Otra desgracia para Dante Exum

Las cosas nunca parecen ser fáciles para Dante Exum (29 años, Melbourne), el guard de Dallas Mavericks que tendrá que parar desde el inicio de la pretemporada por una lesión en la muñeca derecha de la que no saben más detalles. Solo, según Shams Charania, que es “seria” y que podría necesitar una visita al quirófano. Otra muy mala noticia para un jugador cuya carrera está absolutamente marcada, condicionada, por los problemas físicos.

Exum regresó a la NBA el pasado verano con un contrato de dos años y poco más de 6 millones de dólares. Quería demostrar en los Mavs que su sitio allí, en ese lado del Atlántico para el que se había ganado billete con su excelente rendimiento (y sus muestras de buena salud) en Barcelona y, sobre todo, Partizán. En su primera temporada de vuelta, dejó claro que puede ser un guard especialista desde el banquillo, útil: físico, defensa y una capacidad que antes no tenía para meter triples liberados. Jugó 55 partidos, promedió 7,8 puntos y 2,9 asistencias en 20 minutos en cancha y formó parte de la rotación de esos Mavs que vivieron una temporada excelente que acabó en las Finales de la NBA. Este de muñeca es, sin embargo, su tercer percance desde enero (y el peor). Los anteriores, bursitis en una rodilla y un problema de fascitis en un pie.

A falta de las pruebas que aclaren el alcance definitivo de la lesión, Exum puede estar ante otra ausencia de largo recorrido. Su primera etapa en la NBA (2014-21) fue un vía crucis por culpa de las lesiones, que le frenaron en seco cuando comenzó a sentirse a gusto con su juego y su rol tras ser elegido como un jugador distinto, un proyecto de estrella todavía muy verde, con el número 5 del draft de 2014, directo del instituto en Camberra a Utah Jazz.

En su primera temporada, jugó los 82 partidos, pero la segunda (2015-16) se la perdió entera por una grave lesión de ligamento que sufrió, en una rodilla, jugando con Australia en el verano de 2015. En la 2016-17 pudo jugar 66 partidos, pero entre diciembre y enero volvió a tener una ausencia larga que acabó, después de la temporada, en una operación de hombro que no le permitió jugar otra vez hasta marzo de 2018. Entre 2016 y 2021 solo pudo jugar 163 partidos, una media de menos de 33 por temporada, y acabó siendo carne de traspasos (Cavaliers, Rockets) y, finalmente, cortado.

En Europa, Exum tuvo que recordar a los quisieran mirara desde EE UU que puede ser un jugador útil (estelar en Euroliga, productivo en NBA) y, sobre todo, que puede estar en pista, mantenerse sano. Lució en el Barça, en un paso efímero, y jugó una excepcional temporada en Belgrado, a las órdenes de Obradovic y en ese Partizán que, de menos a más, rozó la Final Four y acabó eliminado de forma increíble en la serie contra el Real Madrid marcada, y manchada, por la pelea del segundo partido y, sobre todo, la llave de lucha libre de Yabusele al propio Exum, que jugó mermado el resto de la eliminatoria. Se ganó, sin embargo, la llamada de unos Mavericks con los que no podrá estar, por ahora, en su segundo y último año de contrato.

Los texanos han perdido a Josh Green y añadido, para el backcourt, a Quentin Grimes y Spencer Dinwiddie; Y vuelven a tener esperanza en que Jaden Hardy por fin muestre continuidad más allá de sus chispazos de talento. Así que Exum tendrá que pelear por hacerse con un sitio, cuando regrese, en esa rotación exterior que cuidará las espaldas del trío principal, Luka Doncic (que también ha comenzado lesionado la pretemporada, en su caso un problema menor), Kyrie Irving y el gran recién llegado, Klay Thompson.

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