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BALONCESTO

Kings: así se construye el peor equipo de la historia

Errores dramáticos en el draft, contratos inflados a jugadores que no son estrellas, cambios constantes en el banquillo, rumores de traslado… Los Kings son el primero equipo que enlaza 16 temporadas seguidas fuera de playoffs.

Estuvo cantado durante semanas y finalmente se hizo realidad: Sacramento Kings se ha convertido en la primera franquicia de la historia con 16 temporadas seguidas sin clasificarse para playoffs. Es un récord nefasto: cada año se clasifican para playoffs 16 de 30 franquicias, más del 50% de la NBA desde su expansión en 2004. En los tres últimos años, el nuevo sistema de play in ha ofrecido un reenganche en el que tampoco se han metido los Kings. Son, otra marca nunca vista, 16 temporadas consecutivas también sin llegar al 50% de victorias. El tope fue el 47,6% de la 2018-19. Valió un noveno puesto del Oeste, a las puertas de las eliminatorias, que los Kings solo han alcanzado esa vez en las 16 que llevan fuera de la lucha por el anillo.
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La crónica de un desastre anunciado

Estuvo cantado durante semanas y finalmente se hizo realidad: Sacramento Kings se ha convertido en la primera franquicia de la historia con 16 temporadas seguidas sin clasificarse para playoffs. Es un récord nefasto: cada año se clasifican para playoffs 16 de 30 franquicias, más del 50% de la NBA desde su expansión en 2004. En los tres últimos años, el nuevo sistema de play in ha ofrecido un reenganche en el que tampoco se han metido los Kings. Son, otra marca nunca vista, 16 temporadas consecutivas también sin llegar al 50% de victorias. El tope fue el 47,6% de la 2018-19. Valió un noveno puesto del Oeste, a las puertas de las eliminatorias, que los Kings solo han alcanzado esa vez en las 16 que llevan fuera de la lucha por el anillo.

FOTO:Steven RyanGetty Images
Los Clippers han estado en playoffs en nueve de las diez últimas temporadas, un giro de 180% para la franquicia que fue considerada durante años el gran ejemplo de disfuncionalidad en todo el deporte profesional estadounidense. Su racha de 15 años sin playoffs, que acaban de superar los Kings, se extendió desde 1977 y hasta 1992. En tres ciudades: Buffalo Braves, San Diego Clippers (1978-84) y Los Angeles Clippers. En 1992, regresaron con una derrota en primera ronda contra Utah Jazz. A diferencia de los Kings (una), los Clippers al menos acabaron tres veces a un puesto de playoffs. La tercera peor racha de siempre es de Minnesota Timberwolves (trece años: 2005-18) y la cuarta de Golden State Warriors (doce: 1995-2007).
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Atrás queda el desastre de los Clippers

Los Clippers han estado en playoffs en nueve de las diez últimas temporadas, un giro de 180% para la franquicia que fue considerada durante años el gran ejemplo de disfuncionalidad en todo el deporte profesional estadounidense. Su racha de 15 años sin playoffs, que acaban de superar los Kings, se extendió desde 1977 y hasta 1992. En tres ciudades: Buffalo Braves, San Diego Clippers (1978-84) y Los Angeles Clippers. En 1992, regresaron con una derrota en primera ronda contra Utah Jazz. A diferencia de los Kings (una), los Clippers al menos acabaron tres veces a un puesto de playoffs. La tercera peor racha de siempre es de Minnesota Timberwolves (trece años: 2005-18) y la cuarta de Golden State Warriors (doce: 1995-2007).

FOTO:Focus On SportGetty Images
Desde aquel verano de 2006, los Kings han tenido diez entrenadores distintos. Dave Joerger es el único que ha estado más de 300 partidos en el equipo y rozó el 40% de victorias (98-148). El mejor porcentaje de triunfos es de Luke Walton: 42,2% pese a que su paso por el equipo (2019-21) fue un fracaso estrepitoso en lo deportivo (su balance fue de 68 victorias y 93 derrotas). Walton, que venía de una mala salida de los Lakers, fue despedido el pasado 21 de noviembre. En su lugar y de forma totalmente provisional se hizo cargo del equipo Alvin Gentry, un veterano entrenador que no esa en absoluta una solución a largo plazo. Durante estos 16 años han pasado por el banquillo técnicos como George Karl (39,3% de victorias) y Michael Malone (36,8%) que luego ha alcanzado un gran éxito en Denver Nuggets.
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Un caos permanente en el banquillo

