NBA | CAVALIERS 114 - CELTICS 113

Taquicardia y victoria: nadie puede con el equipo de la temporada

Los Cavs se vuelven a imponer a los Celtics, otra vez en la prórroga, en el retorno de un sensacional Garland y consiguiendo su sexta victoria consecutiva.

Jason MillerAFP

Confirmado: los Cavaliers son el equipo de la temporada. El equipo de Ohio ha dado definitivamente un paso adelante que les deja como uno de los favoritos de la Conferencia Este. Tienen todavía por delante a los Bucks, Giannis y su tradicional piloto automático (7-0, único equipo imbatido), pero son la sensación, la transgresión, el cambio. Un equipo molón que ha explotado en ataque tras el fichaje de Donovan Mitchell y que juega muy bien al baloncesto, tiene la mezcla perfecta de jóvenes y veteranos, defiende bien, está muy bien entrenador y tiene un banquillo amplio que les da múltiples opciones y tiene, como la esencia del equipo, una forma concreta de jugar, pero es también camaleónico y cambiante cuando es necesario, torturando a rivales desde la defensa, sin renunciar nunca a sus armas en ataque y teniendo a gente muy resolutiva en los finales apretados. Bien lo saben los Celtics, que cayeron en la prórroga en el Garden (123-132) y han hecho lo propio en Ohio, esta vez ante un solo punto.

El partido estuvo marcado por el retorno de Darius Garland, fuera de la rotación tras caer lesionado a los 13 minutos del encuentro inicial ante los Raptors (el único que han perdido los Cavaliers) pero que ha vuelto tras dos semanas de ausencia. Y de qué manera: se fue a 29 puntos, 5 rebotes y 12 asistencias, cifras espectaculares para uno de esos jugadores a los que Ricky Rubio apadrinó cuando llegó a Ohio. Se espera que el español, por cierto, vuelva en 2023, entre enero y febrero... y cuando lo haga se va a encontrar a un equipo fantástico que, si todo va bien y sigue así, estará a buen seguro en los primeros puestos de un Este en el que ya tienen 1,5 partidos de ventaja sobre el tercero. Ojo con eso.

El partido tuvo de todo: un cuarto para cada equipo como si del turnismo se tratara, momentos fantástico que tanto J. B. Bickerstaff como Joe Mazzula eran capaces de contrarrestar en sus banquillos y nuevos intentos en distintos esquemas de menoscabar al rival y acabar con su resistencia. Los Cavs llegaron a ganar de 11; los Celtics, de 8. La ventaja al descanso era de los visitantes (50-56), pero a falta de 12 minutos volvía a manos de los locales (80-71). El pundonor del equipo verde en ese momento fue brutal: salieron muy concentrados al último cuarto y con un parcial de 0-9 rápidamente empataron el choque (80-80). Un mate de Jayson Tatum ponía el empate a 107, que se mantuvo con un tapón del propio Tatum sobre Mitchell, el encargado de jugarse las últimas bolas. Enla prórroga, muy defensiva, 7-6 para los Celtics con más de 1 minuto sin que anotara ningún equipo. Jaylen Brown fue el encargado de buscar la victoria esta vez, pero falló. Fue entonces cuando el Rocket Mortgage FieldHouse explotó. Era una nueva victoria.

Brown fue de hecho el máximo anotador, con 30 puntos, del partido, pero estuvo errático en el tiro, una tendencia muy clara durante toda una noche en la que las defensas provocaron muchos fallos en los ataques. Buen partido de Tatum (26+12+6, aunque con 6 de las 14 pérdidas de su equipo), gran pelea de Al Horford en la zona (12+12), preciso Macus Smart (16+6+5), cositas de Grant Williams (11+7) y 15 puntos de Malcolm Brogdon, revulsivo desde el banquillo. En los Cavs, 15+8+4 de Caris LeVert (que se fue a 41 en el encuentro en el Garden), otros 15 de Evan Mobley (con 7 de 8 en el lanzamiento), 14+14 de Jarret Allen y 25+4+6 de un Mitchell que esta vez cedió el completo protagonismo a Garland. Kevin Love no estuvo esta vez preciso en el tiro (2 de 10, con 0 de 5 en triples para 8 puntos y 5 rebotes), al igual que no jugó bien Dean Wade y la producción de los Cavs se basó casi por completo en el equipo titular, una rareza para un equipo con tantas opciones, pero que demuestra que, claro, pueden jugar de formas distintas.

Y así están las cosas en los Cavs: bien. Muy bien. Son un equipo con todas las letras, han ganado dos partidos muy complicados a los Celtics, han sido mejores que sus rivales y más precisos en el clutch time, sin sucumbir a los nervios y mostrando madurez. El 4-3 del equipo de Mazzula es ligeramente engañoso, corresponde al inicio de temporada y el equipo tiene sostén y base para estar arriba en el Este y volver a optar al anillo, independientemente de la persona que se siente en el banquillo (veremos si Ime Udoka acaba en los Nets). Pero tendrán un gran rival en playoffs que personificarán los Cavs. Porque, en un ejercicio de imaginación no muy grande, sería absolutamente increíble ver una serie a siete partidos entre Cavaliers y Celtics. Y posible es, claro. Al fin y al cabo, estamos hablando de dos auténticos candidatos en la Conferencia Este. Ojo con eso.

Lo más visto

Más noticias