de los playoffs de hace dos años. Ahí ganaron dos series y sólo los Warriors, que después se proclamaron campeones, les pusieron freno. El roster es diametralmente distinta, con los resortes que han aportado los dos pívots mencionados y Washington en el ‘4′ y cambiando un trío anotador con Dinwiddie y Hardaway por la omnipresencia de Irving. Entre medias, una renovación para Luka y numerosos intentos de hacerle ver que se rema a su favor para que amplíe el contrato de nuevo cuando toque. Ahora vuelven a estar a dos escalones de las Finales y eso es un aldabonazo en la puerta de cualquier rival que aspire al mismo premio.

Los Mavericks se deshicieron de los Clippers en seis partidos, sí, pero aplicaron su método con mano dura. Saltando por encima de un rival al que consideran ya clásico. En la serie demostraron control de la situación pese a que cedieron dos encuentros y recursos con los que decidir en momentos calientes. El abecedario de todo conjunto que aspire a algo. El camino con el que se encuentran a partir de aquí es de los que está por explorar; y ellos ya cuentan con la experiencia.

Oklahoma y Dallas tienen un precedente reciente. Tanto como el último partido de la fase regular de este curso. Una auténtica paliza (135-86) en una jornada unificada en la que los locales sí se jugaban algo, acabar en primera plaza, mientras los visitantes reservaron a Doncic e Irving y pasaron como fantasmas por un duelo que ni les iba ni les venía. La quinta plaza y su rival en la primera ronda de eliminatorias estaban asegurados. En la sala de prensa uno de los periodistas que fue a cubrir la comparecencia puso el comentario jocoso: “Bueno, pues nos vemos en dos semanas”. Había mucha confianza en que los Thunder pasarían a esta fase, ya fuera por el juego o por lo cansado que llegaría un rival lastrado por dos partidos de play-in; sorprende un poco más que esa misma tendencia se extendiera a los Mavericks, y mucho más allá de esas cuatro paredes, dado lo complejo que era su duelo inicial de los playoffs. Pero aquí están. Y promete ser una batalla de otro nivel. Doncic, Shai, Holmgren, Kyrie... Un babero y a degustar.

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