Desde aquel verano de 2006, los Kings han tenido diez entrenadores distintos. Dave Joerger es el único que ha estado más de 300 partidos en el equipo y rozó el 40% de victorias (98-148). El mejor porcentaje de triunfos es de Luke Walton: 42,2% pese a que su paso por el equipo (2019-21) fue un fracaso estrepitoso en lo deportivo (su balance fue de 68 victorias y 93 derrotas). Walton, que venía de una mala salida de los Lakers, fue despedido el pasado 21 de noviembre. En su lugar y de forma totalmente provisional se hizo cargo del equipo Alvin Gentry, un veterano entrenador que no esa en absoluta una solución a largo plazo. Durante estos 16 años han pasado por el banquillo técnicos como George Karl (39,3% de victorias) y Michael Malone (36,8%) que luego ha alcanzado un gran éxito en Denver Nuggets.

FOTO:Doug PensingerGetty Images
Los Kings vivieron unos años excepcionales entre 1999 y 2006, cuando jugaron playoffs ocho años seguidos y ganaron cinco eliminatorias totales. En 2002 pudieron ser campeones, y solo cedieron en la final del Oeste, en siete partidos y contra los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Fue una de las mejores y más polémicas eliminatorias de la historia. En todos esos años, el entrenador fue Rick Adelman: 624 partidos, 63,3% de victorias. Antes, desde 1981, los Kings no habían ganado ni una eliminatoria. Entre 1986 y 1999 solo jugaron playoffs una vez (con Garry St Jean, en 1996). Después de los años dorados de Adelman (34 victorias en 69 partidos en las eliminatorias), nada más. El último partido de playoffs llegó el 5 de mayo de 2006, el 4-2 que les endosaron los Spurs de Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan.
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La alargada sombra del inolvidable Adelman

Los Kings vivieron unos años excepcionales entre 1999 y 2006, cuando jugaron playoffs ocho años seguidos y ganaron cinco eliminatorias totales. En 2002 pudieron ser campeones, y solo cedieron en la final del Oeste, en siete partidos y contra los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Fue una de las mejores y más polémicas eliminatorias de la historia. En todos esos años, el entrenador fue Rick Adelman: 624 partidos, 63,3% de victorias. Antes, desde 1981, los Kings no habían ganado ni una eliminatoria. Entre 1986 y 1999 solo jugaron playoffs una vez (con Garry St Jean, en 1996). Después de los años dorados de Adelman (34 victorias en 69 partidos en las eliminatorias), nada más. El último partido de playoffs llegó el 5 de mayo de 2006, el 4-2 que les endosaron los Spurs de Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan.

FOTO:Tom HauckGetty Images
En aquel último partido de playoffs hasta hoy, en mayo de 2006, jugaron como titulares Mike Bibby, Bonzi Wells, Metta World Peace, Kenny Thomas y Brad Miller. Bibby era el último gran vínculo (además de Adelman) con el equipo que pudo ser campeón. El base jugaba con Doug Christie, Hedo Turkoglu, Chris Webber, Vlade Divac, Peja Stojakovic y compañía en el inolvidable equipo que en la temporada 2001-02 ganó 61 partidos, lideró el Pacífico, eliminó a Jazz y Mavericks por un 7-2 total y estuvo con un 3-2 a favor contra los Lakers, que ganaron los dos últimos partidos, el séptimo en Sacramento, de una serie increíble con un nivel extraordinario, finales angustiosos, mucha polémica arbitral… un clásico de la NBA moderna y la gran oportunidad perdida por los Kings.
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El año en el que los reyes no tuvieron corona

En aquel último partido de playoffs hasta hoy, en mayo de 2006, jugaron como titulares Mike Bibby, Bonzi Wells, Metta World Peace, Kenny Thomas y Brad Miller. Bibby era el último gran vínculo (además de Adelman) con el equipo que pudo ser campeón. El base jugaba con Doug Christie, Hedo Turkoglu, Chris Webber, Vlade Divac, Peja Stojakovic y compañía en el inolvidable equipo que en la temporada 2001-02 ganó 61 partidos, lideró el Pacífico, eliminó a Jazz y Mavericks por un 7-2 total y estuvo con un 3-2 a favor contra los Lakers, que ganaron los dos últimos partidos, el séptimo en Sacramento, de una serie increíble con un nivel extraordinario, finales angustiosos, mucha polémica arbitral… un clásico de la NBA moderna y la gran oportunidad perdida por los Kings.

