¿Qué grandes traspasos podrían darse en la NBA durante la temporada?

El verano NBA comenzó marcado por dos casos muy trascendentales: Damian Lillard quería salir traspasado y pidió a los Trail Blazers que negociaran con una franquicia en concreto: Miami Heat. El base resolvió su futuro y provocó una sorprendente sucesión de acontecimientos: los Heat no llegaron a las peticiones de los Blazers y Lillard acabó en Milwaukee Bucks. A cambio, los Blazers recibieron a un Jrue Holiday que enviaron a Boston Celtics mientras apilaban jugadores jóvenes y rondas de draft para su reconstrucción. Los Heat se quedaron con un palmo de narices mientras sus dos grandes rivales en el Este salían muy reforzados, los Bucks con Lillard al lado de Giannis Antetokounmpo, los Celtics con una pieza maestra como Jrue en un proyecto que ya había añadido a Kristaps Porzingis y que seguirán liderando los jays, Jaylen Brown y sobre todo Jayson Tatum.

El cuarto en discordia en el Este durante los últimos años es Philadelphia 76ers. Pero su situación, el otro gran caso sobre el que pivotaba la actualidad NBA, no se ha resuelto: James Harden pidió irse y también puso sobre la mesa un destino predilecto, Los Angeles Clippers. Pero los angelinos todavía no ofrecen lo que piden unos Sixers sin prisa, que quieren asegurarse un buen retorno porque no pueden dejar en paños menores un proyecto en el que está Joel Embiid, que podría perder la paciencia se ve como su equipo baja un par de escalones competitivos.

Así que si hay que hablar de traspasos factibles que pueden afectar de forma importante, hay que empezar desde luego por La Barba.

JAMES HARDEN. Escolta. 34 años. Philadelphia 76ers. Ya se sabe, Harden se sintió traicionado por Daryl Morey, el ejecutivo con el que formó en Houston Rockets una alianza que pudo reinar (lo impidieron los Warriors). Cuando vio que la oferta para firmar un nuevo contrato no iba por donde él esperaba, aunque un año antes había perdonado dinero para que los Sixers pudieran reforzar más la rotación, Harden contratacó acogiéndose a su player option (35,6 millones) y pidiendo acto seguido el traspaso. Así que el próximo verano será libre, los Sixers no deberían dejar que se vaya a cambio de nada y el mercado para un jugador ya en retroceso se limita a unos Clippers que tampoco tienen prisa. Y todo, con Joel Embiid pendiente de cómo van las cosas en unos Sixers que la pifiaron la temporada pasada, cuando ganaban 3-2 a los Celtics y tenían el sexto partido en su pista, en semifinales del Este. Y que siguen sin jugar una final de Conferencia con el pívot camerunés.

Harden ya forzó su salida de los Rockets y luego de los Nets, donde no funcionó su alianza con Kevin Durant y Kyrie Irving. Ahora quiere irse a su California natal con Kawhi Leonard, Paul George y Russell Westbrook. Pero Morey, que ya aguantó el pulso a Ben Simmons hasta que las cosas se pusieron más favorables para sus intereses, no parece nervioso por los ultimátums y gestos públicos de Harden.

PASCAL SIAKAM. Ala-pívot. 29 años. Toronto Raptors. Campeón en 2019, donde tuvo un rol fundamental en el mayor éxito de la historia de Toronto Raptors, y dos veces all star, Siakam está en una situación extraña en los Raptors. En verano se habló de una posible salida, y hubo negociaciones con los Hawks que se rompieron, entre otras cosas, porque el camerunés aseguró que no firmaría una extensión con los de Georgia si era traspasado allí. Ahora está en último año de contrato (37,8 millones) y asoma la opción de que quede libre en verano, que sería seguramente desastrosa para la franquicia canadiense, que ya ha perdido sin recibir nada o casi nada a cambio a demasiados jugadores importantes en los últimos años (Kawhi Leonard, Marc Gasol, Serge Ibaka, Kyle Lowry, Fred VanVleet….). El nuevo entrenador, Darko Rajakovic, puede poner definitivamente el equipo en manos de Scottie Barnes, el Rookie del Año en 2022. Eso haría todavía menos importante, por edad y por posición en pista, a Siakam. Y acercaría el traspaso, sobre todo si el equipo no está entre los mejores del Este en las primeras semanas de competición, a medida que se acerque el cierre invernal. Siakam, mientras, maneja sus opciones: si espera y entra en los quintetos All NBA, puede firmar un súper máximo el próximo verano por más dinero del que se llevaría ahora en una extensión con los Raptors.

