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Las apuestas crean temor en la NBA: “Se ha ido demasiado lejos”

J.B. Bickerstaff, entrenador de Cleveland Cavaliers, aseguró haber recibido llamadas de apostadores: “Se ha cruzado una línea”.

Stephen LewUSA TODAY Sports via Reuters Con

Las apuestas deportivas van ganando terreno en Estados Unidos. De la clandestinidad a Las Vegas, y de Nevada a la legalización completa del juego en 2018 tras una sentencia del Tribunal Supremo, que levantó la prohibición de la actividad en todo el país. Una industria que mueve alrededor de 150.000 millones de dólares al año, según la Asociación de Juegos de Azar, y que ya está permitida en 38 de los 50 estados de la unión.

Un cantidad ingente de dinero que se ha convertido en un canto de sirena para la NBA, que en 2021 anunció como socios de apuestas oficiales a DraftKings y FanDuel, y que tras el último convenio ya permite a los jugadores asociarse con empresas del sector con alguna limitación: no pueden hacer publicidad directa ni hacerse con más del 1% de una empresa que ofrezca contenidos relacionados con la NBA.

La Liga norteamericana no se ha quedado ahí y junto a Soprtradar informaron que el NBA League Pass (la plataforma de streaming de la NBA) contará con la opción de apostar en directo mientras se ven los partidos. Y tampoco franquicias como Dallas Mavericks, cuyo máxima accionista desde finales de 2023 es Miriam Adelson, viuda de Sheldon Adelson, dueña de Las Vegas Sands, la empresa que construyó los casinos Venetian y Palazzo. Actualmente, solo opera en casinos de Macao y Singapur. Es decir, una relación directa con el juego.

Cleveland Cavaliers también está en el ajo con una casa de apuestas dentro del Rocket Mortage FieldHouse, su pabellón, donde este jueves perdió por 104 a 107 frente a Miami Heat. Tras el encuentro, JB Bickerstaff, entrenador de los Cavs, habló en rueda de prensa sobre las apuestas deportivas en la NBA después de que Tyrese Haliburton dijese que se veía como “solo un complemente” para los apostadores. “A la mitad del mundo solo les estoy ayudando a ganar dinero con DraftKing o lo que sea”, aseguró el base de Indiana Pacers.

El técnico de la franquicia de Ohio reveló que había recibido presiones por parte de jugadores. “Obtuvieron mi número de teléfono y me enviaban mensajes locos sobre dónde vivo, mis hijos y todo eso. Así que es un juego peligroso y una línea muy fina por la que estamos seguros”, comentó. “Esto supone una presión adicional. Trae una distracción al juego que puede ser difícil para los jugadores, entrenadores, árbitros y todos los involucrados en él. Y creo que realmente debemos tener cuidado con lo cerca que lo dejamos llegar al deporte y la seguridad del personas que están involucradas en el mismo”.

“Muchas veces las personas que apuestan con esa actividad pagan la factura de la luz o el alquiler, y luego las emociones que surgen de eso. Así que creo que estamos caminando por una línea muy fina y tenemos que ser extremadamente cuidadosos a la hora de proteger a todos los involucrados”, continuó el entrenador.

La capacidad de los aficionados de apostar a través de sus teléfonos durante los partidos y dentro del propio pabellón es una señal para Bickerstaff de que se ha “cruzado una línea”. “La cantidad de veces que podemos tener una ventaja de 10 puntos y la diferencia es de 11 (en las apuestas) y la gente me grita que deje a los muchachos en el banquillo para cubrirla. Es ridículo”, prosigue. “Entiendo el aspecto comercial y la naturaleza del negocio. Pero, quiero decir, creo que se ha ido demasiado lejos”.

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