Doncic tiene otro cumpleaños feliz

Sanando la pena del día anterior, donde los Cavaliers les vencieron con un triple desde media pista y sobre la bocina de Strus, los Mavericks vuelven al tono positivo que habían mostrado las últimas semanas tras los traspasos para lograr a Washington (23) y Gafford (13). Con una rotación más poderosa, teniendo más físico para hacer que sus dos superestrellas vuelen, son otro equipo. Ahora hay una idea de plantilla mejor planteada. Por eso Doncic (30), con la compañía de Irving (29), puede disfrutar.

En ese punto de júbilo de la temporada, y como padre de familia, Luka llegó a un nuevo cumpleaños: el 25º. Lo celebró en el ScotiaBank Arena con un triunfo por 125-136 frente a los Raptors. Como a él le gusta, teniendo un balón de baloncesto en las manos y dominando al que se ponga delante. No está nada mal.

Contando con los demás para hacer más grande su leyenda. También es una seña de identidad del genio esloveno. A la treintena de anotación añadió asistencias (16) y rebotes (11) para completar otro triple-doble. Con él se ha colocado tercero en solitario en la lista de partidos de este tipo, superando a LeBron James (38) y amenazando la segunda plaza de Russell Westbrook (48). A mucha distancia está aún Oscar Robertson, pero quién sabe. La carrera de Doncic tiene muchos números que contabilizar.

Los Mavericks consiguieron ahogar las opciones de su oponente en un tercer cuarto en el que, hoy sí, fueron ellos los que navegaron el descontrol con sabiduría. La noche anterior fue eso lo que les condenó. Con los cuarenta puntos de esa manga y los quince que le sacaron a los locales bastó para controlar.

Dallas recuperó a Exum, que no jugaba desde hacía un mes, y el australiano hizo uno de sus trabajos oscuros que para Kidd es tan importante. Alabó su ritmo y la capacidad para manejar las transiciones en ataque. Es, sin duda, otro elemento que el técnico se ha encontrado este año con el que contar para rodear a Doncic y pelear el título de la NBA.

Los Raptors habían encadenado tres victorias y con este resultado se rompe dicha racha. Todavía tienen a tiro el décimo puesto de la Conferencia Este, están a cuatro del corte que marcan los Hawks, pero todo resultado de este tipo, y más en casa, les hace desconectar más de un futuro en las eliminatorias.

Doncic no tuvo la noche en el triple, 1/8, mas sí en otras facetas del juego que te llevan a ganar partidos: buenos balones para que los interiores finalizaran cerca del aro, control de los tiempos, conexión con Irving, catalizador de ataques, saber ver las lagunas del oponente, etc. En una noche como otra cualquiera en la que hace fácil lo difícil, así lo catalogaba su entrenador, volvió a ser la llave con la que abrir, a golpe de 136 vueltas al cerrojo, la compuerta de la victoria. Los Mavs se fueron de tierras canadienses sabiendo que es la antepenúltima parada de una gira por el Este que acabará en Boston, y de qué manera: colocando un bonito 34-25 en la tabla clasificatoria.