NBA | RAPTORS 126 - LAKERS 113

Sin LeBron ni Davis, los Lakers caen en Toronto

La fiebre de Davis y la rodilla de LeBron provocaron el descanso de ambos jugadores ante los Raptors. Sin nada que hacer, los angelinos cedieron en Canadá.

COLE BURSTONAFP

Hay quién pensó que era un partido prescindible. Y puede que lo fuera: el estado febril de Anthony Davis, que solo pudo disputar 8 minutos ante los Cavaliers, provocó que los Lakers fueran conservadores y dieran también descanso a LeBron James. La excusa oficial fueron problemas en la rodilla, pero es posible que la avanzada edad (38 años) de un LeBron que ya se ha perdido encuentros esta temporada (7, en concreto) por molestias en la ingle fueran el detonante de la decisión. Eso, y el hecho de jugar en Canadá, un país distinto, una franja horaria distinta y un partido más si tenemos en cuenta la intensidad del calendario que se avecina: Sixers y Pistons cerrarán la gira por la Conferencia Este, esa en la que los angelinos llevan un espectacular 2-2 tras caer en Ohio y Toronto, pero ganar antes de forma espectacular en Milwaukee y con un Davis tremendo en Washington. Ganar, al menos, uno de los dos partidos será fantástico para acabar la incursión por el Este con el 50% y afrontar ya un calendario de menos aeropuertos y menos horas de vuelo. Por mucho que el primer duelo entonces sea contra los Celtics en el Crypto Arena. Ahí queda eso.

Dennis Schröder, Lonnie Walker IV, Austin Reaves, Juan Toscano-Anderson y Thomas Bryant fueron el quinteto inicial de los Lakers, un equipo muy alejado del glamour tradicional e inherente a este equipo; pero es lo que había. Darvin Ham tiene muy claro que no va a cambiar el rol de Russell Westbrook a estas alturas y el base sigue saliendo desde el banquillo como líder de la segunda unidad. En esta ocasión, hizo un partido sin grandes alardes, flojo si tenemos en cuenta que tenía que ser la referencia del equipo: 16 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, pero 5 pérdidas y un 5 de 13 en tiros de campo. Tampoco había mucho para rascar: apenas disputó3 minutos en el último periodo, el mejor de los Lakers con el partido ya resuelto (entraron 97-75 al mismo). Los 13 puntos a los que los Lakers se colocaron (117-104) a 3:40 del final no fueron ni siquiera un conato de rebeldía para un equipo que cerró el choque con tranquilidad y que tenía al otro lado a un rival que empezó muy pronto a pensar en el próximo partido, sin ofrecer ningún tipo de resistencia.

Los Raptors, por su parte, hicieron lo que tuvieron que hacer: un inicio fuerte (11-0 de salida, 39-31 el final del primer cuarto), una defensa muy dura (47 puntos recibidos al descanso, 70 anotados) y una gestión cómoda de la ventaja en una plácida segunda mitad. Los angelinos no fueron por delante en ningún momento, mientras que los canadienses llegaron a mandar de 27 puntos. Ni siquiera necesitaron tener grandes porcentajes de tiros de campo, sin superar el 44% y quedándose en el 27% en triples; les bastó con apabullar a los Lakers en el rebote (54-46), repartir más asistencias (25-16), correr más y mejor (27 puntos en transición) y provocar hasta 15 pérdidas. Pascal Siakam fue el líder con 25 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, O.G. Anunoby se fue a 23+6, Fred VanVleet llegó a 25 (con 7 pases a canasta) y Scottie Barnes hizo su particular actuación en el barro, las trincheras: 13+17+4. Gary trent y Chris Boucher aportaron desde el banquillo (18 y 16 puntos respectivamente) y Juancho Hernangómez se quedó en el banquillo con ropa de calle.

El récord canadiense llega hasta un 13-12. Sin hacer cosas brillantes pero basándose en sus puntos fuertes y en los fundamentos correctos, no se dedican a ganar más, pero sí a perder menos que el resto. Están a media victoria del cuarto puesto, parecen más seguros que sus más inmediatos perseguidores (Sixers, Knicks...) y van 5-5 en los últimos 10 partidos. Regulares y constantes, como en su juego, se resisten a perder y suman casi siempre que tienen que hacerlo, motivados por un Nick Nurse que sabe explotar sus virtudes y las de sus jugadores y potenciar siempre la parte positiva del equipo, corresponda o no a un juego más o menos bonito. Y en los Lakers, que contaron con hasta 7 jugadores por encima de los 10 puntos y tuvieron una mayor diversificación ofensiva gracias a las ausencias de sus estrellas, toca pensar en otra cosa. En sacar el partido ante los Sixers, en hacer lo propio en Detroit, en mirar de reojo a unos Celtics que pueden con absolutamente todo el mundo y ni se inmutan, en llegar al 50% de victorias-derrotas (10-14 ahora). Partido prescindible, o eso ha parecido, para ellos. Ahora, a seguir. Es lo que toca.

Lo más visto

Más noticias