FOTO:Jed JacobsohnGetty Images
La familia Maloff fue la propietaria de los Kings entre 1999 y 2013. Después de los años de gloria del equipo de Rick Adelman, vino la decadencia y unos constantes rumores de traslado que el propio David Stern reconoció: se habló con Anaheim, con Virginia Beach y con Seattle una vez que los Sonics se convirtieron en Oklahoma City Thunder. Los Kings, al menos, consiguieron mantenerse en la ciudad a la que habían llegado en 1985 desde Kansas City. Fue clave el alcalde Kevin Johnson, el que fuera excepcional base de Phoenix Suns. Él movilizó a empresarios locales y afición para frenar un movimiento parado definitivamente con la venta de la franquicia a Vivek Ranadive, el multimillonario de origen indio que compró el equipo por 534 millones de dólares en 2013. Hoy, con la NBA disparada como producto, los Kings están valorados en más unos 2.000 millones. El traslado en 2016 a un nuevo y lujoso pabellón, el Golden 1 Center, reafirmó la continuidad en Sacramento. El problema es que Ranadive no deja de fracasar en lo deportivo, y esa situación crítica ya ha enturbiado una relación con los aficionados que empezó siendo excelente.
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La sombra del traslado y el cambio de dueño

La familia Maloff fue la propietaria de los Kings entre 1999 y 2013. Después de los años de gloria del equipo de Rick Adelman, vino la decadencia y unos constantes rumores de traslado que el propio David Stern reconoció: se habló con Anaheim, con Virginia Beach y con Seattle una vez que los Sonics se convirtieron en Oklahoma City Thunder. Los Kings, al menos, consiguieron mantenerse en la ciudad a la que habían llegado en 1985 desde Kansas City. Fue clave el alcalde Kevin Johnson, el que fuera excepcional base de Phoenix Suns. Él movilizó a empresarios locales y afición para frenar un movimiento parado definitivamente con la venta de la franquicia a Vivek Ranadive, el multimillonario de origen indio que compró el equipo por 534 millones de dólares en 2013. Hoy, con la NBA disparada como producto, los Kings están valorados en más unos 2.000 millones. El traslado en 2016 a un nuevo y lujoso pabellón, el Golden 1 Center, reafirmó la continuidad en Sacramento. El problema es que Ranadive no deja de fracasar en lo deportivo, y esa situación crítica ya ha enturbiado una relación con los aficionados que empezó siendo excelente.

FOTO:Ezra ShawGetty Images
Se supone que, cuando pierdes tanto, el sistema te recompensa con buenos jugadores jóvenes a través del draft. Pero los Kings han perdido innumerables ocasiones de reconducir su camino con el talento joven. La lista es un desastre colosal: en 2006 eligieron con el número 18 a Quincy Douby en lugar de a Rajon Rondo o Kyle Lowry. En 2007 le dieron un 10 a Spencer Hawes y en 2008, eligieron con 12 a Jason Thompson. En 2009 destinaron el 4 a Tyreke Evans por delante de Stephen Curry (y DeMar DeRozan, Jrue Holiday...). En 2011 eligieron con el 7 a Bismack Biyombo y lo intercambiaron por Jimmer Fredette y John Salmons. Se quedaron sin elegir a Klay Thompson, Kawhi Leonard o Jimmy Butler. En 2012, su elección con el 5 fue Thomas Robinson y para el seis quedó Damian Lillard. En 2013, fueron a por Ben McLemore con el 7 antes que a por Giannis Antetokounmpo o CJ McCollum. En 2014, gastaron un 8 en Nik Stauskas que podría haber sido para Zach LaVine. En 2015 prefieron a Willie Cauley-Stein (6) antes que a Devin Booker o Myles Turner, en 2017 eligieron con el 10 a Zach Collins y lo traspasaron a los Blazers por Harry Giles y Justin Jackson cuando podrían haber elegido a Donovan Mitchell o Bam Adebayo. Un año antes, en 2016, le dieron el 13 al griego Giorgios Papagiannis, un pívot que parecía redundante con DeMarcus Cousins en el equipo y que en 2018 ya estaba en el Panathinaikos. Y queda el error más grave de todos...
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Muchas rondas altas de draft… para nada

