NUGGETS 93-THUNDER 119

Los Thunder rompen al campeón

Exhibición liderada por Shai Gilgeous-Alexander en pista de unos Nuggets superados, que han perdido dos partidos seguidos en su casa contra los de OKC.

Isaiah J. DowningUSA TODAY Sports via Reuters Con

Los Thunder han ganado sus tres últimos partidos, pero ese dato no cuenta bien la historia: en ellos, han aplastado a los otros dos mejores del Oeste en este primer tercio de temporada: +23 contra los Timberwolves y, después de sortear a los Knicks, exhibición (93-119) en casa del campeón, Denver Nuggets. Un equipo que no perdía en Colorado por más de 25 puntos desde hace casi cuatro años; y fue contra los Warriors que todavía tenían a Kevin Durant. Más: los Nuggets habían ganados seis partidos seguidos, una racha que comenzó tras perder en su pista contra los Thunder… y que ha acabado también en su casa contra el mismo rival, que suma dos de las únicas tres victorias que los visitantes han logrado en la Mile High en lo que va de curso. Ahora, están 21-9 por el 23-11 de los Nuggets, que solo tienen una derrota menos que el quinto del Oeste.

En octubre, los Nuggets aplastaron a los Thunder en OKC. Pero en las últimas dos semanas, las sensaciones han dado la vuelta. En el primer partido en Denver, Shai Gilgeous-Alexander resolvió (117-118) una pelea milimétrica. Esta vez fue una paliza, una exhibición de un equipo lanzada y una estrella arrebatadora. Shai, a pesar de que esta vez sí jugó el especialista defensivo Kentavious Caldwell-Pope, acabó con 40 puntos y anotó 17 con solo siete tiros de campo en un tercer cuarto (20-34) en el que se desangraron los Nuggets, que en el último parcial intentaron ponerse a tiro de estar a tiro, pero nunca cerraron el cerco lo suficiente. Tuvieron menos acierto, menos físico y menos intensidad. Y se metieron de lleno en la boca del lobo en una segunda parte en la que los Thunder sí acertaron por fuera (cuatro triples hasta el descanso, ocho despues).

En back to back, a los Nuggets (además, sin Aaron Gordon) les faltó fuelle para el nivel físico que exigen estos Thunder. Un día después de meter 142 puntos a los Grizzlies se quedaron en 93, enredados en protestas a los árbitros y sin acierto exterior contra un rival que colapsó la zona y puso cuerpos y manos por todas partes. Nadie llegó a 20 puntos: Jamal Murray había estado en esa cifra o por encima siempre en la racha de seis victorias, acabó con solo 9 y un 4/15 en tiros. En los seis triunfos seguidos había metido el 56% de sus triples, en las dos derrotas contra OKC (las dos únicas de su equipo en los últimos doce partidos) ha apilado un 1/12 con un 9/28 en tiros totales. No es casualidad. Tampoco que Nikola Jokic acabará con un 9/10 en tiros: mucha eficacia pero muy pocos intentos, solo 19 puntos y 7 asistencias por 7 pérdidas. Si sus súper estrellas solo anotan dos 13 canastas en juego entre las dos, el campeón queda reducido a su mínima expresión.

Que los Thunder van a por todas ya, que han dejado de ser futuro y son presente, es algo que ya sabe todo el mundo en la NBA. Todo el que esté mirando. Chet Holmgren entró en el equipo directamente como número 2, cambiando las jerarquías y corrigiendo la geometría de un quinteto que tenía un valle demasiado profundo en las zonas. Ahora es todo lo contrario: en Denver y contra Jokic, Chet comenzó anotando los 10 primeros puntos de su equipo (con dos triples) y acabó el primer cuarto con 14 antes de darle el relevo a Shai. Acabó con 24 (9/14), 6 rebotes y 3 asistencias. Jalen Williams terminó en 11+7+9, Josh Giddey en 12+8+4 y en defensa pusieron mucho trabajo Lu Dort, Jaylin Williams… Hasta Vasilije Micic tuvo minutos: 14 con 2 puntos (0/3 en triples) y 2 asistencias.

Solo los equipos de verdad muy buenos ganan en dos visitas seguidas a las Rocosas. Solo uno con las facultades de estos Thunder puede quebrar así, como en esta victoria incontestable, el espíritu del campeón. Hay algo eléctrico, en crecida, en la pareja Shai-Holmgren. Hay secundarios que ya saben quiénes son y qué tienen que hacer, y hay un proyecto con armamento atómico en los despachos, un montón de primeras rondas con las que dar el gran golpe en el mercado si algo importante de verdad se pone a tiro. Es la hora de los Thunder. Y nadie podrá decir, cuando esta llegue definitivamente, que no estaba avisado.

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