Los Mavericks sacan músculo
Excelente victoria en Denver, sin Luka Doncic y en el regreso de Nikola Jokic para un equipo local que remontó 24 puntos pero se hundió al final.
Nuggets y Mavericks han jugado dos veces en Denver esta temporada y los marcadores han sido 122-120 y 120-123. Cosa seria. El segundo partido, una gran victoria de unos Mavs que en los últimos días, sin Luka Doncic, han ganado en OCK y en las Rocosas, ha aclarado bastante el grupo de la muerte de la NBA Cup. Para el que esté pendiente de este asunto: los Warriors acabarán como líderes y jugarán cuartos de final, y los Mavericks lo tienen básicamente en su mano (2-1 y un excelente average con un partido pendiente contra unos Grizzlies que están 0-3) para llevarse la wildcard del Oeste y estar también en el cruce. Eso chafa a los Nuggets (1-2), que por otro lado quedan ya en 8-6 y no aprovecharon el regreso de Nikola Jokic: tres derrotas en cuatro partidos antes de jugar, hoy en back to back, en L.A. contra los Lakers. Lo que, por otro lado y contra su rival fetiche, suele ser una excelente noticia para los de Colorado.
Después de doce días de baja por paternidad, Jokic regresó. La última vez que había jugado, había sido también contra los Mavs (37 puntos, 18 rebotes, 15 asistencias); Esta vez, 33+17+10… pero derrota. Según Michael Malone, porque el regreso de “Supermán” hizo que todos los demás se quedaran mirando a ver cómo salvaba la noche el MVP. Al menos, en una primera parte espantosa: 53-73 en el que los visitantes arrasaron en muchos de los medidores que cuenta de verdad cómo está yendo la cosa: +44 en la pintura, +15 en segundas oportunidades, +13 en transición. Después, los Nuggets se recompusieron y convirtieron un 53-77 en un 113-108 a falta de menos de dos minutos. Pero perdieron en el giro final de guion de un partido que fue una montaña rusa. Los Mavs jugaron mucho, mucho mejor (en ataque y defensa) las posesiones calientes. Y no fallaron desde la línea de personal.
Para el equipo texano (9-7, cuatro victorias seguidas después de que pareciera que el cielo se iba a desplomar sobre sus cabezas) estas victorias son verdaderamente trascendentales, especialmente sin Luka Doncic. Son, de hecho, imposibles de imaginar sin el esloveno hasta hace un año, antes de la aparición de esta versión de Kyrie Irving, que parecía definitivamente perdida en Brooklyn, y de la llegada de Dereck Lively II, Daniel Gafford y PJ Washington. A los que hay que sumar a Naji Marshall y Quentin Grimes. Los Mavs son profundos y duros, resistentes. Cuando una de esas olas de los Nuggets que azotan tan fuerte en la altura de Denver se los estaba llevando por delante, se aferraron al partido con acciones defensivas de Lively y soluciones de cemento de Washington y Marshall. Ganaron en territorio comanche sin Doncic, con solo cuatro puntos de Kyrie en la segunda parte (19 en total, 1/6 en triples), sin una sola canasta de Klay Thompson (0/8) y a pesar de que a las cosas habituales de Jokic se sumó un 4/6 en triples de Russell Westbrook (16 puntos).
Todas esas coordenadas, y más después de que un +24 se convirtiera en ese -5 del tramo final, deberían haber acabado en derrota. Pero los Mavericks tuvieron firmeza y sangre fría, y supieron atacar a un Jamal Murray que sigue siendo (aunque hoy juega contra los Lakers, podemos estar a horas de su partido del año) una muy mala noticia. Christian Braun (en el banquillo en el cierre, decisión extraña) y Peyton Watson están haciendo lo que les toca, creciendo, Jokic es Jokic y Westbrook va haciendo lo que más o menos puede. Pero si los Nuggets quieren evitar que su ventana se cierre definitivamente, y con un estruendo, tienen que recuperar a Murray. Que ahora mismo, sin físico y sin su confianza de superhéroe, está lejísimos de donde tendría que estar (en pleno prime), lento e incapaz de ser determinante. Ni en partidos completos ni, y esa era la especialidad de la casa, en las jugadas que reclaman al finalizador.
Los Mavs no tenían a Lively ni Washington (22 puntos, 13 rebotes) cuando perdieron en Denver en su anterior visita. Y la diferencia que supone quedó clara en las últimas jugadas de esta victoria, finalmente impresionante. Con Marshall (26 puntos) amplificando el rol que el año pasado perfeccionó Derrick Jones y Gafford completando una rotación interior de mucho músculo, ni siquiera parece importante la mala inercia de Klay tras su buen inicio de curso. Solo falta, en realidad, que vuelva Doncic. El gran Doncic, el que todavía no ha aparecido esta temporada pero, parece una temeridad pensar lo contrario, aparecerá. Y entonces, a partir de ahí, los Mavs no deberían tener, a priori, a nadie por encima en el Oeste. Al menos, no muy por encima.
OTROS RESULTADOS EN LA CONFERENCIA OESTE:
CLIPPERS 104-KINGS 88
ROCKETS 116-TRAIL BLAZERS 88
PELICANS 108-WARRIORS 112
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