Patinazo de Wembanyama

Los Spurs han protagonizado la derrota más impredecible. Al fin y al cabo, llevaban ocho victorias consecutivas y 10 en los últimos 11 partidos antes de caer ante los Jazz (114-127) de forma incomprensible en San Antonio y ante su público. Y por si fuera todavía más exagerado el patinazo, hay que tener en cuenta que que en ese tramo habían vencido hasta en tres ocasiones nada menos que a los Thunder, ese campeón imbatible que iba hacia su segundo anillo consecutivo antes de que los imberbes y revolucionarios texanos, liderados por la eterna figura de Victor Wembanyama, se cruzara en su camino. Todo eso convertía al equipo en un rival extraordinario, de esos que hay que tener en cuenta. Pero uno que también está irremediablemente lleno de humanidad.

Quizá porque se hartaron de ganar o porque no se puede ganar siempre, los Spurs cayeron en casa ante unos Jazz cuyo proyecto está a la deriva porque tenían que hacerlo. Y dando así un respiro a unos Thunder que veían peligrar su puesto en la cima de la Conferencia Oeste tras casi tres meses de un dominio que desapareció por obra y gracia de una plantilla que quiere permitir a su franquicia volver a presumir del juego más cautivador del planeta. Ese que tuvieron con Tim Duncan, Manu Ginóbili o Tony Parker en posta y Gregg Popovich en el banquillo. Ese que les llevó a pisar playoffs en 22 temporadas consecutivas, rozando el récord del deporte estadounidense. Una fase final a la que obviamente quieren regresar. Por mucho que hayan tenido baches por el camino.

Y eso que Wembanyama, de nuevo titular tras su etapa saliendo desde el banquillo por culpa de las lesiones, hizo un excelente partido. 32 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias y 5 tapones con un 12 de 21 en tiros de campo y 8 de 8 en tiros libres, aunque 0 de 4 en triples. Le acompañó Keldon Johnson, con 27 tantos y 10 rechaces, mientras que Dylan Harper se fue a 7, con 7 y 12 pases a canasta. Sin embargo, el hecho de lanzar por debajo del 23% en triples y el parcial de 20-38 recibido en el segundo cuarto, además de los 17 puntos de ventaja que llegaron a tener los Jazz, perjudicaron mucho a unos Spurs que no encontraron la voluntad ni las fuerzas para reaccionar y que se quedaron por el camino de lo que podrían haber conseguido, dejando escapar una victoria que debería haber sido cómoda.

Por parte de los Jazz (que se ponen con un récord de 12-19 y rozan la zona del play in de la Conferencia Oeste) destacaron los 29 puntos de su líder, un Lauri Markkanen que se fue a un increíble 11 de 16 en tiros de campo, con 5 de 6 en triples y 2 de 2 en tiros libres. Keyonte George, con 28 tantos, 5 rechaces y 6 pases a canasta, certificó su gran momento y acompañó en las hostilidades a su compañero. La franquicia de Utah, que rozó el 46% desde el exterior y repartió hasta 34 asistencias en un gran esfuerzo colaborativo, sigue intentando salir del pozo en el que se ha visto hundida estos últimos años y volver a ser un equipo competitivo que pueda dar un susto a cualquiera. Y los Spurs de Victor Wembanyama son la constatación de que pueden hacerlo.

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