Micic replantea su escenario

Acaba de comenzar una nueva temporada de la NBA y para algunos empieza a atragantarse la experiencia. En el caso de uno de los mejores europeos de los últimos años, Vasilije Micic, llegan horas en las que tomar decisiones. Para él, además, el salto a Estados Unidos se retrasó en exceso, primero por la falta de arranque de los Sixers y después en unos Thunder que explotaron de talento justo cuando él aterrizó. En Charlotte, donde desarrolla la profesión ahora, se han torcido las cosas.

El ex de equipos como Zalgiris o Efes, donde lo fue todo de la mano de Ergin Ataman, se ha quedado sin sitio en la rotación. Curioso que haya ocurrido justo cuando la franquicia ha fichado en la parcela de desarrollo de jugadores a Kemba Walker, que se retiró en verano después de pasar por la Euroliga con el Mónaco y conocer cuán competitiva es. El jugón de Kraljevo, de 30 años, ha desaparecido de la rotación: en la posición de base titular se sitúa LaMelo Ball, sin discusión, y como segundo entra con asiduidad Tre Mann; puede actuar como escolta, pero ahí están especialistas ofensivos como Seth Curry o defensivos como Josh Green. Está en 15 minutos de media, pero son de baja relevancia. Hay 10 que están más tiempo que él en la cancha. Además de ser una media con cierta trampa, ya que ha disputado sólo los tres primeros encuentros y lleva cuatro apartado del parqué.

Tampoco ayuda que la franquicia esté navegando la NBA con una nueva perspectiva. Charles Lee, que aún no ha llegado a la cuarentena de edad y posee aún cierto grado de apego al pensamiento de los jugadores, ha entrado como técnico principal en la presente temporada. En su primera oportunidad como tal, habiendo sido parte de Hawks o Bucks en el pasado y viniendo directamente con la vitola de campeón de los Celtics, exuda personalidad. Ni un veterano como es Micic le achanta.

Los europeos de mucho nivel en el Viejo Continente que saltan talludos a la conquista de Estados Unidos pasan por problemas de adaptación o por papeles que no se adecúan a su calidad. Ejemplos hay muchos: en España, Juan Carlos Navarro; en otros países, Spanoulis o Jasikevicius. Mucho más cerca se puede ir para verlo: Sasha Vezenkov perdonó casi siete millones de dólares para liberarse de los Raptors y volver al Olympiacos. Micic puede maquinar una estrategia que a ello se asemeje.

Porque se han acabado los tiempos en los que era ordeno y mando para Vasa, los momentos en los que era un MVP no sólo en espíritu sino en empírico. Después de la poca exposición que tuvo en Oklahoma pudo revivir en Charlotte cuando fue traspasado: 10,8 puntos y 6,2 asistencias en el tramo final de la temporada pasada. En la presente ha comenzado absolutamente ofuscado, con porcentajes de acierto irrisorios que para nada le hacen justicia: 14,3 en tiros de tres y 18,2 en tiros de dos. Anulado y sin respuesta. De recuperar pronto la estabilidad en la rotación de Lee o ser transferido a una plantilla en la que tengan un cometido más lucrativo para él, quizá en un contendiente al título que necesite de sus dotes como base o escolta, dependerá su futuro en la liga norteamericana. El ascenso de Mann ha roto del todo su esquema mental en unos Hornets todavía por reconstruir.

Las sensaciones son malas para el serbio, lejos del rol que tenía en el Efes que ganó la Euroliga dos años consecutivos y en el que él era el principal ejecutor junto a Shane Larkin. Los turcos, que sacaron tajada cuando salió, estarán atentos a cualquier movimiento aunque ahora el que dirija desde el banquillo sea Tomislav Mijatovic. A Micic aún le quedan años a un buen nivel, en plena madurez deportiva, y cualquier escenario es posible con él. Por ello Europa ha fijado su mirada en el lío.

Redoblan los tambores por Micic en Europa

Los clubes más potentes de la Euroliga están al acecho si cayera el premio gordo. Valorando, de manera acorde, cuánto costaría. Para empezar en la NBA está cobrando este curso 7,7 millones, todos garantizados, y para el próximo debe esperar a que el club que posea sus derechos active la cláusula por la que cobraría otros 8,1 brutos. En esos dos escenarios se moverá. Habría que hacer un desembolso de oro para convencerle. Ha empezado a sonar el río en Madrid y Barça con la información del podcast Backdoor, una posibilidad de lucha entre los transatlánticos españoles que está lejos de que ocurra. Si bien Micic llegó a estar casi fichado por el Madrid o admitió hace años que le gustaría jugar en el Barça, escenario de cuento si nos atenemos a la realidad y, además, descontamos al Efes, Fener, Olympiacos, PAO... En el contexto americano el periodista Evan Sidery, de Forbes, sí lo sitúa como una pieza que se podría activar en el mercado de traspasos si todo se mantiene como está hoy. El abanico de posibilidades se abre con Vasa Micic.

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