Se supone que, cuando pierdes tanto, el sistema te recompensa con buenos jugadores jóvenes a través del draft. Pero los Kings han perdido innumerables ocasiones de reconducir su camino con el talento joven. La lista es un desastre colosal: en 2006 eligieron con el número 18 a Quincy Douby en lugar de a Rajon Rondo o Kyle Lowry. En 2007 le dieron un 10 a Spencer Hawes y en 2008, eligieron con 12 a Jason Thompson. En 2009 destinaron el 4 a Tyreke Evans por delante de Stephen Curry (y DeMar DeRozan, Jrue Holiday...). En 2011 eligieron con el 7 a Bismack Biyombo y lo intercambiaron por Jimmer Fredette y John Salmons. Se quedaron sin elegir a Klay Thompson, Kawhi Leonard o Jimmy Butler. En 2012, su elección con el 5 fue Thomas Robinson y para el seis quedó Damian Lillard. En 2013, fueron a por Ben McLemore con el 7 antes que a por Giannis Antetokounmpo o CJ McCollum. En 2014, gastaron un 8 en Nik Stauskas que podría haber sido para Zach LaVine. En 2015 prefieron a Willie Cauley-Stein (6) antes que a Devin Booker o Myles Turner, en 2017 eligieron con el 10 a Zach Collins y lo traspasaron a los Blazers por Harry Giles y Justin Jackson cuando podrían haber elegido a Donovan Mitchell o Bam Adebayo. Un año antes, en 2016, le dieron el 13 al griego Giorgios Papagiannis, un pívot que parecía redundante con DeMarcus Cousins en el equipo y que en 2018 ya estaba en el Panathinaikos. Y queda el error más grave de todos...

FOTO:VCGVisual China Group via Getty Ima
El gran error, el mayor de todos, llegó en 2018. Los Kings tenían el número 2 del draft. Con el 1, los Suns eligieron al enorme pívot de Arizona, DeAndre Ayton. Quedaba a tiro, por lo tanto, el que por entonces era la nueva gran sensación internacional: Luka Doncic. Pero los Kings optaron por un ala-pívot de Duke, Marvin Bagley. Un jugador que fue una enorme decepción y que de hecho ya no está en la franquicia y trata de reconducir su carrera en Detroit Pistons. Doncic fue elegido con el número 3, ha sido ya tres veces all star y va a ser candidato al MVP durante muchos años. En Sacramento, después de tantos desastres, no hay día en el que no se acuerden de quizá el mayor de todos, cuando tuvieron en su mano la opción de draftear a uno de esos talentos generacionales capaces de transformar una franquicia de arriba abajo. Pero los Kings optaron por Bagley, los Hawks eligieron a Doncic y lo traspasaron a Dallas… y el resto es historia conocida… y que se escribe día a día.
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Doncic y la posibilidad de reiniciar la franquicia

El gran error, el mayor de todos, llegó en 2018. Los Kings tenían el número 2 del draft. Con el 1, los Suns eligieron al enorme pívot de Arizona, DeAndre Ayton. Quedaba a tiro, por lo tanto, el que por entonces era la nueva gran sensación internacional: Luka Doncic. Pero los Kings optaron por un ala-pívot de Duke, Marvin Bagley. Un jugador que fue una enorme decepción y que de hecho ya no está en la franquicia y trata de reconducir su carrera en Detroit Pistons. Doncic fue elegido con el número 3, ha sido ya tres veces all star y va a ser candidato al MVP durante muchos años. En Sacramento, después de tantos desastres, no hay día en el que no se acuerden de quizá el mayor de todos, cuando tuvieron en su mano la opción de draftear a uno de esos talentos generacionales capaces de transformar una franquicia de arriba abajo. Pero los Kings optaron por Bagley, los Hawks eligieron a Doncic y lo traspasaron a Dallas… y el resto es historia conocida… y que se escribe día a día.

