Rudy Gobert acusa a los árbitros

En el primer partido después de que se supiera que Karl-Anthony Towns será baja seguramente (y como mínimo) hasta el inicio de los playoffs, un palo muy serio, los Timberwolves (que pelean por el liderato del Oeste con Thunder, Nuggets y Clippers) ganaron en Indianápolis con un partido heroico de Anthony Edwards. Una noche después, sin tiempo para respirar, jugaron en back-to-back en Cleveland. Y perdieron, en la prórroga y pese a que los Cavs, por su parte, estaban sin Mitchell, Mobley y Strus.

Edwards se quedó esta vez en 19 puntos con un 7/27 en tiros (0/7 en triples) y Rudy Gobert estaba en 7 puntos y 17 rebotes cuando le pitaron la sexta falta personal. Los Wolves ganaban 96-97 y quedaban 27 segundos. El pívot francés, muy enfadado por la decisión, hizo a los árbitros el gesto del dinero, una acusación de que están comprados que le costó una técnica que dio a Darius Garland el tiro libre que puse el empate (97-97) y que, tras un fallo de Edwards, sirvió para que se jugara la prórroga en la que los Cavs amarraron el triunfo.

Después del partido, Gobert entonó el mea culpa pero ,en el trasfondo del asunto, no solo no rectificó sino que se mostró muy crítico con los árbitros y lanzó unas acusaciones muy graves en las que vinculó las decisiones arbitrales con las apuestas deportivas, un mundo que cada vez tiene más peso y más influencia en la NBA y entre sus socios comerciales y mediáticos.

“No fue solo por esa jugada del final. Se puede cometer un error, pero cuando es todo el tiempo, cuando pasan cosas raras con el arbitraje todo el partido... Estaba frustrado, pero mi reacción fue por lo que creo que es la verdad. Y de verdad es lo que creo que pasa aunque sé que no era el momento para hacer algo así. No debería haber hecho ese gesto porque eso le costó el partido a mi equipo. Como estaba claro, no tardaron nada en pitarme la técnica, era lo que querían. Pero estuvo mal por mi parte, fue una reacción inmadura. Cometí errores, hasta fallé un mate, pero son cosas que pasan. Los árbitros también pueden equivocarse, claro, pero a veces creo que va más allá de los simples errores. Y creo que todo el mundo, todo el que está en esta Liga sabe lo que pasa. Y creo que es algo en lo que hay que mejorar”.

Gobert sabe que ahora vendrá una multa, como mínimo, y veremos si una sanción mayor, pero asegura que merece la pena: “Me toca ser otra vez el malo que dice lo que siente que es la verdad. Creo que lo que está pasando está haciendo daño a nuestro deporte. Este tema de las apuestas cada vez es más grande, más y más, y no debería ser así. Y no quiero faltar al respeto a los Cavaliers, jugaron un gran partido también. Pero deberían ser los jugadores los que decidieran los partidos”. El asistente Micah Nori ocupó el lugar del entrenador Chris Finch, enfermo, y trató de justificar el gesto de Gobert: “Ya sabemos todos cómo es. No hay nadie más profesional que él, pero se siente mal por lo que hizo en ese momento del partido. Tenemos que ser más inteligentes, mejores”.

Esta no es la primera vez que Gobert señala en la misma dirección. También lo hizo la pasada temporada después de una derrota de los Wolves en Phoenix: “Llevo diez años en la NBA y trato de dar el beneficio de la duda a todos, pero me cuesta no creer que hoy querían que ganaran los Suns. Que no pasó lo mismo otros días contra los Warriors y los Kings. Es que es muy obvio. Como jugador que lleva tantos años en esta Liga, me parece una falta de respeto. Y, honestamente, un asco”.

En EE UU, las apuestas deportivas son ya legales en 38 estados, incluido Ohio (donde se jugó este Cavs-Wolves). La NBA se está vinculando cada vez más con un negocio muy lucrativo pero complejo y con obvios peligros. En 2021 anunció sus partners de apuestas oficiales, DraftKings y FanDuel. Y el último convenio colectivo permite a los jugadores asociarse con empresas de este sector con, todavía, algunas limitaciones (publicidad directa, por ejemplo) y sin hacerse con más del 1% de una empresa si esta ofrece contenidos relacionados con la propia NBA.