Milwaukee deja atrás el desastre

Los Bucks son los finalistas coperos que llegarán al partido por el título en el lado de la Conferencia Este. Lograron tal hazaña con una actuación seria en los últimos minutos, sin dejar todo el margen que sí les habían dado el resto de la velada, frente a Atlanta Hawks, que para nada desentonó e incluso tuvo brillantez para soportar de igual a igual a un rival con más pólvora y más hecho a las grandes noches.

Giannis Antetokounmpo fue el líder de las citas importantes. Aquel que decidió la NBA en 2021 con 50 puntazos, ése, quiere seguir haciendo historia. Resultó imparable para la defensa de los de Snyder. Por más que se turnaran Hunter, Johnson, Daniels los pívots e incluso probaran Bogdanovic y Krejci, es decir, casi toda la rotación, el griego dominó los tiempos y impuso su ley cuando se acercó a la canasta contraria. Un doble-doble que sí sirvió para vencer, 32 puntos y 14 rebotes, a diferencia del que firmó Trae Young, 35+10, marcado por los dos triples que erró en el tramo crucial -de los suyos, de los de paso atrás y rápida armada de brazo- y que supusieron dos fugas de puntos de las que no se repusieron. Dos maneras diferentes de ver números individuales severos. El resultado en el T-Mobile Arena, 110-102, engloba a todos estos protagonistas.

Los Hawks estuvieron en el encuentro hasta los últimos dos minutos, en los que no anotaron. Un toque de gracia de Lopez, un robo de Lillard con un tiro sencillo posterior, los lanzamientos de un punto y la facilidad que ofreció Giannis a la ofensiva planteada por Rivers, cuestionado desde las primeras jornadas y que en la Copa va a tener su opción para reivindicarse, fueron lo que desequilibró la balanza.

Después de los roces Giannis-Dame, de la crítica constante al entrenador, de no saber en qué estado físico está Middleton, de la desaparición de Connaughton y otros asuntos, aquí están. Y ahora qué, dirán en su interno los Bucks. Con razón. Los malos hábitos en la fase regular no se han trasladado a la Copa, no únicamente por estar en la final sino por la competencia a la que se han cargado. Este sábado en Las Vegas acertaron con la diana. Y eso que permitieron, en la manga de apertura, mucho a hombres como Bogdanovic, que no necesitan demasiado para destacar. Portis fue el sostén de los locales en esos minutos. Abrieron el segundo acto con un 10-0 gracias a un par de triples de A.J. Green y a partir de ahí Anteto se las dio de líder todopoderoso, controlando cada intento de canasta para que saliera lo mejor posible. Pequeñas ventajas y, al descanso, +6, por lo que la apariencia era de tranquilidad. Vinieron a visitarles los fantasmas de semanas pasadas un rato después. La defensa de media distancia de Milwaukee era negativa y en la del perímetro dejaban libres las esquinas para que hasta Okongwu lo intentara. Perdieron el norte, agudizándose este hecho cuando Giannis descansaba en el banquillo, y la igualdad llegó al marcador. Tuvo que mostrarse de nuevo el alero europeo de los Bucks para absorber el balón, atacar el aro desde los postes y hacer valer su físico sobrenatural ante unos defensores sin recursos suficientes. Middleton ayudó a Lillard a enfocar los ataques, Lopez apareció en las dos áreas como interior al que contar y entre los cuatro evitaron que se escapara esta oportunidad, como pocas hay en la vida. A un día igual de bueno de la gloria copera.

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