FOTO:Mike StobeGetty Images
Por todos los errores que han cometido durante años con elecciones muy jugosas de draft, los Kings sí acertaron con su número 5 de 2010: DeMarcus Cousins. El imperial pívot de Kentucky que llegaba con cuestiones sobre su carácter pero, desde luego, un talento inmenso. Después de entrar en el Mejor Quinteto Rookie, Cousins fue tres veces all star con los Kings, la primera en su quinta temporada, 2014-15, en la que promedió más de 24 puntos y 12 rebotes por partido. Esa temporada y la siguiente entró también en el Segundo Mejor Quinteto de la NBA, y cubrió un ciclo de oro con Estados Unidos: Mundial 2014 y Juegos de Río 2016. Pero se le acumularon los problemas con entrenadores (escandalosos con George Karl) y, tras firmar una primera extensión de cuatro años y más de 65 millones en 2013, los Kings no se atrevieron a convertir al jugador, excelente pero inestable, en la gran piedra angular de su futuro. Con 26 años, fue traspasado a Nueva Orleans, donde jugó a un nivel maravilloso hasta la lesión en el tendón de Aquiles que ha marcado después su carrera. Lo peor es que el retorno no ayudó en la reconstrucción: Buddy Hield (enviado esta temporada a Indiana Pacers), Tyreke Evans, Langston Galloway y dos rondas, una segunda y una primera de 2017 que destinaron (número 10) a Zach Collins, intercambiado por Harry Giles y Justin Jackson.
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Cousins, la gran esperanza que también se apagó

Por todos los errores que han cometido durante años con elecciones muy jugosas de draft, los Kings sí acertaron con su número 5 de 2010: DeMarcus Cousins. El imperial pívot de Kentucky que llegaba con cuestiones sobre su carácter pero, desde luego, un talento inmenso. Después de entrar en el Mejor Quinteto Rookie, Cousins fue tres veces all star con los Kings, la primera en su quinta temporada, 2014-15, en la que promedió más de 24 puntos y 12 rebotes por partido. Esa temporada y la siguiente entró también en el Segundo Mejor Quinteto de la NBA, y cubrió un ciclo de oro con Estados Unidos: Mundial 2014 y Juegos de Río 2016. Pero se le acumularon los problemas con entrenadores (escandalosos con George Karl) y, tras firmar una primera extensión de cuatro años y más de 65 millones en 2013, los Kings no se atrevieron a convertir al jugador, excelente pero inestable, en la gran piedra angular de su futuro. Con 26 años, fue traspasado a Nueva Orleans, donde jugó a un nivel maravilloso hasta la lesión en el tendón de Aquiles que ha marcado después su carrera. Lo peor es que el retorno no ayudó en la reconstrucción: Buddy Hield (enviado esta temporada a Indiana Pacers), Tyreke Evans, Langston Galloway y dos rondas, una segunda y una primera de 2017 que destinaron (número 10) a Zach Collins, intercambiado por Harry Giles y Justin Jackson.

FOTO:Gregory ShamusGetty Images
Evidentemente, Sacramento no ha sido tampoco nunca un destino deseado por las estrellas que salen al mercado de agentes libres. Y cuando han apostado por invertir, las cosas no han salido bien, casi siempre en busca de veteranos que mezclaran en el vestuario con la constante llegada de jóvenes. En el verano de 2016, los Kings le dieron 25 millones por dos años a un Arron Afflalo de 31 años que solo estuvo una temporada en el equipo. En 2019, Trevor Ariza se llevó con 34 años otro contrato de 25x2 pero fue traspasado a los Blazers poco más de seis meses después. En el mismo verano de 2019, Dewayne Dedmon se llevó 40 millones por tres años para ser el pívot titular. Lo fue cuatro partidos y cuando le quitó el sitio Richaun Holmes, buscó su salida del equipo. En el verano de 2017 los Kings sumaron a sus filas a Vince Carter (8 millones por un año), Zach Randolph (24x2) y un George Hill que se llevó 57 millones por tres años y acabó jugando solo 43 partidos con la franquicia. En 2019, Harrison Barnes rechazó una player option de 25,1 millones y acabó firmando un nuevo contrato con los Kings de cuatro años y 83 millones. En paralelo, Buddy Hield se llevó una extensión de cuatro años y casi 100 millones. Demasiado dinero para jugadores que no ayudaron a romper la maldición de los playoffs.
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Demasiados pasos en falso en la agencia libre

