Muere Elden Campbell, la primera pareja de Shaq en los Lakers

Día triste en la NBA. Según informa Los Angeles Times, Elden Campbell ha fallecido a los 57 años por causas aún desconocidas. “Me ha dolido muchísimo. Crecimos juntos de niños”, escribió el exjugador Cedric Ceballos en Instagram sobre su excompañero en los Lakers.

Campbell jugó 15 temporadas en la Liga norteamericana, desde 1990 a 2005. Ocho y media de ellas fueron en Los Angeles Lakers, que lo eligieron en el puesto 27 de primera ronda. El pívot de 2,11 metros formó parte de esa divertida era pre-Kobe/Shaq en una franquicia que trataba de recuperar el pulso tras los apasionantes y gloriosos años del Showtime.

Estuvo presente como rookie en el final de la era Magic Johnson en aquellas Finales de 1991 perdidas ante los Chicago Bulls de Michael Jordan y en los primeros pasos de un equipo que acabaría siendo dinastía con tres anillos seguidos. Él salió antes de la gloria porque su química en la zona con Shaquille O’Neal no era plena.

Y eso que se intentó: en la primera temporada de Shaq en los Lakers fueron la pareja interior más usada con 50 titularidades compartidas en fase regular y nueve en los playoffs por el título. Sin embargo, Campbell salió de California a mitad del curso de 1999 en dirección Charlotte Hornets.

También jugó en Seattle SuperSonics, New Jersey Nets y Detroit Pistons. En Michigan ganó su único anillo, el de 2004, curiosamente ante los Lakers, y se retiró en 2005.

“Recuerdo su actitud. Por eso lo apodábamos Easy E. Era tan tranquilo, nada lo aceleraba. Se tomaba su tiempo. Era simplemente tranquilo. Era un tipo estupendo. Me encantaba Easy, tío”, aseguró al Times Byron Scott, exjugador y compañero en los Lakers de Campbell, que era un buen defensor, aunque nunca llegó a cumplir las altas expectativas que se le presuponían.

“Pensé que, si de verdad quería ser bueno, y eso es lo único negativo que diría de él, tenía el potencial. Solo quería jugar. No entrenó hasta que se le acabó el contrato y se preparó para intentar conseguir otro. No le dedicó tanto tiempo, pero tenía algunas habilidades. Era grande y fuerte, y saltaba como un profesional. Tenía un buen tiro en suspensión con giro. Para ser sincero, no quería ser un genio. Solo quería jugar. Pero qué buen tipo”, continuó Scott.

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