NBA | MAVERICKS 97 - NUGGETS 98

Naufragio de Doncic

La estrella eslovena colapsa, se queda sin anotar en todo el último cuarto y falla el tiro ganador. Gran victoria de unos corales Nuggets sin Jokic.

Jerome MironUSA TODAY Sports

Sin Doncic no hay paraíso. Sería el titular si no fuera porque el esloveno sí que estuvo presente, aunque solo físicamente. La estrella naufragó ante los Nuggets, que sacaron una victoria muy importante de Texas sin Nikola Jokic. En un partido defensivo y lento (38 faltas y 27 pérdidas de forma combinada) fue el equipo de Colorado el que prevaleció, dejó a Luka Doncic desesperado y sumó una importante victoria ante un rival directo en una Conferencia Oeste en la que hay cambios constantes cada día. De hecho, ambos equipos llegaban con el mismo récord (9-6) y, tras el resultado, los Nuggets se van con un 10-6 que les deja en la cuarta posición, mientras que los Mavs se quedan 9-7 y en el noveno puesto del Oeste. Esto es la NBA y la Conferencia tradicionalmente más fuerte, sin un dominador claro, está sujeta al cambio constante y las variaciones eternas.

La situación del partido no se clarificó hasta la segunda mitad, cuando los Nuggets intentaron apretar el acelerador y se llegaron a ir 10 puntos arriba, su máxima de la noche (76-66 a dos minutos del final del tercer cuarto). Ahí sí que apareció Doncic, que se fue hasta los 10 puntos en esos 12 minutos, en los que no se sentó. Jason Kidd intentó corregir la dinámica y le dio descanso en el último periodo, en el que apenas disputó 5 minutos con menos de 2 de Christian Wood (5 puntos en todo el choque), una tónica que los Mavs siguen sin resolver; pero las cosas no salieron bien: una asistencia de Doncic permitió un mate de Dwight Powell a dos minutos para el final, lo que ponía a los locales 4 puntos arriba (97-93), una distancia considerable en un partido tan defensivo y ajustado. Sin embargo, no hubo más canastas de los Mavs: dos tiros libres de Bones Hyland y un triple de Michael Porter solucionaron las cosas; Bruce Brown hacía falta a Doncic en primera instancia para quitar segundos al tiempo y al no estar su equipo en bonus. El fallo posterior del esloveno, que se quejó a los árbitros con el tiempo reglamentario cumplido, puso el punto y final. A la victoria de unos y al naufragio de otros. Cuestión de perspectiva.

Doncic acabó con 22 puntos, pero un 7 de 16 en tiros de campo, 2 de 8 en triples y 6 de 10 en tiros libres. Ha entrado en una espiral de irregularidad algo preocupante tras superar la treintena de puntos en sus 9 primeros partidos, y combina actuaciones memorables con noches en las que parece cansado y fuera de sí. Promedia más de 33 puntos, suma triples-dobles y es uno de los favoritos para el MVP... pero parece que los Mavericks se conforman con eso a pesar de lo barato que están las finales de Conferencia en un Oeste sin dueño. Han involucionado a esa parsimonia de estilo de juego que tenían los Rockets de James Harden y Mike D’Antoni, con Luka Doncic como epicentro de un sistema en el que todos están abiertos, se lanzan muchos triples y se intenta defender con eficiencia. Y eso permite, cuando no está cansado, destacar a Doncic; pero hace difícil ganar. Hoy, al margen del esloveno, un mal 0 de 9 en tiros de Tim Hardaway, 11 puntos de Spencer Dinwiddie, otros 11 de Dwight Powell, y 23 de Josh Green, el mejor del partido, desde el banquillo: 8 de 9 en tiros de campo, con 6 de 7 en triples.

Todo eso no fue suficiente a pesar de que no estaban Jokic ni Jamal Murray. Estupendo trabajo de Mike Malone, muy seguro en su toma de decisiones y ganándole la partida a un Kidd cuya gestión sigue siendo positiva pero al que le faltan recursos en los finales apretados, en los que es muy predecible. DeAndre Jordan, de pívot titular, se fue a 8 puntos y 17 rebotes; Porter a 14 puntos, Brown a 12 (con 4 rebotes y 8 asistencias) y Hyland, desde el banquillo, a 29 como elemento diferenciador. Excelente imagen de un equipo que sigue siendo competitivo a pesar de unos últimos años llenos de dificultades en forma de lesiones y que está muy bien trabajado en ambos lados de la pista. Buena lectura de juego, buena adaptación a los rivales, energía todas las noches... En definitiva, un señor equipo. Es lo que son los Nuggets. Es en lo que quieren convertirse los Mavericks. Y, para eso, necesitan a Luka Doncic. Pero no en la mayoría de los días: en todos.

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