Primera noche negra de Klay Thompson en los Mavericks

Los Sixers ganaron en Atlanta, en su cuarto partido de pretemporada (89-104) pero lo hicieron con un enorme susto en el cuerpo. En el día en el que un artículo de ESPN explicaba el gran plan de la franquicia para esta temporada (y las próximas), sus cábalas para llegar por fin con sus estrellas sanas a los playoffs y cuidar con un mimo renovado a Joel Embiid (que todavía no ha jugado una final del Este), Paul George cayó fulminado en el segundo cuarto, en una jugada en la que estaba defendiendo a Jalen Johnson, y no regresó: lesión de la rodilla izquierda que convirtió la segunda parte en un trance ominoso para todo el entorno de los Sixers, más pendiente de las noticias que pudiera dar el equipo médico que de lo que pasaba en la pista, a poco más de una semana ya del primer partido de regular season.

El primer informe habla de una hiperextensión, un término que define más el movimiento que ha provocado el percance que la profundidad de este, pero que en principio parece descartar las peores opciones. A falta, eso sí, de que el tratamiento y las pruebas de las próximas horas arrojen luz definitivamente. George, en su segundo partido con los Sixers, llevaba apenas 12 minutos en pista y había anotado 8 puntos. El alero es el gran movimiento del verano en cuanto a agentes libres, la gran apuesta en Philadelphia para romper sus techos de cristal de los playoffs con el nuevo big three Maxey-George-Embiid. Con 34 años y un complejo historial de lesiones, la salud es un asunto clave para George (igual que para Embiid) y por eso todo apunta, es una de las cosa que desvela el citado artículo de ESPN, que ninguno de los dos jugará los dos partidos de los back to back del equipo. La pasada temporada George jugó 74 partidos, su tope desde 2019 después de cuatro cursos sin pasar de 56. Cuando acabó el partido, tanto él como su entrenador mandaron un mensaje de calma, aunque Nurse sí reconoció que, como mínimo, era un contratiempo no poder dar más minutos a un jugador recién llegado y al que tiene que integrar en su sistema.

Nick Nurse hizo un cambio en su plan habitual y sacó del quinteto a Caleb Martin, veremos si es un simple ensayo o un retoque definitivo, para meter a Eric Gordon. Guerschon Yabusele fue suplente, con Andre Drummond haciendo de Embiid, pero volvió a tener muchos minutos y cumplió a la perfección, primero como pívot pequeño en lugar de Drummond (rol que ha desempeñado mucho en esta pretemporada en la que ni ha jugado ni va a jugar Embiid) y después como ala-pívot, al lado de Drummond, el cinco puro. Yabusele jugó 21 minutos y facturó 10 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. Sigue trabajando mucho el rebote y lanzando de tres sin ningún miedo y con puntería (2/4 esta vez, 6/12 en pretemporada), seguramente los dos puntos más importantes para que se afiance en la rotación principal del equipo de Nurse, que debutará en la regular season el próximo miércoles, en un partido de altísimos vuelos contra Milwaukee Bucks.

Un gigante anda suelto en Tennessee

Otro de los impactos de la noche llegó en el Pacers-Grizzlies, jugado sin Tyrese Haliburton ni Pascal Siakam en los locales y con las asusencias de Ja Morant, Marcus Smart y Jaren Jackson Jr en los visitantes, que ganaron (116-120) y siguen alimentando sus buenas sensaciones (3-1 en pretemporada) después de su curso pasado de pesadilla por culpa de las lesiones y los problemas extradeportivos de Morant. Pero sí jugaron un Desmond Bane pletórico, sobrado (23 puntos, 9/16 en tiros, 18 puntos ya al descanso sin abusar del triple) y el gigante Zach Edey, el pívot canadiense de 22 años y 2,24 que fue elegido con el número 9 del pasado draft.

Edey, del que algunos creían que no sería top 10 por sus previsibles problemas para trasladar al ritmo y el estilo actual de la NBA los atributos que lo convirtieron en demoledor en Purdue (Jugador Universitario del Año las dos últimas temporadas) está demostrando que los Grizzlies pueden contar con él y que es más que su descomunal altura: buenos fundamentos, movimientos al poste, un gancho cada vez más perfeccionado y, claro, un factor obvio en el juego por encima del aro, para acabar jugadas en ataque y para intimidar en defensa.

Edey jugó apenas 19 minutos y acabó con 23 puntos (10/15 en tiros) y 9 rebotes. Santi Aldama, a menos de una semana de saber definitivamente si tendrá o no extensión de contrato con los Grizzlies, estuvo en pista 18 minutos y acabó con 6 puntos y 3 rebotes.

Mala noche de Klay Thompson en L.A.

En el último amistoso de la noche del lunes, los Clippers jugaron por primera vez como locales: fue, por lo tanto, el estreno del lujoso Intuit Dome, el nuevo hogar de la franquicia lejos ya del Crypto.com Arena y de la alargadísima sombra de los Lakers (aunque, eso sí, se han mudado a Inglewood, donde se labró la leyenda del Showtime). El equipo angelino, que sigue sin un Kawhi Leonard que tampoco arrancará la regular season porque Tyronn Lue confirmó después del partido un quinteto titular sin él, está 3-1 en pretemporada, y ganó (110-96) en su nueva casa a unos Mavericks, su verdugo en los últimos playoffs, sin Luka Doncic ni Kyrie Irving.

James Harden tiró mal (10 puntos, 3/12) pero dirigió (12 asistencias). Y funcionó bien el que por ahora es quinteto inicial, a la espera de Kawhi, con Powell, Mann, Zubac y Derrick Jones Jr, que anotó 12 puntos contra su equipo. Además, brillaron en la segunda unidad algunos de los recién llegados: 12+4 de Kia Jones, buena aportación de Kris Dunn y mucha producción, tras su paso por Grecia, de Kevin Poter Jr (18 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias).

En los Mavericks, Jaden Hardy aprovechó una vez más las ausencias de Doncic y Kyrie (16 puntos, 4 asistencias) y Dereck Lively volvió a demostrar que está llamado a ser uno de los mejores pívots de la NBA (8+7+5 y 2 tapones). Además, Doncic no jugó... pero calentó antes del partido y tiene algunas opciones de estrenarse en esta temporada el jueves, en el partido contra Milwaukee Bucks.

De los nuevos, mucho mejores sensaciones de Quentin Grimes (20 puntos en 11 tiros) que de Nnaji Marshall (6 en 9) o el regresado Spencer Dinwiddie (3 en 5). Y, sobre todo y en lo más mediático, muy muy mal partido de un Klay Thompson negado: 21 minutos, ni un punto, 0/9 en tiros (0/6 en triples) y una asistencia por cuatro pérdidas de balón.

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