OG ANUNOBY. Alero. 26 años. Toronto Raptors. Otra patata caliente en Toronto. Anunoby ha estado en rumores de traspaso en las últimas ventanas de mercado. Su valor es alto, ya que es uno de los mejores aleros defensores de la NBA. Y, sin extensión con su equipo, tiene la opción de quedar libre el próximo verano porque sus 19,9 millones de la temporada 2024-25 son una player option. Así que los Raptors pueden ver cómo se acerca un verano en el que Siakam y Anunoby podrían irse a cambio de nada.

KARL-ANTHONY TOWNS. Pívot. 27 años. Minnesota Timberwolves. Towns se divirtió en el Mundial con la República Dominicana. Ahora, el número del draft de 2015 regresa a unos Timberwolves con los que ha sido tres veces all star pero con los que sigue buscando el esquivo éxito colectivo. La situación se pondrá tensa si esta temporada no caen más victorias con mejores sensaciones y vuelve a patinar la unión en el juego interior de Towns y el francés Rudy Gobert. Además, cada vez parece más claro que Towns ya no es el jugador franquicia y que ese rol es para Anthony Edwards. Así que los Wolves podrían buscar una reconfiguración de su plantilla y el propio Towns podría preferir un cambio de aires, con franquicias como los Knicks pendientes de los movimientos de un jugador al que no se le puede discutir el talento. Sí, a veces, la disposición en los momentos trascendentales. El pívot tiene contrato hasta 2028, garantizado hasta 2027. Así que los Wolves podrían exigir un retorno enorme al que quiera hacerse con él.

BUDDY HIELD. Escolta. 30 años. Indiana Pacers. Uno de los mejores tiradores de la NBA en el último lustro está en último año de contrato y juega en unos Pacers que han virado claramente hacia su base joven: Haliburton, Mathurin, Walker… Todo eso convierte a Hield en una opción muy obvia de traspaso antes del cierre invernal. Habrá aspirantes al anillo que busquen un tirado de primera categoría de cara a los playoffs, y habrá interés de los Pacers en sacar algo por el jugador si no hay otros movimientos (no le gustó la extensión que le ofrecieron en Indiana). Hield, además, ya ha estado en el mercado en los últimos tiempos y siempre ha sonado, por ejemplo, como refuerzo de perímetro para los Lakers de LeBron James y Anthony Davis.

MALCOLM BROGDON. Escolta. 30 años. Portland Trail Blazers. Un caso que parece cantado. Brogdon jugó la pasada temporada en los Celtics, fue elegido Mejor Sexto Hombre pero acabó una vez la temporada con problemas físicos. En el traspaso por Jrue Holiday, fue enviado a unos Blazers en plena reconstrucción, que tiene la intención de enviarlo a otro equipo a cambio de piezas de futuro (jugadores, rondas de draft…). Por ahora no ha habido movimientos, y seguramente Brogdon juegue con los Blazers para revalorizarse, demuestre que está sano y se ponga en el escaparate para un aspirante que necesite un guard de garantías de cara al momento crucial de la temporada. Brogdon puede serlo, pero tiene firmados 45 millones de dólares para esta temporada y la próxima.

CLINT CAPELA. Pívot. 29 años. Atlanta Hawks. Los Hawks buscan formas de ser competitivos, están apretados por su masa salarial y tienen un pívot emergente como Onyeka Okongwu. Eso hace que Clint Capela, que estuvo por debajo de su nivel de años anteriores el curso pasado, pueda salir antes de febrero. Tiene contrato hasta 2025. En junio ya hubo negociaciones con Dallas Mavericks, que buscaba entonces un pívot de intimidación defensiva.

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