Jokic sentencia el megaproyecto de los Suns

Nikola Jokic es el héroe. Y los Suns, sus últimas víctimas. Los Nuggets son los primeros finalistas de Conferencia del curso baloncestístico 2022-23 y por el camino sentencian un proyecto pensado para ganar el anillo y que de la misma forma que se preveía insostenible al inicio, lo ha sido al final. La lesión de DeAndre Ayton previa al choque, por mucho que el pívot sea altamente cuestionado, hacía más corta todavía una rotación que ya lo era y que se unía a la consabida baja, otra vez, de un Chris Paul al que siempre le pasa algo. Y así se acabó todo. La lógica y la razón se impusieron y los Nuggets, líderes del Oeste durante la regular season (53-29) son los que avanzan dejando un cadáver por el camino al que se le abre ahora un tiempo de reflexión y ya veremos si también de cambios. Un final que tenía que llegar y que se ha alargado gracias a las hazañas de Kevin Durant y Devin Booker, una pareja llena de talento a la que no le dio para más. Los Suns perdieron de 25 (100-125) un año después de despedirse, en la misma ronda pero ante los Mavericks, de 33 (90-123). Otro fracaso que dejará señalados. Por mucho de que sea más o menos doloroso que el anterior.

No hubo historia: en el primer cuarto, los Nuggets ya mandaban de forma aplastante (26-44). Al término del segundo, la diferencia se iba a un +30 (51-81). Llegó a ser de 32, pero en realidad ya estaba todo dicho. Durant y Booker apenas jugaron 3 y 2 minutos en un último cuarto en el que Jokic se paseó ya sin demasiado esfuerzo, a sabiendas de que los deberes estaban hechos, Las series del serbio han sido fabulosas y el sexto partido no iba a ser menos: 32 puntos (13 de 18 en tiros de campo), 10 rebotes y 12 asistencias (tercer triple-doble de la eliminatoria). Sin Ayton en la zona hizo lo que quiso con Jpock Landale y las ayudas pretendidas por un Monty Williams cuyo puesto ahora peligra fueron tan tímidas que no parecieron ni reales. Los de Colorado lanzaron por encima del 50%, ganaron la batalla por el rebote (41 a 29), repartieron más asistencias (24 a 20) y provocaron 14 pérdidas en su rival. Simplemente, fueron mejores. Un análisis superficial que muchas veces vale para definir una situación diferencial en una serie que podría (y quizás debería) haber durado menos, pero que finaliza con justicia y sin más heroicidades de esa pareja de talentos que conducían un coche que se ha quedado sin gasolina.

Los Nuggets llegan a sus primeras finales de Conferencia desde 2020, en la burbuja de Orlando. Y las segundas desde 2009, con Carmelo Anthony de referente. Las dos fueron contra los Lakers, ante los que podrían repetir si los angelinos consiguen redondear la estupenda serie que están teniendo ante los Warriors, el vigente campeón. Mike Malone se vuelve a reivindicar, Jamal Murray cada vez se parece más al que fue (26+4+4, con 4 robos hoy), Michael Porter va y viene (10 tantos) y Aaron Gordon es un engranaje perfecto en ambos lados de la pista (8+6+3) que da un punto extra de intensidad y físico en defensa. Bruce Brown es un relevo magistral desde el banquillo (13), y Kentavious Caldwell-Pope (21), campeón con los Lakers precisamente en 2020, un escolta fiable en el tiro que puede dar problemas a casi cualquier emparejamiento. Un buen equipo que finalizó mal la temporada regular pero que tuvo una primera ronda ante los Timberwolves que les permitió recuperar sensaciones y ahora están a, ojo, 8 victorias dde ser campeones de la NBA. Se dice pronto.

En el otro lado están los Suns. El fichaje de Kevin Durant les convertía en candidatos al título y al final no lo han sido. “Nos golpearon en la boca y no pudimos recuperarnos”, dijo la estrella al final del sexto y definitivo encuentro. Devin Booker fue más escueto, ya que ni atendió a los medios, una práctica que se está convirtiendo en habitual últimamente. El primero se quedó en un 23+5+5, con 4 pérdidas y 8 de 19 en tiros de campo. Lo de Booker fue peor: 12 puntos con 4 de 13 en tiros. Que el máximo anotador fuera Cameron Payne (31) lo dice todo. Ahora, al rincón de pensar: veremos qué pasa con Monty Williams... y con la intendencia. La plana mayor de la plantilla está atada, ya que Booker tiene contrato hasta 2028, Durant hasta 2026 (del contrato que firmó conlos Nets), Ayton hasta 2026 (ya veremos si le buscan un traspaso) y Paul hasta 2023, con opciones de jugador para las temporadas posteriores. Pero el base tiene 38 años recién cumplidos y Durant 34. De los demás, sólo Landry Shamet tiene garantizado continuar. El resto, a volar: serán los secundarios los que tengan que reforzar una plantilla pobre en recursos y con un entrenador perdido. No parece que con esto les de para el anillo, con lesiones o sin ellas. El futuro es incierto. Veremos.