Evidentemente, Sacramento no ha sido tampoco nunca un destino deseado por las estrellas que salen al mercado de agentes libres. Y cuando han apostado por invertir, las cosas no han salido bien, casi siempre en busca de veteranos que mezclaran en el vestuario con la constante llegada de jóvenes. En el verano de 2016, los Kings le dieron 25 millones por dos años a un Arron Afflalo de 31 años que solo estuvo una temporada en el equipo. En 2019, Trevor Ariza se llevó con 34 años otro contrato de 25x2 pero fue traspasado a los Blazers poco más de seis meses después. En el mismo verano de 2019, Dewayne Dedmon se llevó 40 millones por tres años para ser el pívot titular. Lo fue cuatro partidos y cuando le quitó el sitio Richaun Holmes, buscó su salida del equipo. En el verano de 2017 los Kings sumaron a sus filas a Vince Carter (8 millones por un año), Zach Randolph (24x2) y un George Hill que se llevó 57 millones por tres años y acabó jugando solo 43 partidos con la franquicia. En 2019, Harrison Barnes rechazó una player option de 25,1 millones y acabó firmando un nuevo contrato con los Kings de cuatro años y 83 millones. En paralelo, Buddy Hield se llevó una extensión de cuatro años y casi 100 millones. Demasiado dinero para jugadores que no ayudaron a romper la maldición de los playoffs.

FOTO:Lachlan CunninghamGetty Images
El pasado mes de febrero, los Kings volvieron a ponerse en el disparadero cuando enviaron a Tyrese Haliburton a Indiana Pacers. El base llegó a los Kings con el número 12 del draft de 2020, jugó una gran temporada rookie, se posicionó como uno de los líderes del equipo para el futuro y un jugador con un techo altísimo… y fue traspasado, lo que le supuso un disgusto que pocos tendrían saliendo de un equipo como los Kings. En Indiana, está promediando más de 17 puntos y casi 10 asistencias por partido. Los Kings apostaron por la continuidad de De’Aaron Fox (que firmó en noviembre de 2020 una extensión por cinco años y 163 millones), por dar más minutos al rookie Davion Mitchell, otro guard con excelente pinta, y con hacerse con Domantas Sabonis, al que en California ven como un valor seguro y un perfecto complemento para Fox. Ellos tres, y un pick que volverá a estar en el top 10 del draft, son la esperanza de la franquicia para romper la maldición y volver a playoffs por primera vez desde 2006.
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El último intento, Sabonis por Haliburton

El pasado mes de febrero, los Kings volvieron a ponerse en el disparadero cuando enviaron a Tyrese Haliburton a Indiana Pacers. El base llegó a los Kings con el número 12 del draft de 2020, jugó una gran temporada rookie, se posicionó como uno de los líderes del equipo para el futuro y un jugador con un techo altísimo… y fue traspasado, lo que le supuso un disgusto que pocos tendrían saliendo de un equipo como los Kings. En Indiana, está promediando más de 17 puntos y casi 10 asistencias por partido. Los Kings apostaron por la continuidad de De’Aaron Fox (que firmó en noviembre de 2020 una extensión por cinco años y 163 millones), por dar más minutos al rookie Davion Mitchell, otro guard con excelente pinta, y con hacerse con Domantas Sabonis, al que en California ven como un valor seguro y un perfecto complemento para Fox. Ellos tres, y un pick que volverá a estar en el top 10 del draft, son la esperanza de la franquicia para romper la maldición y volver a playoffs por primera vez desde 2006.

FOTO:Steven RyanGetty Images