NBA | PHILADELPHIA SIXERS

Los Sixers, gafados: lesión de Tyrese Maxey

La temporada de la franquicia de Philadelphia no podía empezar de peor manera. A las derrotas, las ausencias y las multas, se junta ahora la lesión de la estrella.

JUSTIN CASTERLINEAFP

La mala suerte se ha cebado con los Sixers hasta niveles ya extremos, castigando a una franquicia en la que el karma ha pasado de igualar ciertas cosas a sobrepasar ciertos límites. Tyrese Maxey, la mejor noticia del equipo de Philadelphia esta temporada (y casi la única) se ha lesionado del tendón de la corva derecha y estará al menos dos semanas de baja. El diagnóstico no es definitivo y durante las próximas horas se realizarán más pruebas en las que se determinará el alcance real de la lesión, pero se ha filtrado que la entidad se está preparando para jugar sin el escolta y que van a tener mucho cuidado con su recuperación. Una noticia pésima, que llega en un momento horrible a nivel deportivo y estructural y que deja fuera de juego a un jugador especial, consolidado como estrella y realizando una exhibición tras otra a pesar de que el equipo no deja de acumular derrotas.

La temporada está siendo una concatenación de desgracias para los Sixers. Su extraña estrategia de comunicación provocó que nadie supiera por qué Joel Embiid no jugaba el encuentro inicial después de decir que no estaría en los back to backs. El pívot todavía no ha debutado este curso y, además, tuvo un encontronazo demasiado grande con un periodista como que la NBA lo ignorara, lo que le acarreó tres partidos de sanción. Por si fuera poco, Paul George también empezaba en el dique seco y su retorno no ha arreglado las cosas, ya que los Sixers suman dos derrotas consecutivas con el alero, que llegó en verano procedente de los Clippers. Y el balance, claro, es horroroso: 1-6, cuatro partidos perdidos sin fallo y una única victoria, ante los Pacers y en Indiana, que supo a gloria pero se quedó en nada. Es más, ha servido para que no estén sin ganar. Que no es poco, dadas las circunstancias.

En dicho encuentro precisamente Tyrese Maxey realizó una estupenda exhibición: 45 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, un esfuerzo tremendo para inclinar la balanza a favor de su equipo, que se tiene que apoyar en gente como Kelly Oubre, Caleb Martin, veteranos como Andre Drummond y todavía más veteranos como Eric Gordon o Kyle Lowry, perdido en un proyecto roto en la triste recta final de su carrera. También en Guerschon Yabusele, que ha tenido buenos momentos. Una plantilla totalmente insuficiente como para asaltar los cielos u optar al anillo, y que ya veremos las dificultades que tiene para llegar o no a playoffs. Algo desolador para una entidad que aspiraba a dar problemas a los Celtics, vigentes campeones; y que, salvo sorpresa, seguirá con su horrible racha, la que les ha dejado fuera incluso de las finales de Conferencia desde 2001, con Allen Iverson de mesías, Dikembe Mutombo de protector de la zona y el nómada Larry Brown como entrenador.

Las cosas se siguen complicando y las soluciones están cada vez más lejos, especialmente porque nadie sabe nada del estado físico de Embiid más allá de la sanción. Maxey, que acaba de cumplir 24 años, fue Jugador Más Mejorado la temporada pasada y disputó su primer All Star al promediar casi 26 puntos por noche, a lo que añadió 6 asistencias. En el presente curso se ha visto obligado a asumir toda la responsabilidad: 27,6, con 3 rebotes y casi 4 pases a canasta, además de una cantidad ingente de lanzamientos intentados, con un rango de tiro inasumible (23,6 por partido, con 11 triples de media intentados), pero para el que no queda más remedio.

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