¿Quién puede con los Kings?

Hay que remontarse muchos años atrás para ver a unos Kings tan competitivos. Concretamente a los tiempos de Rick Adelman como entrenador. Parece que vamos a volver donde estábamos entonces, a ese recuerdo ya lejano que fue tan grato en su día como inexistente después. Desde 2006, el equipo de Sacramento no llega a playoffs. Y desde 2004 no opta a un anillo esquivo, que del que estuvieron verdaderamente cerca en 2002, en esas finales de Conferencia perdidas ante los Lakers en una de las series más emocionantes y excitantes de la historia. Desde esa época, nada de nada: una histórica ausencia de 16 temporadas en la fase final, una crisis pantagruélica que he dejado un reguero de cadáveres detrás y de la que los Kings intentan salir con mano firme, un ataque fantástico y una capacidad para volver a enamorar a su público que hacía mucho tiempo que no se veía.

Los Kings se han impuesto a los Grizzlies con una soberana paliza (133-100) ante su público, aprovechando las bajas de sus rivales (Steven Adams y Ja Morant), anotando hasta 47 puntos en el primer cuarto y permitiendo tan solo 10 en el último, en una pájara brutal que incluyó un triste 0 de 7 en triples. Envalentonados por su público y por la dinámica ascendente que llevan, los Kings compensaron su ingente cantidad de pérdidas (24) con un acierto fantástico en el lanzamiento: por encima del 55% en tiros de campo y con un 55% en triples, incluido un 6 de 9 de Harrison Barnes, un 5 de 7 de Keegan Murray y un 6 de 8 de Trey Lyles desde el banquillo. Acabaron con 20, 20 y 24 puntos respectivamente, un ejemplo más de una plantilla en la que todos aportan y todos pueden anotar.

Domantas Sabonis y De’Aron Fox no tuvieron, curiosamente, su mejor día; aunque consiguieron aportar dentro de sus errores particulares, algo loable en grandes jugadores cuando se consiguen sacar cosas positivas incluso jugando mal: el base acabó con 17 puntos, 5 rebotes, 10 asistencias y 4 robos, pero perdió 6 balones. El pívot perdió hasta 8, una losa demasiado grande si no fuera porque lo compensó con un triple-doble (14+10+11) y una buena serie de tiros (7 de 13). Los dos líderes de la franquicia de Sacramento, que opositan al All Star sin pudor, especialmente el lituano, y dejan a los Kings en una posición privilegiada en la que mucho tiene que ver Mike Brown, ese entrenador que ha llegado para quedarse, ha mejorado respecto a lo que era en el pasado y se ha atrincherado en el ataque, a sabiendas de que el estilo defensivo del que hacía gala en su primera etapa como entrenador era imposible de trasladar a unos jugadores cuyo talento está en la ofensiva.

Los Grizzlies son ahora la otra cara de la moneda. Llevaban 11 victorias consecutivas cuando se estrellaron en Los Ángeles ante los Lakers y, desde entonces, no han vuelto a ganar, cayendo ante Suns y ahora ante Kings en esta particular gira por la Conferencia Oeste en la que todavía les queda visitar a Warriors y Timberwolves. Desmond Bane fue el único que estuvo medianamente bien, con 21 puntos, un 9 de 13 en tiros de campo y un 3 de 4 en triples. El resto, erráticos y conformistas: todo el quinteto titular superó la decena de puntos, pero sin brillo y con poco apoyo desde el banquillo. Con este resultado, los Kings se colocan a 3,5 victorias de los Grizzlies. Mientras tanto, los Nuggets siguen en la primera posición y están encantados de que sus más inmediatos perseguidores se encuentren en una pelea encarnizada. De momento, todo sigue abierto. A seguir.