Tatum: “Soy un niño de mamá”
El alero de los Celtics repasa su dura infancia y cómo su madre se convirtió en la persona clave en su vida, esa sin la que nunca habría alcanzado el éxito.
La última extensión de contrato de Jayson Tatum con Boston Celtics (que ya había alargado su acuerdo rookie por cinco años y 163 millones en 2020) se convirtió en la más alta de la historia de la NBA: cinco años, 315 millones de dólares. El alero tendrá una player option de 71,4 millones en la temporada 2029-30, la última que tiene garantizada, si él no rompe ese último año de vínculo con la franquicia de Massachussets.
Tatum (26 años) es uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo: vigente campeón con los Celtics, alargó su verano mágico con el oro olímpico en París, el segundo de su carrera después del de 2021 en Tokio. Es cinco veces all star (los últimos cinco años) y ha entrado tres veces en el Mejor Quinteto. Y tiene ya un obvio imperio económico que analizó en una entrevista en profundidad para Forbes en la que también repasó sus inicios, de su dura infancia en St Louis a su año en Duke y su llegada a la NBA con el pick 3 del draft de 2017.
En la entrevista, Tatum dejó claro que no habría conseguido nada de lo que ha logrado sin su madre, Brandy Cole: “Era una cría que había tenido un crío. Estaba en su primer año de universidad, intentando llegar a fin de mes, viviendo al día. Así fue mientras yo crecía. Casi nos desahucian de casa y teníamos que pedir comida a los vecinos para que yo pudiera comer algo. Ella se aseguraba de que yo pudiera comer. Pasar por todo eso hizo que nuestro vínculo fuera mucho más fuerte”.
Después, su relación con ella ha seguido siendo muy especial: “”Mi madre es la clave de que yo haya tenido éxito. Sigue siendo mi mejor amiga. Soy un niño de mamá, ella es mi superheroína. Lo sacrificó todo para que su hijo pudiera perseguir su sueño. Es la persona más trabajadora que he conocido. Nunca pone excusas, su amor siempre ha sido incondicional pero también ha sido la más crítica”.
Tatum llegó con el número 3 del draft a Boston. Con el 2, los Lakers eligieron en aquel draft de 2017 a Lonzo Ball. El mítico Magic Johnson, que regía el destino deportivo de los angelinos entonces, aseguró hace unos días que no pudieron ni trabajar de forma individual con Tatum, y que por eso no se plantearon su elección (el número 1 fue Markelle Fultz, elegido por los Sixers): “Me alegro mucho de lo bien que le ha ido a Jayson. Y quiero dejar claro que lo tuvimos en mente. Pero su agente no quiso ni que hiciera un entrenamiento con nosotros. No quería que acabara en los Lakers. Teníamos entonces muchos aleros, y no le parecía un buen destino. Por eso ni quería que lo intentáramos. Yo estaba allí, y puedo explicárselo a Jayson”.
El propio Tatum, que siempre ha reconocido que era un grandísimo fan de Kobe Bryant, ha hablado en el pasado, aunque parezca tabú para la afición de los Celtics, del deseo con el que creció: jugar en los Lakers. “Era un gran fan de Kobe, y mi sueño era jugar en los Lakers. Nunca entrené para ellos, ni vinieron a verme aunque tenían el número 2 del draft. Eso fue devastador para mí”, aseguró el que ahora es referente celtic.
Pero Magic insiste en que la franquicia no tuvo demasiada opción: “Ya teníamos muchos aleros, y todos querían jugar. Si hubiéramos elegido a Tatum, quizá no habríamos visto nunca esta versión suya porque habría estado pegado al banquillo al llegar a la NBA. Necesitábamos un base, y elegimos a Lonzo Ball. No queríamos más problemas en el vestuario con otro alero joven”.
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