Nuevo horizonte en New Orleans
La vuelta de Zion Williamson a las pistas crea nuevos objetivos en la franquicia de Luisiana para elevarse aún más en la Conferencia Oeste.
La exigencia de la NBA obliga a cada franquicia a contar con el mayor número de estrellas posibles para acercarse al título. En los tiempos en los que un gran nombre por equipo se queda corto, existen conjuntos que dejan buenas sensaciones incluso sin poder contar con su mejor jugador durante toda la temporada. Estos, en concreto, fueron los New Orleans Pelicans la pasada campaña.
En un año donde los interrogantes ocupaban gran parte de las portadas locales incluso antes del comienzo de la temporada, los Pelicans respondieron de la mejor manera posible. Y ahora, con la vuelta de Zion Williamson, su gran estrella de 22 años, están listos para asentar su interesante proyecto en la conferencia Oeste.
La pasada campaña, tras ganar en el ‘play-in’ a San Antonio Spurs y a Los Angeles Clippers, lograrían meterse en los terceros playoffs en los últimos diez años. En estas tres andaduras por la postemporada han conseguido pasar de ronda una sola vez (vs Portland en 2017-2018).
Las sensaciones fueron espectaculares. Los de Luisiana conseguirían dos sorprendentes victorias ante Phoenix en primera ronda, pero no pudieron vencer (4-2) al primero del Oeste en temporada regular. Ahora, se abre un nuevo horizonte en New Orleans.
Estrenos y ausencias
Con Willie Green, quien fuera jugador de New Orleans Hornets y Los Angeles Clippers, entre otros, estrenándose como entrenador jefe en la liga y la incógnita del posible retorno de la estrella, los Pelicans comenzaron con un récord de 2 victorias y 13 derrotas en los primeros 15 partidos.
Con Brandon Ingram como principal referencia, los de Luisiana no conseguían encontrar la química y el ritmo idóneo para remar hacia delante en una conferencia tan competida como es el Oeste.
El problema era evidente: con el que fuera alero de los Lakers no era suficiente para ganar de forma regular sin Zion en la pista. Green no terminaba de encontrar su quinteto de confianza, el sistema donde pudiese sacar lo mejor de cada jugador.
Los jóvenes al rescate
La ausencia de Zion permitió que otros jóvenes tuviesen más minutos de lo esperado. Esto ocurrió con Herb Jones, elegido en el puesto 35 del Draft de 2021, Jose Alvarado, jugador estadounidense internacional con Puerto Rico que no fue elegido en el Draft y Trey Murphy III, seleccionado en la posición número 17.
El primero de ellos mostró unas dotes defensivas fuera de lo común, colocándose como uno de los mayores especialistas defensivos de perímetro de toda la liga. Fue seleccionado en el segundo mejor quinteto de novatos de la temporada. Alvarado mostró la entrega que es capaz de aportar en cada minuto en pista y Murphy se consagró como un buen anotador de media y larga distancia.
Estos jóvenes sirvieron para algo más que ser parches puntuales. Sin ellos no se entenderá el proyecto de New Orleans en las próximas temporadas. La ausencia de ideas fijas en la franquicia les ha servido para consolidarse en el esquema de Green.
Además, esta temporada contarán en sus filas con Dyson Daniels y E.J. Liddell, seleccionados en el pasado Draft. El primero, elegido en la 8º posición, fue el base de Ignite, equipo de la G-League, la pasada temporada y tiene experiencia FIBA con Australia. Un jugador diferente, que aporta en todas las áreas. Del segundo, Liddell, nadie esperaba que cayese hasta el puesto 41. Alero, exjugador de Ohio State, con buen físico y capacidad para armar el tiro que puede convertirse en uno de los ‘robos’ del pasado draft.
Veteranía y puntos
Esta ausencia de un compañero de garantías para Brandon Ingram se vería resuelta en el mes de febrero. Desde New Orleans querían hacer un movimiento definitivo para solidificar el proyecto, con o sin Zion en pista.
Los Pelicans mandaron a Josh Hart, Tomas Satoransky, Nickeil Alexander-Walker, Didi Louzada, la primera ronda de 2022 y dos futuras segundas a Portland a cambio de C.J. McCollum, Larry Nance Jr y Tony Snell.
Desde Luisiana tuvieron la “fortuna” de encontrar a unos Blazers que querían dar un giro de 180 grados para transformar todo lo que no funcionó en las últimas temporadas en un nuevo equipo competitivo para Damian Lillard.
La llegada de McCollum a Luisiana asegura un plus inmediato a las aspiraciones de New Orleans y, sobre todo, la confirmación de un trío de jugadores de gran nivel en un proyecto que coge forma. En los 26 partidos disputados con los Pelicans la temporada regular pasada, el escolta promedió 24,3 puntos, 5,8 asistencias y un 39% de acierto desde el triple.
Cada pieza es importante
En un proyecto que coge forma, cada pieza es insustituible. Dejando a un lado al núcleo formado por Zion, Ingram y McCollum, los secundarios juegan un papel fundamental. Además del papel de los jóvenes anteriormente mencionado, figuras como Willy Hernángomez, Jaxson Hayes, Jonas Valanciunas o Larry Nance Jr ocupan espacios significativos en los esquemas de Green.
Tres jugadores grandes, pero con amplias diferencias. Mientras que Willy se asentó en la rotación la pasada temporada con 9,1 puntos y 6,8 rebotes de media en 17 minutos por encuentro, Nance puede complementar en defensa a Zion y Valanciunas. Importante este apartado, ya que New Orleans fue el 18º equipo en defensa la campaña pasada.
Precisamente el lituano es objeto de rumores en torno a su salida. Quizá a los de Luisiana les vendría mejor un pívot que pueda proteger el aro, aunque la capacidad reboteadora de Valanciunas es inigualable en la liga.
El ‘efecto Zion’
Todas estas partes no pueden juntarse sin la regularidad de un jugador llamado a marcar una época. Desde que años antes de incorporarse a la universidad de Duke sus jugadas se hiciesen virales en Internet, Zion Williamson se presentaba al mundo del baloncesto como algo único.
Sus continuas lesiones y las frecuentes polémicas en torno a su estado físico no han dejado brillar a un jugador diferente, especial. Tras no haber disputado ni un solo minuto la pasada campaña, Zion se enfrenta a su año de consagración en la élite de la NBA.
Esto ya no solo se entiende en el plano individual, mencionando que fue elegido para el All-Star en la 2020-2021 con promedios de 27 puntos, 7,2 rebotes, 3,7 asistencias con un 61% TC en los 61 encuentros que jugó, sino en el plano colectivo al ser la punta de lanza de un proyecto que crece a pasos agigantados en la conferencia Oeste.
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